Multas estratosféricas por no usar el cinturón de seguridad, en República Checa saben concienciar al conductor y a los pasajeros
Que todos los ocupantes que viajan en los coches tengan el cinturón de seguridad abrochado es una de las máximas preocupaciones de los organismos de tráfico, al menos, en todo el continente europeo. La desobediencia a las normas es habitual, y se penaliza, pero en República Checa han ido un paso más con una sanción ejemplar pero quizás injusta.
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Publicado: 25/07/2024 11:00
Está más que demostrado que el cinturón de seguridad salva vidas en accidentes de tráfico, llegando a reducir el riesgo por lesiones graves hasta en un 70 por ciento o el riesgo de muerte en un 50 por ciento en caso de impacto. Pero, incluso, sabiendo este dato, algunos de los pasajeros que viajan a bordo de los coches optan por todo lo contrario poniendo en peligro sus vidas.
Los organismos de tráfico en todos los países sancionan esta actitud egoísta de saltarse las normas de seguridad vial. En España, el conductor perderá cuatro puntos de su carnet de conducir y hasta 200 euros de su bolsillo si lo cazan sin el cinturón de seguridad abrochado, y la misma cuantía si uno de los pasajeros lo lleva desabrochado. Multa que pagará el conductor pero al que no se retirarán los puntos.
Cómo República Checa conciencia de la importancia del cinturón de seguridad
Aún así es complicado que los conductores y pasajeros cumplan con su obligación, por lo que en República Checa han encontrado una fórmula para hacer que los usuarios cumplan las normas. Un aviso también para todos los españoles que decidan viajar al país centroeuropeo, porque las multas que reciban por las autoridades de otros países del entorno, tendrán la misma validez que en el territorio español, incluso la detracción de puntos.
Las autoridades de tráfico de los checos ha decidido multar con 100 euros al pasajero que no lleve el cinturón de seguridad abrochado -150 euros si es un niño- pero también al conductor y a todos los pasajeros que viajen con él a bordo de un coche. Se acaban las excusas, y se hace extensible la multa a todos los ocupantes, por lo que lo que es un capricho inútil se puede convertir en un roto importante en el bolsillo. Independientemente si hay parentesco o no de los pasajeros con el conductor, que es el máximo responsable.
El bolsillo siempre duele más que los puntos en las multas
Considerando un coche de cinco plazas, en el mejor de los casos la multa puede ascender a 500 euros, pero si es un niño el que no va abrochado, entonces se incrementa hasta los 750 euros. Está claro que la nueva ley checa pretende obligar a los conductores a influir activamente en el comportamiento de sus pasajeros y cuidar de su seguridad. Quizás sea una medida más radical, en la que pagan justos por pecadores, pero también la solución a un importante problema.
