Por qué la nueva normativa anticontaminación Euro 7 va a provocar lo contrario de lo que pretende

Los fabricantes de automóviles critican la nueva normativa Euro 7 que la Unión Europea quiere implantar en el continente a partir de 2025. Consideran que, en realidad, va a ser contraproducente y muy dañina para la industria.

Por qué la nueva normativa anticontaminación Euro 7 va a provocar lo contrario de lo que pretende
La normativa Euro 7 obliga a los fabricantes a invertir aún más dinero en tecnología.

6 min. lectura

Publicado: 30/11/2022 14:00

La Unión Europea prepara ya el documento final que haga efectiva la implantación definitiva de la normativa anticontaminación Euro 7, que presente reducir considerablemente las emisiones de los vehículos ligeros y pesados a partir de 2025.

De hecho, ya hemos conocido el borrador de dicha normativa, que no sólo pondrá el foco en los turismos de combustión sino también en los eléctricos y en el transporte pesado. Sin embargo, lo que la nueva Euro 7 va a conseguir es justamente lo contrario de lo que pretende. O al menos eso es lo que afirman los fabricantes europeos.

ACEA critica la normativa Euro 7

En un documento publicado en su página web, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha criticado la futura implantación de la normativa Euro 7 en el Viejo Continente.

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En concreto, la directora general Sigrid de Vries afirma que «la propuesta de la Comisión de nuevas normas de emisión de contaminantes para turismos y furgonetas (Euro 7) y camiones y autobuses (Euro VII) es contraproducente, ya que corre el riesgo de ralentizar la transición hacia el transporte sin emisiones».

Dicha afirmación se sustenta en el argumento de que las pruebas extraordinariamente estrictas y las condiciones límite hacen poco para mejorar la calidad del aire en la conducción diaria. «Sin embargo, aumentan considerablemente el coste de los vehículos, desviando valiosos recursos, tanto de ingeniería como financieros, lejos del objetivo de cero emisiones».

ACEA considera que la normativa Euro 7 tendrá un impacto muy limitado en la reducción de las emisiones contaminantes.

Sigrid de Vries va más allá, afirmando que los límites impuestos por la Unión Europea bordean los límites de lo técnicamente posible, forzando además a los fabricantes de automóviles a diseñar, desarrollar, probar y homologar nuevos modelos en un periodo de tiempo totalmente insuficiente.

«Las fechas de implementación propuestas (julio de 2025 para automóviles y furgonetas y julio de 2027 para vehículos pesados) no son realistas, dada la gran cantidad de modelos y variantes de vehículos que deben desarrollarse, diseñarse, probarse y homologarse antes de esa fecha», señala la dirigente neerlandesa.

«Las furgonetas pesadas reciben un trato especialmente duro por la fecha y el contenido. La propuesta Euro VII para camiones ignora por completo el cambio rápidamente acelerado hacia vehículos de cero emisiones, y también ignora el efecto de los futuros objetivos de CO₂ (dióxido de carbono) para vehículos pesados», reitera.

Un impacto reducido en las emisiones contaminantes

Según datos proporcionados por Aeris Europe, la renovación de la flota con los últimos vehículos Euro 6/VI, junto con la electrificación de vehículos nuevos, generaría una reducción del 80 % en las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) del transporte por carretera para 2035 (en comparación con 2020).

Durante el mismo período de tiempo, los escenarios Euro 7 más estrictos reducirían las emisiones de NOx del transporte por carretera en menos de un 5 % adicional para automóviles y furgonetas en comparación con los niveles Euro 6d, y en aproximadamente un 2 % para camiones.

Esto le sirve a ACEA para afirmar que la Unión Europea «ya cuenta con los estándares más completos y estrictos para las emisiones contaminantes (como NOx y PM (partículas de materia)) del mundo. Las emisiones de escape ya se encuentran en un nivel apenas medible gracias a la tecnología de vehículos de última generación».

Adicionalmente, De Vries argumenta que «el mayor impacto, tanto en las emisiones de contaminantes como de dióxido de carbono (CO₂), se verá impulsado por la renovación de la flota dirigida a la todavía gran cantidad de vehículos estándar de principios del euro en las carreteras de la UE, reemplazándolos con vehículos asequibles de última tecnología, al mismo tiempo que aumenta la electrificación».

Finalmente, Sigrid de Vries recuerda a la Unión Europea que «todos los esfuerzos de la industria automotriz están orientados hacia la movilidad de cero emisiones», señalando que «la industria tiene propuestas y soluciones sólidas para hacer realidad esta transformación».

Eso sí, para que el resultado final sea satisfactorio para todas las partes, «las políticas y regulaciones deben alinearse y apoyar el objetivo general de alcanzar un transporte de cero emisiones en Europa y hecho en Europa».

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