La ONU obligará a los fabricantes a garantizar la durabilidad de las baterías de eléctricos
Las baterías de los coches eléctricos son el componente más caro de todo el conjunto. Los fabricantes lo saben, pero desde la Comisión Económica de las Naciones Unidas se estudia un reglamento que obligará a los fabricantes a garantizar una vida útil mínima para las baterías desde 2023, e informar y garantizar las pérdidas de capacidad por degradación.
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Publicado: 17/11/2021 21:30
Los híbridos enchufables y los eléctricos empiezan a despuntar seriamente en Europa. Sus ventas van en aumento cada vez más, y los segundos son el verdadero futuro de la industria. En poco más de dos años, grandes marcas se transformarán en firmas de cero emisiones, convirtiendo su gama de modelos de combustión en 100% eléctricos que convivirán con los primeros hasta la próxima década.
Una hornada de nuevos modelos en los que la batería, el componente determinante, es el más caro de todo el conjunto. En el caso de algunos modelos Premium, el coste de la batería puede alcanzar el precio de un Dacia Sandero medianamente equipado. Razón por la que los fabricantes ofrecen una garantía para este elemento que llega a los 8 años o los 160.000 kilómetros. Unos plazos relativamente largos, y de los que algunas marcas francesas -como las de Stellantis- emiten un certificado de garantía sobre la capacidad de la batería pasado este plazo para los que decidan revender sus coches.
Desde 2023, los clientes conocerán la pérdida de capacidad en las baterías de eléctricos
Las baterías no son perfectas, las inclemencias meteorológicas y los ciclos de carga, amén de otros factores, reducen la capacidad de carga con el tiempo. Y aunque algunas marcas han señalado un porcentaje aproximado, los clientes solamente pueden creer lo que les dicen. Esto es precisamente lo que algunos países mundiales quieren solucionar obligando a los fabricantes a garantizar una vida útil mínima para las baterías de tracción de los eléctricos e híbridos enchufables.
Entre ellos se encuentran China, Estados Unidos, Canadá, Japón, República de Corea, Reino Unido, Irlanda del Norte y la Unión Europea, que trabajan junto con la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas, la Unece, que tiene su sede en Ginebra, en un reglamento sobre la degradación de las baterías. El borrador, que ya está listo, contempla la obligación de los fabricantes a emitir un certificado de que las baterías perderán menos del 20% de su capacidad inicial en los primeros cinco años -o después de 100.000 kilómetros- y menos del 30% en 8 años o tras recorrer 160.000 kilómetros.
Una medida muy interesante que se votará el próximo 29 de marzo de 2022, y que de aprobarse, los países deberán de incorporar en sus legislaciones nacionales con un calendario de aplicación, de manera que la norma entre en vigor en 2023. Dado que los nuevos modelos ya disponen de actualizaciones por aire, al igual que reciben paquetes de datos, los fabricantes deberán recibir información acerca del estado de la batería para certificar el nivel de carga del dispositivo.
André Rijnders, presidente del Grupo de Trabajo sobre Contaminación y Energía, impulsor y desarrollador de la propuesta, ha señalado que «la información precisa sobre la salud y la capacidad restante de la batería estará disponible gratuitamente para el propietario del vehículo. Esto proporcionará información valiosa para las transacciones de vehículos eléctricos usados o de segunda mano y otros cambios de propietario del vehículo», añadiendo desde Unece que la medida «evitará el uso de baterías de mala calidad».
Fuente: UNECE