Cierra el Museo Bob McDorman y su increíble colección de Corvettes sale a subasta
El Museo del Automóvil Bob McDormand cerraba sus puertas según terminaba el año 2016. Este pequeño y particular museo dedicado a Chevrolet y al Corvette se formó con una de las más espectaculares colecciones del Corvette de toda la historia.
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Publicado: 04/01/2017 09:00
Actualización: Mecum Auctions ya ha listado todos los lotes previo a la subasta que tendrá lugar en mayo de 2017.
Una de las peores noticias con las que podíamos cerrar 2016 era la de conocer la desaparición de otro museo automovilístico, de nuevo en los Estados Unidos. Pocos días después de cerrar sus puertas para siempre la muestra permanente Walter P. Chrysler, el museo que se encontraba en los cuarteles generales de Chrysler en Michigan, también se anunciaba el cierre definitivo del Museo del Automóvil Bob McDorman, una colección dedicada a Chevrolet y sobre todo al Corvette.
A mediados de 2014 abría sus puertas esta muestra permanente en Ohio, una colección particular formada por el empresario Bob McDorman durante toda su vida. Y siendo distribuidor de Chevrolet y Corvette es sencillo entender porque la totalidad de los modelos de su colección pertenecían a la marca de la pajarita, de los que una gran mayoría pertenecen al deportivo.
En total el museo contaba con 38 vehículos, todos ellos de la firma Chevy, de los que 22 unidades eran Corvette. Todos ellos serán subastados en la próxima subasta de Mecum Auctions en Indianápolis, por lo que la colección será separada para siempre.
Lo lógico sería pensar que para poder formar el museo se pasó años acumulando vehículos, y una vez que tuvo una cantidad de modelos suficiente se decidió a montar esta exposición permanente. Pero en este caso fue al contrario, el museo se montó con el remanente de la colección del empresario, tras dividirla en tres subastas diferentes.
La última de estas fue celebrada por Mecum en 2010 y contó con cerca 150 vehículos, todos ellos Corvettes y muchos de ellos pertenecientes a figuras conocidas, como Burt Reynolds, Mario Andretti, varias Miss America, Bunkie Knudsen´s o el propio padrino del Corvette, Zora Ankus-Duntov, del que se subastó un precioso C4.
También resultaba curioso el ejemplar del Corvette C5 que había sido propiedad de John Cafaro, el diseñador jefe de la quinta generación del modelo y que preparó su propio ejemplar convertible al gusto con ciertos toques, como unos aletines delanteros y un spoiler trasero integrados, toques de ante en el interior, nuevas salidas de aire laterales y un parabrisas de pequeño tamaño, lo que le da un aire totalmente distinto a este ejemplar.
McDormand también era un aficionado de los primeros y últimos ejemplares, en la mencionada subasta de 2010 podíamos encontrar el ejemplar #002 del Corvette C1 de 1955 y por tanto, el segundo ejemplar del Corvette en recibir un motor V8 o los ejemplares #001 del C2 de 1967, C3 de 1972 o el C4 Pace Car de 1986, entre muchos otros. En el propio museo estaba expuesto el ejemplar #004 del raro Chevy SSR, o el Corvette C7 #050, entregado a McDormand para conmemorar el 50 aniversario de su concesionario.
Son muchos los ejemplares curiosos o llamativos que pasaron en algún momento por la colección McDormand, como el Corvette que sumaba el número 999.999 construido, que disponía de las mismas especificaciones que el Corvette 1 millón, expuesto en el Museo Nacional Corvette y que fue uno de los que sufrieron el colapso del suelo del museo hace unos años.
Podríamos estar hablando durante días sobre los raros ejemplares que atesoró en su día McDormand, la inmensa mayoría de ellos ya en otras manos. Los que quedaban en su museo no dejaban de ser unidades muy llamativas, como dos ejemplares del C6 60 Anniversary Edition, uno de ellos con el número de serie 001 y ambos con solo solo 5 millas en su marcador, o un ZR1 de 2012, número de serie 015 y solo 33 millas de uso.
También podemos encontrar dos C3 Pace Car Edition, uno de ellos el empleado por la marca para la primera presentación pública del modelo, y ambos también a estrenar, a pesar de ser ejemplares de 1978.
Con el cierre del museo y la próxima subasta se da por concluida la historia de la que era una de las colecciones más impresionantes de la marca y del Corvette de la historia.