¿Odias los mandos táctiles en los coches? La decisión de Euro NCAP te encantará (pero se queda corta)
Las encuestas de satisfacción de los usuarios los rechazan y las marcas dudan, al tiempo que diversos estudios alertan de su peligrosidad. Ahora, Euro NCAP ha dado un paso más en la guerra contra los mandos táctiles al penalizarlos en sus pruebas.

El notable incremento de la tecnología en los vehículos de la última década ha traído consigo soluciones muy interesantes y también mejoras en la seguridad. Sin embargo, también ha creado modas cuestionables o, incluso, que atentan contra la seguridad.
Es el caso de la paulatina desaparición de los botones físicos para funciones básicas como el control de la climatización, la radio o, incluso, el limpiaparabrisas o los intermitentes en algunos casos extremos. Esto ha llevado a los usuarios a rechazar estas medidas, provocando a su vez que las marcas se cuestionen si han llegado demasiado lejos.
Un informe del Observatorio Europeo de Seguridad Vial revela que los conductores dedicamos aproximadamente la mitad del tiempo de conducción a actividades distractoras
No en vano, tener que apartar la vista de la carretera para acertar a pulsar un espacio táctil complicado de encontrar o, incluso, tener que navegar por los menús de una pantalla, no es precisamente un avance en materia de seguridad.
Ahora, este enfoque impulsado por razones estéticas y de reducción de costes ha generado una enérgica respuesta por parte del máximo organismo europeo en materia de seguridad vial: Euro NCAP.
¿Quieres cinco estrellas? Dame botones físicos
A partir de 2026, todo vehículo que quiera tener la oportunidad de obtener la codiciada calificación de cinco estrellas en seguridad, deberá contar obligatoriamente con controles físicos para ciertas funciones clave.
Se trata de una medida que, sin duda alguna, representa un punto de inflexión en la industria. Y es que, si bien las pruebas Euro NCAP no son obligatorias para vender coches en Europa, sí se han convertido en un baremo de seguridad y, de paso, un gran reclamo comercial para las marcas.

Por tanto, a partir de enero de 2026, los fabricantes que aspiren a la máxima calificación de seguridad deberán garantizar que cinco funciones esenciales dispongan de controles físicos accesibles sin necesidad de recurrir a la pantalla táctil:
- Intermitentes
- Luces de emergencia
- Claxon
- Limpiaparabrisas
- Sistema de llamada de emergencia (eCall)
Si bien estas cinco funciones son a todas luces insuficientes, ya que no incluyen otras tan importantes y utilizadas como la climatización, al menos suponen un primer paso en dirección a un objetivo claro: reducir el tiempo que los conductores apartan la vista de la carretera para realizar ajustes en el vehículo.
En opinión de Matthew Avery, director de desarrollo estratégico de Euro NCAP, «el uso excesivo de pantallas táctiles es un problema generalizado en la industria» y abordarlo es una prioridad para mejorar la seguridad vial.
¿Por qué los fabricantes han apostado por las pantallas táctiles?
El auge de las pantallas táctiles en los automóviles no ha sido casualidad. Los fabricantes han visto en ellas una forma de modernizar los interiores, simplificar la producción y reducir los costes.
No en vano, los botones y diales físicos requieren cableado adicional y materiales específicos, mientras que una interfaz digital basada en software permite actualizaciones remotas y una mayor flexibilidad en el diseño del salpicadero.

Marcas como Tesla, Volkswagen y Mercedes-Benz han llevado esta tendencia al extremo, eliminando casi por completo los controles físicos en algunos de sus modelos.
Un ejemplo claro es el Tesla Model Y, que ha suprimido las palancas de los intermitentes en favor de botones táctiles en el volante. Por su parte, el Volkswagen ID.7 obliga a los conductores a ajustar las salidas de aire a través de la pantalla del sistema de climatización, mientras que el Volvo EX30 oculta la configuración de los retrovisores y la luneta térmica tras submenús digitales.
Tampoco es circunstancial que la adopción masiva de pantallas haya sido impulsada por la capacidad de actualizar los vehículos mediante software over-the-air (OTA), permitiendo a las marcas corregir fallos y añadir funciones sin necesidad de visitas al taller.
Sin embargo, este modelo de interacción digital ha priorizado la flexibilidad del software sobre la usabilidad del usuario, lo que ha provocado un aluvión de críticas.
La creciente oposición a la dictadura táctil
El rechazo a la eliminación de los botones físicos no proviene únicamente de organismos de seguridad. Asociaciones de automovilistas y consumidores han manifestado su preocupación por la dificultad de manejar funciones básicas sin apartar la vista de la carretera.
Por ejemplo, Edmund King, presidente de la Automobile Association (AA) del Reino Unido, calificó de «desafiante» la experiencia de conducir el renovado Tesla Model 3, debido a la ausencia de indicadores físicos en el tablero. Según King, «los controles de un coche deben ser intuitivos para que los conductores puedan centrarse en la carretera y no en una pantalla lateral».
Estudios recientes respaldan estas preocupaciones. Un informe del Observatorio Europeo de Seguridad Vial revela que los conductores dedican aproximadamente la mitad del tiempo de conducción a actividades distractoras, con los sofisticados y cada vez más complejos sistemas de infoentretenimiento como una de las principales causas.
A diferencia de los botones físicos, que pueden activarse de forma intuitiva y sin mirar, las pantallas táctiles requieren la atención visual del conductor, aumentando el riesgo de distracción y accidentes.
También está el tema del coste de reparación de estos sistemas táctiles. Al integrar múltiples funciones en un único panel digital, cualquier avería implica un elevado coste de sustitución, lo que genera una preocupación adicional para los propietarios de vehículos modernos.

¿Cómo están respondiendo los fabricantes?
Aunque los estándares de Euro NCAP no son legalmente vinculantes, su influencia es innegable, puesto que la calificación de cinco estrellas se ha convertido en un reclamo de confianza del consumidor. Los fabricantes que ignoren estos cambios podrían ver comprometida la percepción de seguridad de sus vehículos y perder cuota de mercado frente a marcas que sí se adapten a los nuevos criterios.
Algunas compañías ya están tomando medidas. Mazda ha mantenido su enfoque en controles físicos para funciones esenciales, resistiéndose a la tendencia de eliminar botones en favor de pantallas táctiles. Por su parte, Toyota ha apostado por un equilibrio entre interfaces digitales e interruptores físicos, consciente de la importancia de una experiencia de usuario intuitiva y segura.
Otra alternativa que algunos fabricantes están explorando es el uso de controles por voz. Esta tecnología permitiría a los conductores interactuar con el vehículo sin necesidad de retirar las manos del volante ni apartar la vista de la carretera.
Sin embargo, los sistemas de reconocimiento de voz aún presentan desafíos, como la dificultad para interpretar acentos, el ruido ambiente o la comprensión de comandos complejos. Además, muchos usuarios los consideran poco intuitivos o imprecisos, por lo que difícilmente podrán reemplazar por completo los controles físicos.
La era de las pantallas táctiles absolutas podría estar llegando a su fin, y con ello, un regreso a la funcionalidad y la seguridad en la carretera. ¿Será sólo un amago o se completará una transición deseada por muchos usuarios?
Fuente: Autoblog
