El Nvidia DRIVE Thor es un microchip revolucionario destinado a la conducción autónoma

El gigante californiano de chips, Nvidia, ha lanzado al mercado su última creación destinada a la conducción autónoma. Se llama DRIVE Thor y ha sido creado con el objetivo de ofrecer a los fabricantes de automóviles una plataforma informática que centraliza la conducción autónoma y asistida, además de otras funciones digitales como puede ser el sistema de infoentretenimiento del automóvil.

La principal ventaja del nuevo chip Nvidia DRIVE Thor es según Danny Saphiro, vicepresidente de la división automotriz de la empresa, que permite el reemplazo de numerosos chips y cables del automóvil, lo que redunda en una notable reducción de los costes generales del conjunto.

DRIVE Thor utiliza núcleos ARM Poseidon AE actualizados, lo que lo convierte en uno de los procesadores de mayor rendimiento de la industria

«Se puede imaginar un tremendo ahorro en términos de coste, en términos de cableado reducido, en términos de peso reducido, en términos de consumo de energía reducido en general», dijo Shapiro en unas declaraciones recogidas por Reuters.

Nvidia DRIVE Thor

Este nuevo sistema en un chip (SoC) de grado automotriz se basa en los últimos avances de CPU y GPU para ofrecer 2000 teraflops de rendimiento al tiempo que reduce los costos generales del sistema.

Al igual que el chip DRIVE Orin de la generación actual, DRIVE Thor se sirve de la productividad del kit de desarrollo de software Nvidia DRIVE, que está diseñado para ser funcionalmente seguro a nivel ASIL D y se basa en una arquitectura escalable, por lo que los desarrolladores pueden transferir sin problemas su desarrollo de software anterior a la última plataforma.

Además del rendimiento bruto, DRIVE Thor ofrece un salto increíble en la precisión de la red neuronal profunda, ya que marca la primera inclusión de un motor transformador en la familia de plataformas AV.

Las redes de transformadores procesan los datos de video como un marco de percepción único, lo que permite que la plataforma informática procese más datos con el tiempo.

Con una precisión de coma flotante de 8 bits (FP8), el SoC (System on a Chip) presenta un nuevo tipo de datos para la automoción. Tradicionalmente, los desarrolladores de AV ven una pérdida de precisión al pasar de formatos de datos de punto flotante de 32 bits a enteros de 8 bits. La precisión del FP8 facilita esta transición, haciendo posible que los desarrolladores transfieran tipos de datos sin sacrificar la precisión.

Además, DRIVE Thor utiliza núcleos ARM Poseidon AE actualizados, lo que lo convierte en uno de los procesadores de mayor rendimiento de la industria.

El SoC es capaz de realizar computación multidominio, lo que significa que puede dividir tareas para la conducción autónoma y el infoentretenimiento en el vehículo. Este aislamiento de dominio de cómputo múltiple permite que los procesos simultáneos de tiempo crítico se ejecuten sin interrupción. En una computadora, el vehículo puede ejecutar simultáneamente Linux, QNX y Android.

Normalmente, este tipo de funciones están controladas por decenas de unidades de control electrónico distribuidas por todo el vehículo. En lugar de depender de estas ECU distribuidas, los fabricantes ahora pueden consolidar las funciones del vehículo utilizando la capacidad de DRIVE Thor para aislar tareas específicas.

Los fabricantes de automóviles, la nueva competencia del sector de los microchips

Los chips de alta potencia de Nvidia para la conducción automatizada y las pantallas de tablero ricas en funciones se han posicionado como un producto premium para los fabricantes de automóviles que quieren estar a la vanguardia.

En este contexto, Nvidia ya ha anunciado que su primer cliente para la nueva gama de microchips DRIVE Thor es Zeekr, marca propiedad del grupo automotriz chino Geely. Sin embargo, la marca californiana también reconoció a primeros de mes que las autoridades estadounidenses le pidieron que dejara de exportar dos de sus mejores chips para trabajos de inteligencia artificial a China.

Este medida se incluye en un contexto de represión generalizada contra la capacidad tecnológica del gigante oriental que guarda relación con las tensiones sobre el destino de Taiwán, lugar en el que se fabrican chips para Nvidia y casi todas las empresas relevantes del sector.

Adicionalmente, varios fabricantes de automóviles han comenzado a desarrollar sus propios microchips para hacer frente a la llamada crisis de los microchips. De ese modo, serían capaces de controlar la producción y el suministro de unos componentes tan relevantes en la industria.

General Motors, que actualmente utiliza chips de Nvdia para su departamento de conducción autónoma Cruise, ha anunciado recientemente que espera poder contar con sus propios chips para este fin en 2025.

El sistema en un chip (SoC) de grado automotriz se basa en los últimos avances de CPU y GPU para ofrecer 2000 teraflops de rendimiento al tiempo que reduce los costos generales del sistema.