Por qué China está ganando la carrera del coche eléctrico a Europa y EEUU
China está liderando la carrera del coche eléctrico, ya que su estrategia permite reducir costes de producción y precio de venta. Esto tiene un efecto muy positivo en las cifras de ventas, al contrario de lo que ocurre en Europa y Estados Unidos.
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Publicado: 23/05/2022 19:00
Pasar de la incentivación de los vehículos eléctricos a la fijación de precios es una tendencia opuesta entre Estados Unidos y Europa, por un lado, y China por el otro. Y hablamos de una carrera crucial en el futuro de la industria automotriz.
Y es que, según un informe emitido por JATO Dynamics, los precios de los vehículos eléctricos en Estados Unidos y Europa continúan aumentando, mientras China ha establecido ya una clara tendencia a la baja. Esto, como no puede ser de otro modo, tiene una consecuencia directa en la demanda de este tipo de vehículos.
«El precio minorista promedio de los coches eléctricos en China se ha reducido un 47% en 10 años»
En China, este año el 40% de los coches eléctricos vendidos fueron city-cars, que tuvieron un precio minorista promedio de 6.700 €. Incluso, «los consumidores pueden comprar un vehículo eléctrico nuevo por tan solo 3700 €. El precio en Europa salta mucho en comparación, con consumidores que necesitan al menos 15.740 € para comprar un vehículo eléctrico. En los Estados Unidos dicha cifra aumenta aún más, hasta un mínimo de 24.800 €.
Esta diferencia en los precios también viene influida por la oferta y demanda de vehículos eléctricos. En Europa, el mercado está dominado por los SUV y en Estados Unidos por los sedanes medianos, que son más caros que los coches urbanos que dominan el mercado chino de vehículos eléctricos.
El progreso observado en los vehículos eléctricos de China es impresionante. En 2011, el precio minorista promedio fue de 41.800 €, que se ha reducido significativamente a sólo 22.100 € este año (-47%).
El progreso de China se puede atribuir en gran parte a su énfasis en coches populares con precios asequibles. Mientras que la industria en general ha puesto sus miras en el desarrollo de mejores tecnologías, gamas más altas y coches premium, los chinos hacen ambas cosas, adaptando los modelos de combustión a vehículos eléctricos más asequibles.
«Esto otorgó a los consumidores de diversos niveles socioeconómicos la oportunidad de comprar un coche eléctrico, aumentando las ventas de los fabricantes», apunta el informe.
En comparación, los precios minoristas promedio de los vehículos eléctricos matriculados en Europa ascendieron desde un mínimo de 33.292 € en 2012 a 42.568 € en 2021 (+28%). En Estados Unidos, los precios han subido aún más: de 26.200 € en 2011 a 36.200 € en 2021 (+38%).
Europa tiene que reducir mucho los precios
Si nos centramos en los países europeos específicos, hay claras diferencias entre mercados dentro del continente. En Alemania, se ha avanzado en la brecha entre precios para coches térmicos y eléctricos. Este año, los vehículos eléctricos fueron sólo un 8% más caro que el precio promedio de venta al público de los coches diésel o gasolina (39.755 € frente a una media de 36.979€).
Sin embargo, el diferencial porcentual no ha mostrado disminuciones significativas en los últimos años, y el único impulsor de la reducción de precios ha sido el SUV eléctrico (con precios promedio cayendo de un máximo de 118.300 € en 2017 a 49.700 € este año).
En oposición a las tendencias más amplias, Noruega es el único país europeo donde el precio minorista promedio de un eléctrico es más bajo que el promedio de un automóvil térmico. Allí, el precio medio de un coche térmico es de 53.000 €, siendo 44.500 € para los eléctricos.
Las políticas en Noruega se han centrado en fabricar vehículos eléctricos más competitivos que los coches térmicos, debido a su programa de incentivos. Sin embargo, en Noruega los precios de los vehículos eléctricos no han disminuido en los últimos años.
De hecho, el precio medio de los vehículos eléctricos aumentó de 30.500 € en 2010, cuando solo se vendían coches pequeños, a 44.500 € este año. La llegada y creciente popularidad del Tesla Model 3, el Audi e-tron, y más recientemente, el Volkswagen ID.4, explican este aumento debido a su gasto relativo.
Está claro que los mercados occidentales necesitan ponerse al día con sus homólogos en China. A pesar de los esfuerzos realizados, en promedio los vehículos eléctricos siguen siendo mucho más caros que los modelos de gasolina y diésel.
En Europa, el precio de un coche eléctrico en 2021 fue un 32% más alto que uno térmico, y un 45% superior en Estados Unidos. «Mientras los fabricantes no sean capaces de mejorar la asequibilidad de los vehículos eléctricos, la aceptación del consumidor probablemente seguirá por detrás de las ventas en China».
Más coches eléctricos asequibles
A pesar de los intentos realizados en muchos mercados y fabricantes, los vehículos eléctricos en Europa y Estados Unidos siguen siendo demasiado caros en comparación con los modelos provistos de motor de combustión.
Es indudable que, llegados a este punto, es una necesidad urgente para la industria centrarse en modelos 100% eléctricos asequibles que reflejen la demanda de los consumidores.
Por ejemplo, el año pasado, el 44% de la población mundial que demandaba automóviles de pasajeros eligió un SUV, pero este tipo de coche únicamente representó el 25% de las ventas combinadas de vehículos eléctricos de pasajeros en China, Estados Unidos y Europa.
Con fábricas occidentales diseñadas para producir vehículos del segmento superior a escala, es poco probable que muchos fabricantes comiencen a cambiar pronto su planes para producir segmentos de entrada, coches asequibles.
Sin embargo, si reducir los precios de los vehículos eléctricos sigue sin ser una prioridad, habrá consecuencias significativas para toda la industria del automóvil. Y es que una gran proporción de la población nunca podrá pagar el coste de los vehículos eléctricos.
Cómo se prepararán los fabricantes para vivir sin incentivos económicos y reducir sus precios sigue siendo desconocido. Una cosa que está clara, sin embargo, es que los fabricantes estadounidenses y europeos deben trasladar la demanda de coches térmicos del consumidor a la línea de producción de eléctricos, así como reducir los costes de producción. De lo contrario, corre el riesgo de quedarse atrás en relación a China.
Tesla y Volkswagen como ejemplo de preparación para un mundo sin incentivos
En Noruega ya se ha comenzado a prescindir de las subvenciones e incentivos a la compra de coches eléctricos. Y, poco a poco, esto tendrá que ocurrir en el resto del mundo.
En particular, Tesla y Volkswagen están comenzando a tomar medidas claras para reducir los costes de producción y mejorar la rentabilidad. Tesla planea llegar a 1,5 millones de producción este mismo año y VW pretende alcanzar las 800.000 unidades.
Este aumento en la utilización de las fábricas significa que ambos fabricantes también se acercan invariablemente al objetivo de producir vehículos con menor coste de producción.
Tesla también está experimentando un incremento de su rentabilidad. En el primer trimestre de 2021, las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA) aumentaron un 94% en comparación con el mismo período en 2020.
«Esta es una buena indicación de que Tesla pronto estará lista para ampliar su línea de productos y tomar medidas para lanzar más vehículos eléctricos asequibles», indica JATO Dynamics.
Volkswagen, por su parte, acelera sus planes de electrificación con la introducción de varios coches eléctricos nuevos. Actualmente, ofrecen 14 productos en tres plataformas diferentes. La familia ID, en particular, es conocida por suministrar una gama de modelos eléctricos en diferentes segmentos con el objetivo de atraer a una base más amplia de consumidores, mientras utiliza la misma tecnología en todos ellos.
Actualmente, el fabricante con mayor volumen de ventas del mundo para vehículos pequeños, subcompactos y compactos, Volkswagen, vendió casi 6,5 millones de unidades en 2020. «Esto demuestra exactamente cuán presente está la empresa en los segmentos más bajos, y cómo de bien posicionada está para hacer movimientos en segmentos populares de vehículos eléctricos», indica el informe.
De hecho, la empresa ya tiene planes para unir sus plataformas en una Plataforma de Sistemas Escalables (SSP), con el objetivo de unificar su gama de productos en una completa plataforma que incluya todos los tipos de coches.
Fuente: JATO Dynamics