Polestar sufre fuertes pérdidas por la baja demanda de coches eléctricos, los factores de una situación que ya no es solo de Volkswagen

Las marcas europeas, especialmente las que fabrican coches eléctricos, están empezando a sentir el importante descenso en la demanda de los modelos de cero emisiones, por lo que la situación que hasta ahora manifestaba Volkswagen, ya se está haciendo notar en otras. Los estudios internos de algunos fabricantes apuntan a un período de recesión, y en el que Polestar ya ha dejado al descubierto sus cuentas y estimaciones, apuntando a diversos factores y uno que tiene mucho que ver con la estrategia de la marca deportiva sueca.

Polestar no esconde que la guerra de precios de Tesla tiene mucho que ver, que ya ha logrado poner nada menos que un millón de unidades en el mercado europeo, un auténtico récord, pero también la eliminación de las ayudas a la compra en determinados mercados. Este es un factor clave para entender por qué las ventas han caído de forma tan rápida en el continente, algo con lo que no pueden luchar las marcas, como tampoco contra el aumento de los tipos de interés, lo que encarece los préstamos bancarios y los clientes no se van a meter en ellos.

Esto es lo que pierde Polestar por cada unidad del Polestar 2

El Polestar 2 ha pasado de un éxito abrumador a unas paupérrimas ventas en los primeros nueve meses del año. La berlina eléctrica que, recientemente ha introducido importantes mejoras en todos los planos, ha visto cómo ha caído en picado. De estimar unas ventas para este año de 120.000 unidades, ahora el objetivo es alcanzar la mitad, pues la marca sueca afirma estar perdiendo casi 16.500 euros por unidad, lo cual es mucho dinero. Si la solución para aumentar los ingresos pasa por bajar el precio, Thomas Ingenlath ya ha confirmado que esto no está en los planes, prefiriendo optar por otra línea, la del crédito con Geely y Volvo.

Polestar, que durante los tres primeros trimestres de este año 2023 ya registra una pérdida neta de 687 millones de euros, toma prestados 2.200 millones de euros de la marca de Gotemburgo y otros 2.700 a los propietarios chinos para mantener el flujo de caja. Ingenlath está convencido de que la marca retornará a la senda positiva en 2025, para cuando estima que los nuevos Polestar 3 y 4 estarán en el mercado, por lo que ya con tres modelos en el catálogo aspira a vender entre 155.000 y 165.000 coches, muchos menos de las 290.000 unidades previstas.

El retraso del Polestar 3 es un importante fallo de planificación

Lo que sí es una realidad absoluta es que el retraso sufrido en el lanzamiento del primer SUV eléctrico de la marca hasta mediados de 2024 ha marcado considerablemente el futuro más a corto plazo del fabricante. Un problema en el desarrollo del software ha ocasionado un importante retraso que también ha llegado al Volvo EX90, viendo la luz del túnel hace pocas semanas, según confirmó el fabricante. La cuestión fundamental es si se cumplirán los nuevos plazos o no, aunque sin descuentos, sin ayudas a la compra y con los aranceles a los modelos fabricados en China, la cuesta arriba de Polestar va a ser muy alargada.