«Quizás haríamos mejor en olvidar la norma Euro 7», Francia pide a los fabricantes de coches centrarse en las tecnologías «del mañana»

La normativa Euro 7 sigue centrando el debate en la industria europea del automóvil. Un estándar que, si no sufre ningún cambio, impulsará la desaparición de una gran parte de los coches baratos que podemos encontrar actualmente en nuestros concesionarios. La lista de entidades y/o personalidades críticas sobre la propuesta original de la Unión Europea sigue creciendo. El último en sumarse ha sido un ministro francés.

Bruno Le Maire, Ministro de Economía, Finanzas y Soberanía Industrial y Digital de Francia, ha salido al paso de la polémica que rodea a la norma Euro 7. Una normativa que también es vista como la parada previa a la culminación del proceso de cambio al coche eléctrico en el que se ha embarcado la industria automotriz del Viejo Continente. El alto cargo del Gobierno de Francia advierte que la norma Euro 7 acarreará gastos «inútiles» para los fabricantes de automóviles.

Francia pide centrarse en el coche eléctrico y «olvidar» la norma Euro 7

Si no se producen cambios, la normativa Euro 7 estará en disposición de entrar en vigor en el verano del año 2025. Los fabricantes de automóviles tienen muy poco margen de tiempo para adaptar sus líneas de turismos con motor de combustión interna para que cumplan con los nuevos estándares de emisiones. Y como bien hemos apuntado previamente, los coches baratos y asequibles corren serio peligro.

Le Maire ha hecho acto de presencia en la inauguración de un nuevo centro de producción de baterías para coches eléctricos situado en el norte de Francia. En el evento organizado ha tenido tiempo de hablar con la prensa y compartir su visión sobre cómo se está enfrentando la industria a tan temida norma.

«Quizás haríamos mejor en olvidar este estándar Euro 7, que le costará a nuestros fabricantes de automóviles una inversión inútil. Necesitamos invertir en las tecnologías del mañana, no en las de ayer», aseguró Le Maire. También apuntó que ni China ni Estados Unidos han impuesto lo mismo a sus fabricantes de automóviles.

El reglamento Euro 7 no solo endurecerá los límites de los gases que emanan del sistema de escape, también abordarán las partículas contaminantes provenientes de los frenos y los neumáticos. Un número creciente de países miembro de la Unión Europea se muestran críticos y piden retirar y/o rebajar los nuevos límites con el objetivo de dar oxígeno a la industria europea del automóvil y, de esta manera, evitar que la transición a la movilidad sostenible sea un proceso doloroso y/o dramático para las clases bajas y medias.