El mañana de las motos eléctricas se llama Hydrocycle, el hidrógeno llegará a las dos ruedas con una gran autonomía y menor tiempo de carga
La pila de combustible es el siguiente nivel en los coches eléctricos, una tecnología que se resiste a las marcas por su elevado coste pero en el que trabajan a largo plazo. Un sistema que también se pretende extender a las motos eléctricas. El proyecto «Hydrocycle», gestado por alemanes y checos, es buena prueba de ello, y cerca de hacerse realidad.
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Publicado: 05/02/2024 13:00
El hidrógeno es la gran solución para el futuro de la industria del automóvil, una tecnología que no está exenta de grandes desafíos para los fabricantes y, especialmente, los europeos. Japoneses como Honda y Toyota acumulan largos años de experiencia en este campo de los coches eléctricos alimentados a través de la pila de combustible, aunque los de la primera marca del mundo han ido más allá demostrando que el elemento químico es válido para mantener la combustión térmica.
El gran problema de la pila de combustible es hacer que esta sea lo más compacta posible en el interior de un coche, y mucho más para una moto. Un verdadero reto en el que se han embarcado los ingenieros de la Universidad Técnica Checa y del Instituto Fraunhofer de Alemania, amén de otras empresas alemanas que suministra componentes incluida la pila de combustible que se aloja en el cuadro del chasis. «Hydrocycle» es uno de los más ambiciosos proyectos, al mismo tiempo, para abrir uno de los más importantes capítulos en el mercado de las motos eléctricas.
Hydrocycle es el verdadero futuro de las motos eléctricas
Como puedes ver en el primer prototipo, el diseño es claramente el de una moto de carretera, pero el sistema es aún demasiado voluminoso como para hacerla aerodinámicamente más eficiente. Este es área de trabajo de los especialistas del Instituto de Investigación de Chemnitz, que se encarga del dimensionamiento del sistema con el objetivo de mejorar la ergonomía del piloto a bordo del vehículo.
El espacio disponible en una moto significativamente más pequeño que un coche, tanto a la hora de instalar la propia pila de combustible, el componente clave que transforma el hidrógeno en energía eléctrica, como el depósito de combustible. Todo ha de ser de concepción nueva para lograr tanto la máxima eficiencia como unas prestaciones y autonomía más que dignas, a la que se suma el tiempo de repostaje más corto. Ten en cuenta que un kilogramo de hidrógeno ofrece una autonomía de 100 kilómetros en un coche, por lo que esto es clave para su viabilidad comercial.
El prototipo de la primera moto FCEV estará listo en 2025
El proyecto «Hydrocycle» responde a las exigencias de la Unión Europea, que pretende que la movilidad sea climáticamente neutra en 2050, y en la que el hidrógeno es un componente clave en esta estrategia, además de que ha de proceder de energías renovables. El consorcio checo-alemán se ha marcado el objetivo de contar con un prototipo que cumpla con homologación europea a finales de 2025, dando paso a las pertinentes pruebas en condiciones reales.
