¿El arte de la destrucción? Un museo danés permite rayar un Lamborghini Gallardo
El artista noruego Dolk puso en marcha un proyecto muy peculiar en el museo de Aarhus Kunstmuseum. Fue expuesto un Lamborghini Gallardo valorado en 160.000 euros y se permitió a los asistentes rayarlo para marcar su nombre o cualquier otra cosa. Ahora dice que la «obra de arte» está terminada y que «no puede ser tocada».
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Publicado: 14/04/2017 13:05
Hay quienes dicen que el arte no es para todo el mundo y que, en muchas de sus facetas, puede llegar a ser incomprensible por el común de los mortales. Y la verdad, ferias como ARCOmadrid dejan buena cuenta de ello. Obras por las que se pide auténticas millonadas y que para la mayoría no son más que minucias o proyectos sin un trasfondo y/o mensaje real. Pues bien, más vale agarrarse al asiento ya que vienen curvas.
El pasado mes de septiembre se expuso en el museo danés de Aarhus Kunstmuseum un Lamborghini Gallardo. A priori puede parecer que el superdeportivo creado por la firma italiana ya es, de por sí, una obra de arte sobre ruedas. Sin embargo, el artista Dolk de origen noruego tenía algo reservado para el modelo de la marca de Sant'Agata Bolognese. Durante un tiempo determinado se permitió que, libremente, cualquier visitante del museo pudiera rayar el Lamborghini Gallardo para dejar marcado su nombre o cualquier otra palabra.
¿El resultado? Salta a la vista en estas imágenes. El Gallardo presentaba un elegante y deportivo acabado en color negro brillante que, tras ser sometido a estas agresiones sin piedad, se ha convertido en algo que, para Dolk, es arte. El modelo estaba valorado en 160.000 euros ¿Se habrá depreciado o encarecido? Supongo que dependerá de con qué ojos admiremos el proyecto llevado realizado por el artista noruego.
Aunque cuesta apreciarlo, un visitante sacó a relucir su lado más humorístico y rayó la palabra «Skoda». Así es, ahora uno de los superdeportivos más exclusivos y populares jamás desarrollados luce el nombre de una marca de coches asequibles. Desde el capó hasta cualquier panel de la carrocería o los paragolpes y faldones laterales. Cualquier lugar era idóneo para dejar «nuestra marca».
Incluso una vez se quedó sin espacio libre para rayar, los visitantes del museo optaron por continuar con las llantas y pinzas de frenos. También hay quien lo intentó con los cristales así como los faros delanteros y las ópticas traseras.
En la actualidad Dolk señala que su obra de arte está terminada y que «no puede ser tocada». Además, dejó claro que no desea repintar el coche para «no estropearlo». En fin, como seguidor de Lamborghini, podría decir que «paren el mundo, que yo me bajo aquí». Menuda forma de destrozar un vehículo tan bonito.
En este video de Laszlo Helgert puedes ver con detalle el resultado de la obra. Si te gustan los coches, puede herir tu sensibilidad:
Fuente: Dailymail