Rescatan un Plymouth Superbird abandonado que ha resultado ser un ejemplar único

Un concesionario especializado en restauraciones y vehículos clásicos de Texas se ha llevado una enorme sorpresa al rescatar un ejemplar del mítico Plymouth Road Runner Superbird, pues inmediatamente después del rescate han descubierto que la configuración original era única en toda la producción del «winged warrior», lo que convierte a este destartalado Superbird en toda una pieza única.

Esta unidad fue protagonista de un barn find en toda regla, pues fue rescatado de un granero en el que había pasado décadas abandonado, en muy mal estado y a falta de muchos elementos, aunque afortunadamente, ahora se encuentra en manos de especialistas que están tratando de devolverle su lustre original. Precisamente por ello es como se han quedado al descubierto las especiales características de esta unidad.

El Plymouth Superbird es uno de los clásicos más destacados del mercado estadounidense. Además de su espectacular configuración aerodinámica, fruto de los esfuerzos de la marca por dotar al modelo de la mayor velocidad y agarre posibles, el Superbird cuenta con un impresionante historial deportivo y una cifra de producción realmente baja para un modelo fabricado en los Estados Unidos. Por lo que todos y cada uno de los ejemplares fabricados son piezas de colección muy cotizadas. De ahí que tanto el Superbird como su antecesor, el Dodge Charger Daytona, protagonicen titulares cada cierto tiempo, y en esta ocasión nos encontramos con un ejemplar muy destacable a pesar de encontrarse en muy mal estado.

Ejemplar único

A pesar de que el Plymouth Superbird es un modelo muy raro, dado que solo fueron fabricados menos de 2.000 ejemplares y además con distintas configuraciones mecánicas, esta unidad es aún más rara y especial, pues debido a las especificaciones con las que salió de la factoría esta es una pieza única. El Superbird se encuentra actualmente en manos del especialista tejano Classic Car Cowboy, quienes tras su rescate procedieron a su restauración, descubriendo que contaba con un tono rojo de carrocería muy particular. Tras solicitar un informe del vehículo descubrieron que esa unidad había sido la única en salir de la cadena de montaje con la opción de pintura FE5, el color rojo Rally Red.

Por lo que este es el único Plymouth Superbird conocido que fue fabricado con la carrocería en este atractivo tono rojo, color que sigue manteniendo a día de hoy, aunque hace ya mucho tiempo que los paneles perdieron su brillo original, junto a muchos de sus accesorios. Lamentablemente, el resto de la configuración del modelo no es la más deseable, pues en lugar del bloque V8 427 (7.0 litros y +430 CV) monta el V8 440 Super Commando de 7.2 litros en su configuración menos potente, 385 CV, en combinación con la caja automática TorqueFlite de 3 velocidades.

Presentación de la restauración del vehículo.