El SUV más exitoso del mercado renueva su imagen: así es el nuevo Qashqai que Nissan acaba de presentar

Aunque a muchos no les guste, los SUV centran hoy por hoy toda la atención de la industria del motor. Hay que retroceder uno años para descubrir los orígenes de este movimiento de masas, más concretamente al año 2007. Fue entonces cuando Nissan presentó un coche que no muchos esperaban que alcanzase el nivel que llegó a tener, el Qashqai. En estos 17 años de historia el modelo japonés ha pasado por diferentes etapas. La tercera generación, lanzada en 2021, ofrece ahora un restyling. El Nissan Qashqai 2024 hace acto de presencia con interesantes novedades.

Los ciclos de vida de los productos se acortan cada vez más. Nissan perdió gran parte de su papel protagonista cuando decidió extender en exceso una segunda generación del Qashqai que estaba siendo devorada por sus rivales. El japonés tiene poderosos contrincantes a su lado, modelos como el Hyundai Tucson, el KIA Sportage, el Renault Austral o el SEAT Ateca, entre muchos otros. El segmento C-SUV es el más popular en Europa y es por eso que resulta vital mantenerse actualizado para no perder posiciones. En Japón han aprendido la lección y ahora, tres años después del lanzamiento, aplican una actualización de manual.

Los pedidos se abrirán en verano, hasta entonces no hay precios oficiales

Como no podía ser de otra manera, el Nissan Qashqai cambia su imagen para ofrecer un aspecto más moderno. En el frontal vemos una parrilla completamente renovada con unos faros profundamente modificados. Los japoneses usan el recurso de Hyundai e integra el faro principal en la rejilla, haciendo prácticamente imposible distinguir entre un elemento y otro. La línea general se mantiene, aunque se aplican detalles nuevos en llantas, entre las 17 y las 20 pulgadas, y los tonos de la carrocería. En la vista posterior también adivinamos en el parachoques y en el diseño de las ópticas.

Sus proporciones no cambian, manteniéndose en en núcleo del segmento de los Scompactos con sus 4,43 metros de largo y 2,67 metros de distancia entre ejes. Eso quiere decir que su habitabilidad se mantiene en los mismos estándares que ya conocíamos. Buenos para tratarse de un C-SUV. Los cambios interiores son más discretos. El componente principal es una pantalla que si bien no cambia su tamaño, sí la forma en la que se presenta. Al integrarse más en la consola los diseñadores han tenido que modificar el salpicadero. De paso, han aprovechado la ocasión para mejorar los acabados y, cómo no, la tecnología.

Nissan asegura que los ordenadores del nuevo Qashqai son más rápidos y potentes para así poder disfrutar del sistema operativo Android Auto de Google en los niveles de equipamiento más altos. Gracias a ello los usuarios pueden disfrutar de aplicaciones nativas muy interesantes como el Google Maps. También hay mejoras en el sistema de cámaras 360, así como en el equipo de seguridad que ahora permite la desactivación personalizable de diferentes funciones con el fin de resultar menos intrusivos para el conductor. En España la gama de equipamientos se desprende del nivel Visia, estando disponibles los acabados Acenta, Tekna, Tekna + y N-Design.

La última columna de esta renovación de mitad de ciclo de vida se centra en la parte mecánica. La gama principal se mantiene, pero se revisa y se actualiza. Por un lado encontramos las versiones MHEV con motor de gasolina de 1.3 litros turboalimentado y pegatina ECO. Es capaz de desarrollar 140 o 158 caballos de potencia. La potencia se destina al eje delantero u, opcionalmente, a las cuatro ruedas en la versión más potente. Unidad que también puede acompañarse de un cambio automático Xtronic de tipo variador continuo. El consumo homologado se sitúa entre los 6,2 y los 7,1 litros a los 100 kilómetros.

La unidad más eficiente de todas es el Nissan Qashqai E-Power con sistema híbrido no enchufable y etiqueta ECO de la DGT. Al igual que ya estaba presente, en esta versión el SUV japonés sólo emplea el motor eléctrico de 190 caballos para moverse, mientras que el motor de gasolina actúa como un generador que suministra energía a una batería de 2,1 kWh de capacidad con una autonomía limitada. Gracias a este esquema, que podríamos considerar como un extensor de rango, el Qashqai es capaz de reducir sus consumos oficiales hasta los 5,1 litros por cada 100 kilómetros recorridos.