El PERTE del Gobierno va camino de ser otro fracaso: ni es eficaz, ni es suficiente

El pasado 15 de diciembre te informábamos de la aprobación del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) por parte del Consejo de Ministros a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).

Dicho plan cuenta con un presupuesto total de 16.300 millones de euros, de los cuales una buena cantidad proviene de los fondos de ayuda para la recuperación de la pandemia de la Unión Europea.

«Ni el Gobierno de España ni las distintas Administraciones deben ser más papistas que el papa y ahondar en la crisis intentando liderar»

En dicho PERTE tienen cabida sectores tan variopintos, pero conectados entre sí, como el de la industria automotriz, la de microchips y la de energías renovables. Sin embargo, hasta el momento las expectativas del Gobierno de España no se están cumpliendo.

De hecho, el pasado mes de agosto te contábamos que el ejecutivo estaba teniendo muchos problemas para asignar el presupuesto destinado a la industria del microchip, ya que ninguna empresa consideraba atractiva la propuesta de invertir en España.

El PERTE del coche eléctrico

Parece que el PERTE VEC, es decir, el PERTE dirigido al vehículo eléctrico conectado, tampoco va a tener demasiado éxito, aunque por razones diferentes.

Y es que el principal receptor del mismo, el Grupo Volkswagen a través de SEAT y otras 60 empresas vinculadas al mismo, ha señalado que los subsidios ofrecidos por las autoridades españolas para la construcción de una fábrica de baterías y la producción de vehículos eléctricos «no son suficientes».

Son palabras de Wayne Griffiths, máximo responsable de SEAT, que afirma que su empresa espera más subsidios y que está evaluando los próximos pasos después de recibir 397,4 millones de euros del total de 877,2 millones correspondientes a la primera fase del programa gubernamental.

Incluso, el Grupo Volkswagen ha amenazado con paralizar la inversión prevista para la nueva factoría de baterías de Sagunto, Valencia. En total, 7000 millones. ¿La razón? que el grupo automotriz considera que el Gobierno de España ha incumplido sus compromisos con respecto a las inversiones proyectadas en el país y que deben fortalecer la cadena de valor y el tejido empresarial e industrial.

Descarbonizar sí, pero con criterio

Independientemente de si una administración pública debe financiar una industria sustentada en empresas privadas y en qué medida, lo que parece claro es que la estrategia adoptada por el Gobierno para impulsar el vehículo eléctrico está siendo errónea.

Así lo considera también el secretario del Sector Automovilístico de UGT, Jordi Carmona, que en un comunicado publicado en la web del mencionado sindicato ha valorado lo que considera una delicada situación para el sector automotriz.

En el mismo, Carmona analiza las causas que han colocado a la industria en una situación compleja y delicada, haciendo referencia incluso a los amagos del Grupo Volkswagen de retirar inversiones inicialmente pactadas.

UGT afirma que lleva mucho tiempo reclamando al Gobierno medidas urgentes para el sector, al tiempo que se pregunta si la estrategia seguida por el ejecutivo está siendo la adecuada.

«Aunque Europa esté marcando las etapas en el proceso de descarbonización, ni el Gobierno de España ni las distintas Administraciones deben ser más papistas que el papa y ahondar en la crisis intentando liderar», apunta Jordi Carmona.

«O al menos compararnos a otros países europeos en el cumplimiento de los estándares medioambientales, ya que algunos de ellos tienen una industria automovilística más potente, otras apenas tienen industria automovilística, otros tienen un concepto territorial distinto al nuestro y unos parámetros de movilidad también distintos», argumenta.

Empezar la casa por el tejado

Carmona incide en la necesidad de afrontar la descarbonización desde un punto de vista alejado de la idealización, al tiempo que se traza una estrategia razonable y correctamente estructurada.

«Las políticas medioambientales deben ser, ante todo realistas. Si se prohíbe circular a determinados vehículos por nuestras ciudades, antes se debería facilitar que los usuarios puedan optar por un transporte público eficiente, puedan adquirir vehículos ecológicos a precios asequibles y contar con una red de recarga eficaz».

Finalmente, el secretario de UGT-FICA afirma que «medidas como el PERTE VEC, que en su momento aplaudimos por ser una de nuestras reivindicaciones, no han resultado ser a la postre tan eficaces como se pretendía».

«Por eso esperamos que el PERTE2 pueda activarse lo antes posible para conseguir que los proyectos e inversiones no se pierdan y se pueda construir el ecosistema necesario para el desarrollo y fabricación de vehículos eléctricos y conectados en nuestro país», amplía.

«España tiene que asegurar las inversiones, los proyectos y la apuesta de futuro que persigue el PERTE2 desde una visión de país y construyendo la casa desde los cimientos. Es decir, preparando la base de una industria del automóvil ecológica en toda su cadena de valor, antes de lanzarnos a la carrera del vehículo verde», concluye.