Polestar se rinde, su plan digital fracasa y decide vender sus coches eléctricos "como antes"

La gran mayoría de marcas son sumamente caprichosas en sus estrategias. Seguramente que habrás leído en más de una ocasión, y sobre todo el declaraciones de altos cargos, que «lo hacen por los clientes, por facilitarles la vida». Pero, en el fondo, todos sabemos que lo que hacen es por ahorrar costes.

Un ejemplo claro es el del formato de agencia, los regateos en los precios se terminan y los coches se compran a la marca y no al concesionario. Esto, que en principio solamente es problema del distribuidor con el fabricante, en realidad también pone al cliente en mitad de la ecuación porque la finalidad del modelo de agencia es que puedas ver el coche en el concesionario, sentirlo, tocarlo y probarlo pero nada más.

El modelo de agencia vuelve a fracasar, una vez más

Se compra online, como el que compra unas zapatillas por Internet con la tarjeta de crédito. Un modelo de ventas que los clientes no aceptan de ninguna forma y prefieren comprar coche de la forma más tradicional. Esto es justamente lo que le ha ocurrido a Polestar. La marca sueca ha estado obligando a comprar sus coches eléctricos vía online a pesar de que los clientes han podido verlos y tocarlos en concesionarios seleccionados de Volvo, donde se han encontrado con la negativa a formalizar los contratos de compra.

Por supuesto, esta estrategia estúpida ha tenido consecuencias para la firma sueca, que ha visto cómo ha perdido ventas en todo el mundo, por lo que Michael Lohscheller, director general de la marca, ha confirmado que «Polestar se aleja del modelo de ventas puramente digitales». Esto es, que ya no venderá sus coches exclusivamente online, lo podrá hacer el que le guste pero también acudiendo a los concesionarios.

Polestar no cambia de táctica de venta así porque sí

Una medida que se implanta de forma inmediata, desde este próximo mes de marzo que ya estamos tocando con las yemas de los dedos. Lohscheller seguirá aprovechándose de las exposiciones de sus socios de Gotemburgo, compartiendo espacios pero debidamente delimitados, y con la esperanza de que esta importante novedad se traduzca en resultados positivos para la empresa: tanto, como aumentar sus ventas hasta un 35 por ciento cada año durante los próximos tres años.

Lo cierto es que los suecos han sabido rectificar a tiempo, porque depositó grandes esperanzas en un Polestar 4 que tenía grandes argumentos de conquistar a un gran público ahora que el primer eléctrico de la oferta se encuentra al final de su vida comercial y que el fabricante ha anunciado al Polestar 7 como reemplazo. Un eléctrico de gran volumen con el que pueden hacer caja de verdad, pero que vendido solamente de forma online es un suicidio.