Los motivos de Nissan para acelerar su cambio al coche eléctrico en Europa, una estrategia no exenta de peligros
La marca japonesa Nissan ya ha indicado en su calendario cuál será el fin de sus vehículos exclusivamente de combustible: 2030. Toda su estrategia se encaminará hacia esa fecha con la idea de electrificar toda su gama, y expone sus razones.
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Publicado: 03/10/2023 14:30
Los ingleses. Esos han sido los que han hecho rotar a Nissan hacia la electrificación total de su gama, en la que a partir de 2030 solo habrá híbridos y eléctricos puros. El gobierno de Rishi Sunak se mostró firme la semana pasada con respecto a sus líneas maestras y Nissan, el mayor fabricante del país junto a Jaguar Land Rover, se ha adelantado.
Hace unos días el gobierno británico anunció que se mantendría firme en su propuesta de mandato de vehículos de cero emisiones en lo venidero. Requerirá que los fabricantes vendan un 22% de coches eléctricos a partir de 2024, y en una progresión suficiente como para que acaben siendo el 80% en 2030, y del 100% en 2035, una fecha que en un principio iba a ser 2030.
Nissan se adapta al cambio de rumbo en el Reino Unido
El gobierno de Londres, viendo las dificultades para transformar la totalidad de su parque móvil a propulsión eléctrica para 2030, ha ampliado el plazo para que todos los coches que se vendan en su territorio pase a ser en 2035. Este cambio de criterio ha generado malestar entre fabricantes como Ford, que tenían un cronograma más acelerado. El gobierno británico ha modificado las reglas en plena transición, y esto afecta a los procesos necesarios para eliminar los automóviles que funcionen con combustibles fósiles.
A pesar de esta decisión política, Nissan ha anunciado en Londres que dejará de vender automóviles con motores exclusivamente de combustión en Europa a partir de 2030. La compañía mostró sus intenciones justo después de que Sunak anunciara que retrasase el plazo de liquidación los motores térmicos. «El mandato de cero emisiones para 2030 sigue en pie. Tomamos nuestra decisión con este hito en mente», declaró Guillaume Cartier, jefe de Nissan Europa, días antes del anuncio del gobierno del Reino Unido.
Nissan podría haberse beneficiado del cambio de fecha para la prohibición absoluta de automóviles de combustión a 2035. Sin embargo, la orden gubernamental limita las ventas de motores de combustión a solo el 20% de los automóviles y el 30% de las camionetas para 2030, con la posibilidad de una mayor restricción antes de la prohibición total de 2035.
El directivo hace hincapié que será el propio mercado el que acabe regulando y achaca al precio, ser la clave del grado de implementación. Por eso afirma «el punto crítico que determinará el comportamiento del cliente es el coste total de propiedad. Si es más favorable para un vehículo eléctrico, optarán por un vehículo eléctrico». De paso, Cartier dejó caer datos internos de Nissan que apuntan a una alta satisfacción del cliente con los automóviles eléctricos.
A pesar de la sorpresa inicial del anuncio, Ford tiene sentimientos encontrados con las nuevas fechas. Si por un lado la marca está cambiando sus reglas internas con miras hacia lo eléctrico, por otro da cierta prórroga vital a sus actuales modelos.
El rumbo marcado a la industria automotriz británica
De acuerdo con el anuncio de Sunak, los fabricantes que superen los objetivos podrán comerciar con aquellos que no cumplan con los requisitos porcentuales a modo de compensación. Además, añaden que las compañías podrán «tomar prestado un número limitado de asignaciones de eléctricos de períodos futuros si no pueden cumplir con los requisitos a través de sus propias ventas».
El monto que pueden tomar prestado equivale al 75% del objetivo en 2024, al 50% en 2025 y al 25% en 2026. El gobierno señaló que el préstamo «debe ser reembolsado con un interés anual del 3,5% para mantener el ahorro de carbono».
Los fabricantes también pueden obtener créditos de coches «zero emisiones» si venden vehículos eléctricos a clubes automovilísticos. La sanción económica por vender menos coches eléctricos de lo requerido será de 15.000 £ (17.200 €) por cada automóvil que emita gases y 18.000 £ (20.700 €) por cada vehículo pesado del mismo tipo (entendemos que SUV, pick-ups, y todoterrenos).
Una flexibilidad que ayuda
Los fabricantes que vendan más de la cantidad requerida de vehículos eléctricos también podrán utilizar el exceso para compensar. De esta manera, sus objetivos de emisiones promedio de CO2 se equilibran con las ventas de motores de combustión durante los primeros tres años. Esto brinda cierta flexibilidad a aquellos que venden modelos más pesados con gasolina y diésel. En cuanto a los fabricantes de volúmenes inferiores a 1.000 vehículos al año, estarán exentos de cumplir este tipo de regulación.