Indy 500Peligra el test de Fernando Alonso en Indianápolis

El piloto español tiene previsto iniciar su adaptación a la pista estadounidense el 3 de mayo a través de un test privado con Andretti Autosport. La previsión meterológica anuncia lluvia durante toda la semana en la ciudad del estado de Indiana, circunstancia que impide el rodaje en óvalos.

4 min. lectura

Publicado: 30/04/2017 09:30

Fernando Alonso tiene programado su primer test en Indianápolis el próximo miércoles 3 de mayo, pero en este momento existen muchas dudas de que el mismo pueda celebrarse el día acordado.

La ciudad de Indianápolis cuenta con la presencia de la lluvia y tormentas desde hace unos días y la previsión meteorológica para la semana que viene predice una situación similar. El miércoles 3 de mayo, cuando Fernando Alonso tiene programado realizar su primer test, se esperan cielos completamente cubiertos y una temperatura inferior a los 20 ºC, con lluvias ocasionales durante toda la jornada.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

Calcula tu precio online

Al tratarse de un óvalo, la mínima presencia de la lluvia o cualquier otro elemento que comprometa la adherencia supone motivo de cancelación total o parcial de la actividad en pista y sucede por una razón principal que puede venir desencadenada por varios motivos.

Al alcanzarse velocidades muy altas entre muros que no permiten escapatoria ninguna en caso de accidente, se considera excesivamente peligroso rodar con lluvia, bajas temperaturas o suciedad en la pista.

Es una de las razones por las que las banderas amarillas son tan frecuentes en las carreras en óvalos, pues los comisarios deben asegurarse de que el asfalto queda totalmente limpio antes de reanudar la competición, ya que cualquier pinchazo o pérdida de control puede acarrear consecuencias.

Otra de las razones por las que no puede correrse con lluvia es que los neumáticos con dibujo no son compatibles con los óvalos al carecer de la rigidez suficiente para soportar las altas cargas laterales y el sobrecalentamiento que los óvalos exigen de los neumáticos. En ellos, se rueda a velocidades altísimas durante largos periodos de tiempo y los tacos de los neumáticos de lluvia se desintegrarían.

Un ejemplo de algo similar lo tenemos en el Gran Premio de Estados Unidos de 2005 de Fórmula 1, en la época en la que aún se utilizaban neumáticos acanalados y no lisos como en la actualidad. En aquel Gran Premio, los equipos suministrados por Michelin optaron por retirarse al comprobarse que sus neumáticos no aguantaban la alta presión lateral ejercida en el óvalo.

Ralf Schumacher sufrió un accidente en los entrenamientos libres del viernes al fallar uno de los neumáticos y un estudio posterior reveló que el reasfaltado del circuito, con un rallado para permitir mejor drenaje del asfalto, provocaba un aumento de la carga sobre el neumático que Michelin desconocía, mientras que su rival de Bridgestone sí estaba al tanto gracias a que Firestone -marca del mismo grupo empresarial-, suministraba a la IndyCar (por entonces denominada ChampCar).

Finalmente, las bajas temperaturas también pueden desencadenar la cancelación de la actividad en un óvalo, pues si los neumáticos no tienen capacidad para alcanzar suficiente temperatura, no ofrecen adherencia y el asfalto del óvalo se convierte en poco menos que una pista de hielo. No obstante, este supuesto sólo se da con temperaturas extremadamente bajas.

Fuente: tiempo.com

Pixel