Nissan Cero EmisionesPrimeras impresiones a los mandos del Nissan Leaf
En Motor.es seguimos con el especial que hemos preparado de los coches eléctricos con nuestro invitado estrella, el Nissan Leaf, el Zero Emission de la marca nipona. Como no es un concepto de vehículo común queremos explicar las primeras sensaciones que nos transmite conducir un 100% eléctrico. A continuación tenéis las mías.
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Publicado: 06/03/2013 10:00
Cuando me dijeron en Nissan que ya tenían preparada la unidad de pruebas que me habían reservado empecé a intentar concienciarme sobre el vehículo que me iba a acompañar durante dos semanas. Por Barcelona ya había tenido la suerte de cruzarme con alguno por la calle y la verdad es que me llamaba la atención, pero no es lo mismo ver pasar uno a baja velocidad o en pleno atasco de la ciudad condal que ponerse a los mandos.
Evité a toda costa buscar información del coche y menos aún leer opiniones de usuarios, quería vivir una primera impresión sin subirme al coche con ideas preconcebidas. Pues bien, la primera parte la cumplí a rajatabla, pero inevitablemente me cargué a la espalda una mochila llena hasta arriba de ideas preconcebidas.
Lo primero que pensaba que me podía transmitir conducir un 100% eléctrico era conducir un coche con unas prestaciones muy limitadas. No se por qué llevaba en la cabeza que seguro que no iba a ser el más rápido en salir de los semáforos, o que iba a tener dificultades en algún cruce o en definitiva, pensaba que quizás iba a tener algún “problema” moviéndome por el denso tráfico de Barcelona.
Una vez llegué a Nissan me dieron una serie de consejos e indicaciones básicas. Me explicaron básicamente cómo funcionaba el coche y cómo cargarlo. Después de una pequeña charla con él me senté en el coche, pongo contacto y primera sensación rara, al “arrancar” el coche todo sigue igual.
Personalmente le tengo mucho aprecio a las primeras sensaciones. Siempre que me pongo a los mandos de un coche por primera vez pongo mucha atención a todo lo que me transmite. La información que obtengo durante los primeros kilómetros me sirve tanto para sacar las primeras conclusiones como para hacer una comparación al final de la prueba. Con el Leaf esa sensación la estaba viviendo de una forma más intensa.
Nada más salir del parking mi única preocupación fue la autonomía. Como comentaba al principio del artículo llevaba una mochila cargada de ideas preconcebidas, y la autonomía era una de ellas. Mi concepto de la conducción cambió radicalmente, había puesto el modo “eco” y continuamente buscaba recargar las baterías con la frenada. Poco a poco me di cuenta de otra primera impresión, una primera impresión que desmontó muchas de mis ideas preconcebidas.
Llevaba ya algún kilómetro recorrido por ciudad, y ya había entrado en la ronda. Iba tan pendiente de la autonomía que aún no me había dado cuenta que conducir un Leaf era como llevar un coche “normal”. La respuesta es buena, me permitió hacer incorporaciones rápidamente y la única diferencia que notaba conduciéndolo era que no oía ningún motor y que al soltar “gas” el coche retenía bastante (lo llevaba en el modo “eco”).
El Nissan Leaf mide de largo 4’44 metros y de ancho 1’77 metros. La posición de conducción es cómoda y la visibilidad es muy buena. Pertenece al Segmento C, donde encontramos coches como el Seat León y el Renault Megane. En definitiva es un turismo medio y que por ciudad es ágil.
Bien, aquí tenéis las primeras impresiones que me transmitió el Nissan Leaf. Estad atentos al especial que estamos desarrollando en motor.es para conocer más opiniones de más compañeros, y como no; os explicaremos un día a día con un 100% eléctrico e intentaremos resolver vuestras dudas.