Con más de medio millón de coches eléctricos en circulación, Noruega saca a la luz los verdaderos problemas de la movilidad eléctrica (y no es la autonomía)

Tienen muchos a favor, tantos que nunca más volverán a la combustión térmica o a los híbridos, pero los eléctricos también tienen muchos detractores, especialmente por su autonomía, el tiempo necesario de recarga de la batería durante un largo viaje, la falta de infraestructura, sus elevados precios comparados con los de gasolina, diésel e híbridos. Estas son las principales causas, ciertas, para no estar a favor de los coches eléctricos, pero son los países del norte de Europa los que mejor pueden hablar de la fiabilidad.

Como Noruega, donde ya existen más de medio millón de eléctricos en sus carreteras. La autoridad de tráfico nacional ha elaborado un interesante informe en el que muestra los motivos por los que los servicios de asistencia prestan ayuda a los eléctricos, y no es precisamente por quedarse sin energía en su batería. El informe apunta que, raramente, los coches eléctricos se quedan tirados en carretera por este motivo, sino que son otros los motivos, y no tantos como puedas imaginar: poco más de siete mil los que han sufrido problemas entre las 143.000 salidas que las asistencias realizaron en la primera mitad de 2022.

Las baterías de arranque, que no de tracción, causa mayor de «avería» en los eléctricos

De hecho, el análisis realizado por la Federación Automovilística de Noruega señala que quedarse sin energía en la batería de tracción no figura entre las cinco causas más habituales que han obligado a los dueños de los coches eléctricos a realizar paradas de emergencia, aunque sí tiene mucho que ver con el suministro de energía pero de la batería de 12V. Los eléctricos, como los híbridos y los de combustión, cuentan con una batería que alimenta los sistemas eléctricos, la que permite abrir las puertas y también activar el botón de arranque.

Y esta es la principal causa, un elemento que muchos dueños creen no tener a bordo, pero que sí cuentan con ella pues con la de alto voltaje es más que suficiente. Un error craso del que se sorprenden cuando se les indica que está defectuosa o dispone de tan baja carga que es imposible que el eléctrico pueda funcionar. Según los datos de la NAF, las baterías de arranque descargadas representaron el 54 por ciento de las llamadas para prestación de auxilio, frente a un 4,4 por ciento de las llamadas relacionadas con fallos en el sistema de propulsión.

Los eléctricos ofrecen mayor fiabilidad que los coches de combustión

El segundo motivo de asistencia son los pinchazos, los coches eléctricos son más pesados y requieren de neumáticos especiales, lo que les hacen más propensos a los pinchazos. El problema es que la gran mayoría de coches nuevos no disponen de rueda de repuesto o de herramientas para cambiar las ruedas, solo de una espuma sellante de efecto temporal con un tubo de un tamaño estándar, mientras que los neumáticos de los coches eléctricos, más especiales, suelen tener una válvula de tamaño variable. El tercer motivo tiene que ver con los fallos en el sistema eléctrico, como consecuencia de una defectuosa batería de a bordo y el cuarto con los atascos en nieve.