Oficial, Volvo ha sido comprada por el fabricante chino Geely
Tal y como lo anunciamos el día de ayer, finalmente se ha cerrado la transacción que ha permitido a Geely hacerse con la propiedad de Volvo.
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Publicado: 28/03/2010 18:20
1.341 millones de euros, ese fue el importe del cheque que ingresará mañana la casa Ford en su cuenta del banco después de haber llegado a buen término la venta de la casa sueca Volvo, dentro de su plan de saneamiento establecido el año pasado y que le permitiría sanear sus cuentas y enfocarse en el mercado americano.
En una rueda de prensa realizada en Gotemburgo, las partes implicadas hicieron el anuncio oficial, algo que ya se sabía desde el día de ayer, debido a los fuertes rumores de la industria que indicaban exactamente eso, que la larga negociación llegaba a su fin.
Así se acaban los culebrones que ha vivido la industria del motor, especialmente en sus actores americanos y europeos, ya que con la venta de Volvo a Geely se acaban casi dos años de intensas negociaciones y esfuerzos, primero para salvar a los grandes de Detroit; General Motors, Ford y Chrysler, que han conseguido revertir las graves situaciones que atravesaban gracias a la intervención del gobierno americano y la compra de Chrysler por parte del grupo Fiat. Y en Europa quedó claro que la venta de Opel no era más que una maniobra distractiva por parte de General Motors para conseguir dinero fresco del gobierno alemán y Saab, la otra casa sueca se salvó in extremis de su desaparición después de varios fallidos intentos de compra por parte de Fiat, el fabricante chino Baic, el constructor de súper deportivos sueco Koenigsegg, para acabar siendo adquirida por la holandesa Spyker.
Así, la venta de Volvo supone un importante paso para el fabricante chino Geely en tres importantes líneas estratégicas: La primera de ellas poder acceder de forma directa al mercado europeo, la segunda es adquirir la tecnología y expertise que tiene Volvo como fabricante y que los chinos ansían para poder incorporar en sus modelos y elevar sus bajos estándares y la tercera y quizás no última es aprovechar el prestigio de la marca sueca y relanzarla, convirtiéndola en una marca de fuerte penetración en el mercado, aprovechando los bajos costes de producción del país asiático, ya que lo primero que hará es construir una planta en territorio chino para las siguientes generaciones de coches Volvo destinados tanto al mercado interno como para venta en la región asiática.
Pero no todo parece ser tan fácil, ya que además de los casi 1.500 millones de euros que Geely ha pagado por Volvo, ahora tiene que asegurar otra enorme cantidad de dinero para asegurar la liquidez y continuidad de las operaciones de la casa sueca, lo que debiera por lo menos estar asegurado por parte del gobierno chino y del propio holding a que pertenece Geely, marca que pretende convertirse en el primer constructor mundial de coches en el año 2025.