Muere, Ratan Tata, el hombre que movilizó a la India y que salvo a Jaguar de la total desaparición

La India es el país más poblado del mundo. Más de 1.300 millones de personas viven en un espacio donde sobrevivir es a veces imposible. Sin embargo, también es un país de muchas posibilidades y donde es posible prosperar (aunque no siempre). Ratan Tata nació en el seno de una familia acomodada, pero durante sus 86 transformó la pequeña empresa familiar en uno de los conglomerados más grandes y de mayor peso a escala mundial. El pasado día 9, a la edad de 86 años, Ratan Tata dejó a la India huérfana.

Para muchos el señor Tata fue el gran artífice del cambio de mentalidad en cuanto a movilidad en la India. Tras cursar sus estudios de Arquitectura en la Universidad de Cornell, Ratan intentó establecerse por su cuenta en Los Ángeles, aunque pronto fue llamado por la familia para tomar las riendas de la empresa familiar. Ratan Tata comenzó a trabajar para Tata en 1962 como aprendiz de gestión dentro de TELCO, lo que ahora es conocido como Tata Motors. Fue ahí donde se forjó una relación increíble en torno al mundo del automóvil.

No se puede negar que Ratan Tata fuese un apasionado de los coches, su fortuna personal, una de las mayores del mundo, le permitió vivir al máximo esa afición. Ya en la década de los 70, Ratan ascendió al puesto de directivo dentro de la empresa, pero no fue hasta 1991 cuando ocupó el puesto de presidente tras la renuncia de JRD Tata. Fue entonces cuando la empresa dio un salto descomunal hasta convertirse en un gigante de escala mundial. Durante los 21 años de dirección de Ratan Tata la empresa multiplicó sus ingresos por 40 y sus beneficios por 50.

Hoy la empresa cuenta con ramificaciones en todo el mundo y en diferentes campos e industrias, desde la fundición de metal y la aeronáutica hasta finanzas, tecnología y alimentación. Sin embargo, la verdadera pasión del señor Tata siempre fue el automovilismo. Aprovechó al máximo su pasión y la hizo coincidir con un era de transformación y crecimiento económico de la India. Coches como el Tata Nano o el Indigo permitieron al ciudadano de a pié disponer de un sistema de transporte barato. Lo que en España sería el SEAT 600.

La gran aspiración de Tata Motors siempre fue la de alcanzar la categoría de marca internacional, algo que no ha logrado hacer. Tata sigue siendo la empresa más importante de la India, pero fuera de sus fronteras, los intentos de conquista han sido infructuosos. Sin embargo, el nombre de Tata saltó a la escena global en 2008 tras formalizarse un acuerdo histórico que salvó de la quiebra a Jaguar. Desde el principio, Tata se comprometió abiertamente a mantener la distinción entre las marcas Jaguar y Land Rover y a respaldar sus respectivas estrategias de productos y planes de expansión.

Hoy, 16 años después, Jaguar y Land Rover siguen estando bajo el control de Tata Motors. El cambio sufrido por la compañía ha sido radical. Tras pagar 2.300 millones de dólares de la época, Jaguar y Land Rover dejaron atrás su pasado con Ford para mirar al futuro con gamas completamente nuevas. Hoy la empresa pasa otro bache, principalmente Jaguar, con motivo de la nueva era eléctrica. Los de Coventry llevan casi tres años recluidos, sin lanzamientos, a la espera de una gran revolución, pero el mundo ha cambiado. Su enfoque centrado exclusivamente en lo eléctrico está en peligro si tenemos en cuenta el estado del coche eléctrico en Europa y en el resto del mundo a excepción de China.