Opel Grandland X, el coche de los que hacen de la vida diaria una aventura
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Publicado: 03/04/2019 11:45
Olvídate, las sensaciones fuertes no solo se viven el fin de semana o cuando sales al campo. Hay un coche, el Opel Grandland X, que hace de la vida diaria una aventura.
El Opel Grandland X es el SUV compacto más grande de la gama X de Opel (la que acoge a todos los crossover de la casa alemana). Por dimensiones y espacio interior se posiciona por encima del Opel Mokka X y del Crossland X, a los que saca algo más de 25 centímetros; pero sin que esto suponga ser demasiado grande para moverse con agilidad por las calles de la ciudad (de largo mide 4,5 metros, 10 cms más que el Opel Astra).
El Grandland X es además el ejemplo perfecto de la filosofía que durante años ha impulsado el trabajo de Opel: ofrecer tecnología de última generación al alcance de todos. El alto componente tecnológico del Grandland X lo convierte en una de las ofertas más atractivas del segmento. Pruébalo y te convencerás de que tu vida puede ser mucho más segura y confortable con un vehículo como el Grandland X.
El SUV compacto de Opel ofrece una de las mejores relaciones calidad-precio (lo tienes por menos de 21.000 euros), pero tiene soluciones que se podrían esperar en modelos de gamas superiores. Los que repasamos a continuación son solo un ejemplo.
- Son un 30% más luminosos que los faros halógenos convencionales y se adaptan a las circunstancias de la carretera gracias a funciones específicas para carreteras secundarias, autopista, ciudad, intersecciones, clima adverso y curvas.
- Control de Crucero Autorregulable. El control de crucero de la mayoría de los coches permite fijar una velocidad que el auto mantiene de manera automática y constante. El del Grandland X escanea la carretera y acelera o frena para mantener la distancia de seguridad y evitar impactos.
- Freno Autónomo. Esta tecnología tiene como objetivo reducir el riesgo de atropello a peatones y minimizar sus consecuencias en casos inevitables. Utiliza una cámara frontal para detectar la presencia de obstáculos (tanto coches como peatones). Como primera acción lanza una alerta acústica, si no hay respuesta toma el control del sistema de frenos.
- Alerta de cambio de carril. El sistema que avisa cuando el coche se desvía de la trayectoria está muy extendido. Opel da un paso más: su tecnología actúa sobre el volante si es necesario retomar la trayectoria y avisa al conductor (mediante una luz en el retrovisor) cuando algún vehículo se aproxima por otro carril.
- Detector de fatiga. Utiliza diferentes parámetros para analizar el estado físico del conductor y advertirle si detecta síntomas de cansancio, somnolencia o falta de concentración.
¡También aparca solo!
Lo de levantar las manos y que el coche estacione en una plaza de parking sin que el conductor mueva un dedo ni es cosa de las películas ni de SUV de alto precio.
El Grandland X está equipado con el Asistente de Aparcamiento Automático que busca un espacio adecuado y toma el control del volante para realizar los giros necesarios. Este sistema viene de serie en las versiones Ultimate.
Un elemento fundamental para que este sistema funcione es la cámara de visión 360 grados, que muestra en la pantalla todo el perímetro que rodea al vehículo. Una gran ayuda cuando es el conductor el responsable de aparcar en espacios pequeños.
Alto nivel de confort en el interior
Quienes han probado un Opel Grandland X afirman que lo primero que les ha llamado la atención ha sido el interior. Por varias razones, la primera por la calidad de sus componentes. La sensación de sentarte en un vehículo bien fabricado, con calidad, es completamente diferente a cuando te sientas en un vehículo con calidad inferior. Las sensaciones con un Grandland X son las de un vehículo fabricado con mimo y cuidando cada detalle.
Como opción se puede pedir con asientos AGR (asientos ergonómicos activos), certificados por la asociación médica alemana como especialmente saludables para la espalda. Las banquetas traseras son calefactables, lo mismo que el volante y los espejos retrovisores; el parabrisas es térmico, de manera que la nieve y el hielo se derriten rápidamente y sin esfuerzo.
Mención aparte merece el espacio de carga. Al maletero se accede a través de un portón inteligente que se abre con solo pasar el pie bajo el paragolpes trasero o pulsando un botón. El maletero tiene capacidad para 514 litros que se amplían hasta 1.652 litros gracias al sistema inteligente de plegado de asientos FlexFold.
Hablemos de motores
Con tanta tecnología (y la que queda en el tintero, porque no hemos hablado del Sistema Multimedia con Navi 5.0 IntelliLink, de la carga inalámbrica para teléfonos móviles o del sistema de audio con ocho altavoces) casi se nos olvida que el Opel Grandland X es un coche y que la mecánica es una parte importante...
Las opciones mecánicas del Grandland X abren dos caminos: diésel o gasolina. Para quienes buscan un crossover de gasóleo hay dos alternativas: el motor 1.6 BlueHDI de 120 CV y el 2.0 BlueHDI de 180 CV. En gasolina la opción es única: el motor 1.2 Turbo PureTech de 3 cilindros y 130 CV.
Los tres están construidos con aleaciones ligeras para aumentar la eficiencia, la motricidad y el dinamismo. Los consumos están entre 4,0 y 5,4 l/100 kms; y las emisiones contaminantes no pasan de 124 gr/km. Decidirse por uno u otro depende de muchos factores, lo mejor es que solicites una prueba de conducción y valores tú mism@.
Y todo esto, ¿por cuánto?
Al comienzo de este repaso a las virtudes del Opel Grandland X hemos dicho que te lo puedes llevar por menos de 21.000 euros. Es totalmente cierto.
El SUV grande de Opel está disponible en cuatro acabados que van desde la versión de acceso, Selective (desde 20.300 euros), hasta el top de gama, Ultimate (desde 26.100 euros). Entre medias queda la edición especial 120 Aniversario con la que Opel celebra sus 120 años como fabricantes y que tiene un precio de partida de 22.800 euros.
Un contenido de Motor.es para Opel.