Peligros y consecuencias de llevar los neumáticos en mal estado
Posiblemente sean los grandes olvidados de la mecánica de nuestros coches. Los neumáticos son una de las partes más importantes de los mismos, el único punto de contacto que tenemos con la carretera. Estos son algunos peligros y consecuencias de llevarlos en mal estado.
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Publicado: 25/05/2015 16:00
Piénsalo fríamente, el neumático, los cuatro, es el único punto de contacto que tenemos con la superficie a la hora de circular. Cada día es somos más conscientes de la importancia que tienen estos en nuestra seguridad, pero aun así seguimos observando como más de un conductor circula con ellos en un estado lamentable. Son vitales, y por eso aquí os dejamos con algunos peligros y consecuencias de llevarlos en mal estado.
Pinchazo
La banda de rodadura de un neumático posee una cantidad considerable de goma y estrías. Estas no solo sirven para evacuar el agua en caso de lluvia, o para mejorar el agarre, sino que también son un elemento de protección contra los miles de objetos que se encuentran en nuestras vías. Un neumático en mal estado, con poca banda o mala presión, es más propenso a pinchar y a dejarnos tirados. ¿A qué tú no irías con unos zapatos sin suela? Pues no le hagas lo mismo a tu coche.
Reventón
Es el mismo caso anterior pero llevado al extremo. Cuando el neumático ha perdido mucha goma reduce enormemente su resistencia, lo mismo ocurre si la presión es inferior a la debida. Aunque mucha gente no lo crea un reventón se puede producir al impactar a baja velocidad contra un bordillo, o coger un bache a cierta velocidad. La menor consecuencia es la destrucción de la llanta, pero el peligro puede extenderse hasta una total pérdida de control del coche.
Desllantado
Por la acción de las fuerzas un neumático tiende a deformarse en las curvas. Los pesos e inercias que estos soportan sobrepasan nuestra imaginación. El flanco es el que más sufre en estas situaciones, por eso si el neumático rueda con una presión inferior a la aconsejada puede ser la causa de un desllantado. Ten en cuenta que son los neumáticos exteriores los que soportan todo el peso en la curva, si el desllantado llega a producirse nos encontraremos ante una situación más que probable de vuelco.
Desprendimiento de la banda de rodadura
Todos hemos visto en más de una ocasión una banda de rodadura extirpada completamente del neumático. Es habitual que los camiones sufran este percance, lo vemos en las carreteras de todo el país a diario. Sin embargo los demás vehículos también pueden llegar a sufrirlo, y a diferencia de los titanes de la carretera nosotros no tenemos seis u ocho ruedas. Las principales causas son un mal recauchutado, un aumento considerable del neumático o una baja presión de inflado. Las consecuencias: una pérdida del coche.
Consumo más elevado
Si el tema de la seguridad no va contigo igual sí que va el tema económico. Los neumáticos no solo pueden suponer una situación de riesgo, sino que visitemos la gasolinera con una habitualidad mayor de lo que nos gustaría. La presión debe ser en todo caso la correcta, ni sobreinflado y subinflado, puesto que en ambos casos este estará circulando en unas condiciones para lo que no ha sido fabricado, aumentado el consumo. Un gasto extra que además puede llegar a suponer un verdadero peligro.
Averías en la tracción total
Siguiendo con el hilo económico, los vehículos con tracción total pueden llegar a tener problemas mecánicos muy serios si no estamos atentos a la situación de los neumáticos. Estos generalmente emplean un reparto de la tracción variable, lo que provoca un desgaste desigual de las gomas, lo mismo que en coches de tracción delantera o trasera. Sin embargo en el caso de los 4x4 el desequilibrio puede llegar a suponer una rotura del diferencial. Una avería que supone un gasto de reparación cercano a los 2.000 euros.
Aumento del deslizamiento
No hace falta que os digamos que un neumático gastado agarra menos que uno que no lo está. Cuentan las leyendas urbanas que un neumático liso es mejor para el circuito. Si bien esto es cierto, los neumáticos lisos han sido desarrollados para tal ejercicio, nada tiene que ver que un neumático haya perdido toda su banda de rodadura, que en este caso el peligro es más que real. Algo parecido pasa cuando hay agua en la carretera. Si el neumático ha perdido su dibujo es más fácil que perdamos el control ante el aquaplaning.
Pérdida de confort
Por último hay que hablar de comodidad. Los fabricantes de neumáticos se esfuerzan cada vez más en producir gomas que no solo aporten un buen agarre o una durabilidad, sino que cada vez es más importante el factor confort. Si circulamos con un neumático sobreinflado la comodidad de los ocupantes se verá afectada, al igual que si lo hacemos con un neumático desequilibrado o con un desgaste desigual. En todos los casos las vibraciones aparecerán, llegando a ser tan incómodas como inseguras.
Así que no te la juegues, presta la atención que los neumáticos se merecen. Siempre que vayamos a realizar un viaje largo, o cada cierto tiempo, conviene revisar el gasto y las presiones. Con esta simple acción reduciremos significativamente la posibilidad de tener un accidente. Si no sabes cuándo tienes que cambiar los neumáticos, aquí te dejamos algunos de los motivos principales.