ReportajeNintendo cumple 125 años. Repasamos sus mejores juegos de velocidad

Aunque no esté pasando por su mejor momento, la historia de Nintendo se ha escrito paralela a la de los videojuegos, o al menos, a la historia más reciente de la compañía. Porque el día 23 de septiembre ha sido el 125 aniversario de la compañía nipona. Pero, ¿cómo es posible que cumpla un siglo y cuarto si los videojuegos no son tan antiguos? Porque en este caso el huevo fue mucho antes que la gallina.

Para hablar de los orígenes de Nintendo hay que remontarse al año 1889, cuando fue creada por Fusajiro Yamauchi como una empresa familiar dedicada al negocio del entretenimiento y a los juegos, pero de otro tipo más tradicional: los naipes.

Con el paso de los años y el fin de la moda de las cartas, la compañía se fue diversificando y se dedicó a negocios de lo más variopintos, como los “hoteles del amor” o los juguetes, hasta que en la década de los ’70 del pasado siglo comienza su carrera en los videojuegos. Estuvo presente tanto en los salones recreativos como en las casas con plataformas de sobremesa de fabricación propia.

Durante los años 80 el sector del videojuego vivió una gran crisis, y se dice que gracias a Nintendo consiguió salir adelante. Por entonces ya trabajaban en la compañía dos de las grandes mentes maestras que han traído algunos de los videojuegos más famosos y apreciados de la historia: Shigeru Miyamoto y Gunkepi Yokoi. El primero, creador de Super Mario, Zelda o Pikmin entre muchos otros, y el segundo, el diseñador detrás de inventos como Game Boy, Virtual Boy o R.O.B., el robot que se conectaba a la Nintendo Entertainment System.

Durante todos estos años que la compañía nipona lleva haciendo videojuegos, los ha desarrollado prácticamente de todos los géneros existentes, y en algunos casos hasta inventándolos ellos mismos, y aunque con la velocidad no es con lo que más se ha prodigado, también merece la pena destacar algunas de sus obras.

INICIOS

La primera incursión de la compañía en los mundos relacionados con el motor fue bastante pronto, allá por el año 1984, antes incluso de que existiera el mítico Super Mario Bros., con ExciteBike. Este era un juego de motocross muy bien logrado para la época, en el que lo que primaba era el control del vehículo al realizar enormes y continuos saltos a la vez que se intentaba conducir a la máxima velocidad posible. Ha tenido secuelas en Nintendo 64 y en la consola virtual de Wii. Las licencias de Excite Truck y Excitebots: Trick Racing le tomaron el relevo espiritual.

Cuatro años después Rare, un estudio que todavía no pertenecía a Nintendo, pero que pronto pasaría a ser una compañía que haría juegos solo para ella, se adelantó a su época con RC Pro-Am: carreras de coches de radio control con una jugabilidad de la que han bebido obras posteriores como Micro Machines, Mashed o MotorStorm RC. En 1992 tuvo una segunda parte, también para Nintendo Entertainment System, con mejores gráficos y nuevos vehículos.

KARTS

Mario Kart es la saga por excelencia de los videojuegos de conducción arcade con karts. Ocho entregas tiene ya a sus espaldas, siendo siempre un auténtico vende consolas y uno de los fijos en el catálogo de las consolas de la compañía. Comenzó en 1992, y a pesar de utilizar siempre la misma fórmula, la han pulido tanto que muchos aficionados y medios especializados no dudan en afirmar que la última entrega es la mejor hasta la fecha. No obstante, en estos 12 años también ha habido sitio para la innovación y últimamente se ha visto personalización en los vehículos, carreras subacuáticas, antigravitatorias y hasta vehículos para dos personajes en Mario Kart: Double Dash de Gabe Cube.

Sin embargo, esta no ha sido su única creación dentro dentro de este terreno, porque si algo gusta entre los nintenderos, son las carreras de Karts. A Nintendo 64 llegaron hasta dos nuevas franquicias más. La primera estuvo centrada exclusivamente en el mundo de Donkey Kong, aunque llevaba el nombre de su acompañante: Diddy Kong Racing. Este título fue de factura parecida al anterior, aunque poseía características propias, como que se podían potenciar los objetos conseguidos durante la carrera al pasar por encima de uno del mismo tipo de forma consecutiva; y por otro lado, carreras con varios vehículos: coches, lanchas y aeroplanos. Además, contaba con modos libres de exploración y misiones de diferente tipo.

Rare, creadores de la serie Donkey Kong Country, entre otros, fueron los encargados de ese título, y también de Mickey’s Speedway USA, que salió a la venta en 2000, tres años después. Este llevaba al jugador a realizar un tour de carreras por todo los Estados Unidos controlando a Mickey, Minnie, Donald, Daisy, Goofy o Peter con una jugabilidad algo más básica. Los escenarios, aunque estaban inspirados en la realidad, se emplazaban en lugares estereotipados: campo, nieve, casinos…

No obstante, no paró ahí la fiebre de mascotas sobre vehículos medianamente pequeños, porque hasta Kirby se lanzó a pilotar en Kirby Air Ride, un juego que solo tuvo entrega en GameCube y en el que se enfrentaban los personajes clásicos de su saga en circuitos de lo más variopintos y coloridos.

FUTURO Y VELOCIDAD

Era 1990 y Nintendo se fue al futuro a contarnos como serán las carreras dentro de seiscientos años. Y según este viaje en el tiempo, en el siglo XXIV los pilotos correrán sobre naves antigravitatorias a velocidades de vértigo.

La saga F-Zero ha tenido seis videojuegos propios a lo largo de los años y tres expansiones, con presencia en Super Nintendo, Nintendo 64, GameCube y GameBoy Advance, pero sin embargo, su última aparición ha sido dentro de Nintendoland en Wii U, un título de minijuegos que simula ser un parque temático dedicado a las grandes sagas de la compañía. Aquí, la prueba consiste en conducir la nave del Capitán Falcon, uno de los personajes protagonistas, a la máxima velocidad posible utilizando el WiiU Gamepad de una forma un tanto extraña. Realmente es más una demostración de lo que puede hacer el mando que un juego competitivo en sí.

TAMBIÉN EN EL AGUA

Hemos dejado para el final la saga más fresca de todas, y nunca mejor dicho. Se trata de Wave Race, un título que nació en Game Boy en 1992 y después fue llevada a Nintendo 64 patrocinado por Kawasaki y Coca Cola, y a GameCube (Wave Race: Blue Storm). En esta ocasión, el equipo detrás de Mario Kart dejó a un lado a los tradicionales vehículos para subir a nuevos corredores sobre motos de agua. Resultó una propuesta interesante, que además de hacer luchar al jugador por ser el más rápido también le obligaba a realizar el trazado de una forma concreta siguiendo unas boyas a modo de puntos de control por los recorridos. Aunque esto era solo en las versiones de sobremesa, la portátil era algo más básica.

EXCLUSIVIDADES

Aunque los juegos de carreras de producción propia no han faltado en la Gran N, los que principalmente han poblado sus consolas son los de compañías externas, en unos casos multiplataforma, como Need for Speed o Burnout, y en otros exclusivos. Así dándonos un paseo por su estantería de clásicos se pueden encontrar algunos realmente curiosos como Biker Mice from Mars, un juego con la licencia de los Moto Ratones, la mítica serie de dibujos de los años 90, que aterrizó en Super Nintendo con un una incursión muy divertida; o también Uniracers, una creación bastante original de DMA Design, que años después se convertiría en Rockstar North (saga GTA, Red Dead Redemption), en la que competían monociclos sin conductor sobre circuitos con forma de tubo. Además, como curiosidad, la serie WipEout, en la actualidad muy relacionada con PlayStation por ser de uno de sus estudios internos, tuvo una entrega exclusiva en Nintendo 64, aunque era competencia directa de F-Zero y no gozó de tanta repercusión.

Ahora mismo, las entregas de conducción no son muy numerosas en Wii U, destacando Mario Kart 8 y Need for Speed Most Wanted, pero la llegada confirmada de Project CARS y su presumible calidad en 2015 trae consigo algo más de esperanzas a un catálogo no muy extenso en este terreno.