La petición a las administraciones para que las ZBE no sean un quebradero de cabeza para los conductores

Llevamos ya varios años hablando de las Zonas de Bajas Emisiones y, por el momento, su llegada a las ciudades españolas ha sido meramente testimonial. Madrid fue la primera en restringir el tráfico a los vehículos más contaminantes en su zona centro, con aquella primera versión de Madrid 360 (hoy Madrid 360).

Barcelona siguió a la capital española y, de cara al 1 de enero de 2023, se esperaba que los 149 municipios de más de 50.000 habitantes llamados a instalar su propia ZBE cumplieran con la obligación marcada por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética.

Sin embargo, la realidad ha sido bien diferente, y en España ni siquiera podemos contar una decena de estas ZBE. Las elecciones municipales han tenido mucho que ver en esto, al considerar muchos equipos de gobierno que podían perder votos si instauraban esta medida que iba contra los vehículos sin etiqueta medioambiental.

Madrid, Rivas Vaciamadrid, Barcelona, Badalona, Sant Joan Despí, Valencia, Pontevedra, Sevilla y Córdoba son las únicas que han cumplido, en mayor o menor medida, con las fechas previstas. Se espera que el resto lo hagan de aquí a finales de este año 2023.

Más de 6 millones de coches se verán afectados

Según los datos de la DGT y que ha compartido la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el 28 por ciento de los turismos que circulaban por España en 2022 no tienen derecho a etiqueta medioambiental y, por tanto, no podrán acceder a estas ZBE.

Se calcula que son más de 6 millones de coches los afectados, aunque según las cifras de ANFAC, el total de vehículos ronda los 10 millones. Y es que el parque automovilístico sufre un envejecimiento que no deja de crecer, rondando en la actualidad los 14 años de media, cuando en 2010 era inferior a los 8 años.

Al margen de los motivos que han llegado a esta situación, desde la OCU han querido realizar una serie de peticiones públicas para facilitar la transición al nuevo modelo de ciudades que llegan con la instauración de las Zonas de Bajas Emisiones.

Las peticiones de la OCU a los Ayuntamientos

• Señalización amplia, visible y clara a la entrada de las calles delimitadas a la ZBE, «tanto sobre la calzada como en los laterales, incluyendo dispositivos luminosos». Muchas de las multas en las ZBE, instauradas en 200 euros en la última Ley de Tráfico, se producen por desconocimiento, despiste o por culpa de una deficiente señalización.
• Más parkings disuasorios en los límites de las ZBE, «gratuitos y bien conectados con el centro» gracias al transporte público. De esta forma, se facilitará el movimiento de los conductores del extrarradio y de poblaciones limítrofes.
• Respecto al transporte público, realizar una apuesta «clara y decidida», además de todo lo que entre dentro del paraguas de la movilidad sostenible: ampliar la red de carriles bici protegidos, mejorar las conexiones intermodales entre los diferentes medios de transporte, peatonalizar las calles históricas y zonas comerciales…
• Tres pases al año para que los conductores con vehículos sin etiqueta puedan acceder a estas ZBE, ya que «el impacto medioambiental es muy limitado» y se facilita así el acceso a turistas o, en casos de urgencias, poder acudir a un hospital.

Las peticiones de la OCU al Gobierno central

• Se ha hablado mucho de este tema, pero la OCU insiste: modificar el actual sistema de etiquetas medioambientales, de forma que la DGT priorice las emisiones reales frente a la tecnología en sí del motor. Se pone como ejemplo los nuevos vehículos diésel o gasolina de poca potencia, que contaminan menos que muchos híbridos enchufables o micro híbridos de gran cilindrada, y que en el caso de estos últimos se ganan la etiqueta ECO o Cero.
• Más ayudas en el Plan Moves para vehículos de segunda mano que tengan las mencionadas etiquetas Cero o ECO, pero que abarquen también a los vehículos de más de 12 meses. La escalada de precios impide a muchos conductores poder renovar su vehículo por uno que le permita acceder, por diferentes motivos, a estas ZBE. Además, ayudará a acelerar la renovación del parque automovilístico.
• Por último, facilitar el acceso a «información centralizada» sobre las características de estas ZBE: su regulación, su extensión, cómo están comunicadas con el transporte público o dónde se ubican los aparcamientos disuasorios.