Breve guía para entender los distintos niveles de conducción autónoma
Os detallamos los distintos niveles de conducción autónoma según sus funcionalidades y los estándares que está siguiendo la industria actualmente. Práctica guía para entender la aparentemente compleja clasificación de los diversos sistemas existentes y los que aún están en desarrollo.
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Publicado: 26/02/2017 17:00
La tecnología de conducción autónoma se ha convertido en la última frontera que los fabricantes se han propuesto alcanzar. A priori, definir su aplicación parece simple, el vehículo conduce por ti y el conductor se convierte en mero pasajero. Esto sucede tras haber activado dicha función, a modo de piloto automático.
Sin embargo, esta descripción es incorrecta y es lo que lleva a error a muchos, lo que se acrecenta con las confusas explicaciones de algunos fabricantes, acostumbrados a describir las características de sus modelos simplemente ensalzando sus virtudes pero sin dar una explicación clara y concreta.
La realidad es que no es el vehículo el que conduce por si solo, sino que es manejado por un complejo sistema, que actúa a modo de conductor. Esta definición, más exacta pero que parece describir lo mismo, es la clave para entender los diferentes niveles de actuación de estos sistemas. Ya que para muchos, sobre todo aquellos más profanos en materia automovilística, los sistemas de conducción autónoma son todos iguales, y no lo son.
En función de las capacidades de los sistemas presentes en el vehículo, este dispondrá de unas funciones u otras, y su comportamiento y capacidades puede ser clasificado en distintos niveles, según el grado de automatización.
La industria ha separado estas capacidades autónomas en 4 niveles - aunque nosotros nombraremos 5 - que se definen por la implicación del propio conductor o el sistema en las tareas de conducción. El nivel más bajo sería el cero, es decir, aquellos vehículos que no disponen de ninguna capacidad autónoma y todo depende única y exclusivamente del conductor. Por el contrario, el nivel más alto sería el 5, en el que es el sistema el que toma los mandos por completo y además, es capaz de conducir en todas las situaciones, es decir, conducir por si solo de principio a fin sea cual sea el entorno y las condiciones del tráfico.
Actualmente, los sistemas más avanzados disponibles en el mercado pertenecen al nivel 2. Como mejor ejemplo, el sistema Autopilot de Tesla, al que muchos consideran ya un sistema de piloto automático completo, y no lo es.
Nivel | Descripción | Dirección, aceleración y frenada | Vigilancia del entorno | Responsabilidad última en la toma de decisiones |
---|---|---|---|---|
Cero | Sin automatización | Conductor | Conductor | Conductor |
1 | Asistencia a la conducción | Conductor/Sistema | Conductor | Conductor |
2 | Automatización parcial | Sistema | Conductor | Conductor |
3 | Automatización condicional | Sistema | Sistema | Conductor |
4 | Automatización elevada | Sistema | Sistema | Sistema |
5 | Automatización completa | Sistema | Sistema | Sistema |
Nivel cero
El nivel cero es sencillo de describir, carece por completo de estos sistemas, y como ejemplo podemos tomar cualquier vehículo anterior a los sistemas de seguridad que actuen por si solos, como el ESP. En este nivel debemos incluir también aquellos modelos que disponen de sistemas de advertencia, como los avisos de colisión delantera o de salida de carril. Ya que estos son meros sensores que activan un aviso, y es el conductor el que maneja el comportamiento del vehículo.
Nivel 1
En este caso incluimos a todos aquellos vehículos que dispongan de sistemas que realizan una función concreta, como por ejemplo el ESP o el Control de crucero adaptativo, que son capaces de modificar el comportamiento del vehículo sin que el conductor intervenga. A estas funcionalidades siempre se les ha denominado sistemas de seguridad y es el propio usuario el que tiene el control del vehículo en todo momento.
Los sistemas de aparcamiento automático más simples también son considerados dentro de este nivel, puesto que es el propio conductor el que en todo momento tiene el control sobre el vehículo.
Nivel 2
Este es el verdadero nivel en el que encontramos los modelos que actualmente están en el mercado, como el mencionado Autopilot de Tesla. Estos disponen de ciertas capacidades que permiten que sea el sistema el que tome los mandos para ciertas tareas pero solo en determinadas situaciones.
Por lo que el conductor siempre debe estar alerta, es decir, no se da la situación en la que el usuario puede estar leyendo el periódico mientras va circulando (aunque hayamos visto ya algunas imágenes similares) puesto que el sistema no tiene capacidades reales para conducir en todo momento.
El sistema realmente solo se encarga de mantener el vehículo en movimiento actuando sobre el acelerador y de mantenerlo en el carril operando el volante. Empleando el sistema de control de crucero adaptativo es capaz también de ajustar su velocidad, pero ante una modificación de la circulación normal activa un aviso y se desactiva el sistema para que el conductor tome los mandos.
Nivel 3
En este caso nos encontramos una evolución de las aptitudes anteriores. El vehículo puede manejar el vehículo en términos de aceleración y frenada, así como el volante e incluso en situaciones de parada y reanudación de la marcha. Pero sigue dependiendo ampliamente de la vigilancia del conductor. En este caso, gracias a las características más avanzadas de sus sistemas permite que el vehículo sea capaz de tomar el mando durante más tiempo.
Hasta la llegada de la cuarta generación del Audi A8 no había
en el mercado ningún vehículo con estas características, aunque existen ya varios prototipos que disponen de suficientes capacidades autónomas como para encuadrarse en este nivel.
Las próximas novedades que llegarán al mercado serán de este nivel, una automatización más avanzada pero que sigue sin ser un vehículo autónomo al cien por cien.
Niveles 4 y 5
A partir de este nivel ya podemos hablar de vehículos autónomos como tal. Ya que es el propio sistema el que toma los mandos y se puede encargar de realizar el viaje por completo. Tan solo debemos indicarle a dónde debemos ir y el vehículo hará el resto.
Para muchos, el cuarto ya es el nivel más alto, como la NHTSA, que apunta que incluso el vehículo puede moverse sin la presencia de un conductor. Sin embargo, para otros, dispondríamos de un nivel más, en el que el vehículo es realmente capaz de operar por si solo en todas las condiciones de tráfico y climatológicas posibles.
Una automatización completa será mucho más compleja de desarrollar que la tecnología que encontramos en los niveles inferiores, por lo que seguramente, en unos años, cuando comiencen a aparecer sistemas con estas capacidades nos encontraremos distintos niveles de actuación. Vehículos capaces de conducir por si solos pero en determinadas circunstancias.
Llegar al nivel 5 de autonomía completa en cualquier situación supondrá una evolución de los sistemas que podemos englobar en el nivel 4. Todo dependerá de como avance la tecnología y con ella la capacidad del sistema de “leer” su entorno y poder “pensar” por si mismo para dar la debida respuesta a cada situación concreta en el momento adecuado.
Quizás en un futuro lleguemos a hablar de nuevos niveles, ya que por el momento, como podéis comprobar, la tecnología solo está dando sus primerísimos pasos en este área. El día de mañana podríamos ver como nuestra manera de entender el tráfico también evoluciona y de la misma manera que la sociedad se adaptó a la introducción del automóvil, el día de mañana podríamos asistir a una nueva manera de ver y vivir los sistemas de transporte personales.