Porsche seguirá luciendo el sello de calidad «Made in Germany», no fabricará en China

La gran mayoría de los fabricantes europeos se buscaron socios locales en China para fabricar modelos destinados a Europa y también para los clientes del país asiático que pueden compartir cadena de producción. No hay mucho que esconder detrás de esta decisión, más allá de la importante diferencia de los costes laborables entre China y Europa, más favorable en el primero, y también la importante rebaja de impuestos si el productor es local o una sociedad local.

De hecho, antes comprabas un BMW o un Audi y sabías si tu coche se había producido en un país europeo -por ejemplo, Alemania- porque siempre quedaba una etiqueta con una serie de códigos y las letras «EUR». Ahora, si el concesionario no la retira, entonces aparecerán dos letras, las de «CN». Para muchos, la producción en un sitio u otro no es un factor importante, pero para una marca como Porsche sí lo es. Y es que el «Made in Germany» es un auténtico sello de calidad.

Los Porsche seguirán siendo 100% alemanes

Al menos, así lo ha señalado Oliver Blume, el jefe de Porsche, quien ha concedido una entrevista muy interesante en la que ha abordado diferentes temas, y hay uno que ha dejado especialmente claro. De hecho se recuerdan muy pocas ocasiones en las que un CEO de una marca ha sido tan claro y tan tajante. Blume considera que la producción de los diferentes modelos de la marca deportiva debe permanecer en Alemania para asegurar la máxima calidad a sus clientes.

Las palabras de Blume han sido claras: «No tiene sentido para nosotros hoy trasladar la producción de Europa a China, aunque los costes laborales sean favorables». Y en la misma línea se ha pronunciado Volkswagen, que prefiere seguir fabricando sus modelos europeos en el Viejo Continente. De hecho, las manifestaciones de Blume en este sentido no son las primeras. El mandatario ya señaló hace unos años en Shanghái que «Los clientes chinos aman a Porsche por el hecho de que está desarrollado y fabricado en Alemania». Una más.

El máximo representante del fabricante alemán señala que sus volúmenes de fabricación no son tan elevados como para justificar una decisión de tal calado. En 2020, Porsche fabricó más de 290.000 unidades y, y 90.000 de ellas se fueron para el gigante asiático. A pesar de ser un importante mercado, para Blume no es suficiente como para derivar producción a China. Una decisión que demuestra no solo un arraigo especial por la patria y por el elevado estándar de calidad, sino también una auténtica demostración de potencia financiera frente a la competencia.

Fuente: Financial Times