IndyCarNashville traslada la carrera final de IndyCar a un óvalo por problemas con el urbano
Pese al diseño de un nuevo trazado, los problemas derivados de la construcción del nuevo estadio de los Tennessee Titans obliga a mudar temporalmente el Music City Grand Prix al Nashville Superspeedway, donde IndyCar ya disputó carreras hace dos décadas.
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Publicado: 14/02/2024 19:45
Dos cambios inesperados se han producido esta semana en IndyCar, cuando la cuenta atrás para el inicio de la temporada se sitúa ya en menos de un mes. El primero concierne a David Malukas, nuevo piloto de McLaren, que estará seis semanas de baja y se perderá la primera carrera del año en St. Petersburg por una lesión en una mano tras una caída en mountain bike. El segundo, sin embargo, causa una considerable conmoción en el campeonato, al tratarse de un nuevo recinto para la última carrera de la temporada... aunque en la misma ciudad, Nashville.
La categoría americana ha confirmado este miércoles que el Music City Grand Prix, carrera que iba a albergarse en una versión rediseñada del circuito urbano que lo ha acogido los tres últimos años, pasará a disputarse este año en el cercano Nashville Superspeedway. Este tri-óvalo, de dos kilómetros de longitud y con superficie de cemento, ya acogió carreras de IndyCar entre 2001 y 2008, hasta salir del calendario por un conflicto de fechas con el Gran Premio de Toronto. La cita mantiene su lugar como evento final de la temporada para el 15 de septiembre, tras celebrarse estos años en la primera semana de agosto.
El motivo del cambio de emplazamiento es el mismo que había derivado en el nuevo trazado del urbano: los trabajos de construcción alrededor del nuevo Nissan Stadium, propiedad de los Tennessee Titans de la NFL. La versión empleada entre 2021 y 2023 tenía su recta de meta en paralelo al estadio ya existente, pero el nuevo coliseo se construirá en la zona del parking que IndyCar utilizaba para su paddock. Esto había obligado a los organizadores a diseñar un nuevo trazado al otro lado del río Cumberland, atravesando el centro de la ciudad y su icónica sección de Broadway sin perder el no menos icónico doble paso por el Puente de los Veteranos de Corea.
Pese a que los trabajos en el estadio, cuya inauguración está prevista para 2027, habían sido contemplados, los organizadores del Music City Grand Prix aseguran que las condiciones de los espacios habilitados no cumplen las garantías necesarias para los competidores ni para los residentes. «Simplemente, no tenemos el espacio adecuado que los equipos necesitan, ni los accesos apropiados para los negocios del centro o las viviendas, para ejecutar el evento de primer nivel mundial que nuestros fans, los equipos y patrocinadores de IndyCar esperan», asegura Scott Borchetta, fundador de la discográfica Big Machine Records y promotor principal del evento.
Por el momento, el cambio solo contempla la edición de 2024, y Borchetta habla de un eventual retorno a las calles de la ciudad, aunque los planes de construcción a tres años despiertan dudas sobre el periodo de tiempo necesario para que el nuevo trazado urbano pueda ser empleado. «Tenemos la intención de seguir manteniendo conversaciones con los Tennessee Titans y con la ciudad de Nashville para determinar cual será el momento apropiado para volver a las calles de Nashville», sentencia Borchetta, que ha contado con la asistencia del alcalde republicano Freddie O'Connell para negociar los detalles con Speedway Motorsports, propietaria del óvalo.
El retorno al Superspeedway implica que el calendario de IndyCar contará este año con siete carreras en óvalo (el mayor número desde 2012), que la temporada terminará en un óvalo por primera vez desde 2014, y que las tres últimas carreras del año serán también en este tipo de recintos, algo que no ocurre desde 2010. Nashville, que acogerá también a la categoría inferior Indy NXT, estará precedida por la doble carrera en el venerable Milwaukee, otro óvalo que regresa al calendario, y que acompañan a las 500 millas de Indianápolis, la doble prueba de Iowa y el evento de Gateway.
Scott Dixon ganó las tres últimas carreras de IndyCar en el óvalo de Nashville entre 2006 y 2008, y es uno de los cuatro pilotos de la parrilla con experiencia previa en este trazado junto a Ed Carpenter (tres top 10 en cinco apariciones) y otros dos que se quedaron a las puertas del top 10 en la edición de 2008, Will Power y Graham Rahal. Para el resto, será una experiencia totalmente nueva. De hecho, entre el resto de competidores confirmados, solo ellos cuatro y Josef Newgarden han competido en Milwaukee, generando una interesante dinámica para estas cruciales carreras finales.
En varias de sus ediciones, el evento de Nashville fue criticado por la ausencia de carreras competitivas, debido a la gran cantidad de virutas de goma que genera su superficie de cemento y la presencia de una única línea competitiva la mayor parte del tiempo. Sus 2.145 metros (1.33 millas) lo convierten en el segundo óvalo más largo y más rápido del calendario tras la salida temporal de Texas, con 14 grados de peralte en las curvas y nueve en la curva donde se sitúa la línea de meta. Dixon ostenta el récord de velocidad con una pole de 206.211 millas por hora en la edición de 2003, que debería ser claramente superado. El recinto fue inaugurado en 2001, clausurado en 2012 y reabierto en 2021, habiendo acogido a las tres principales divisiones de NASCAR desde entonces.
Fotos: IndyCar Media