Porsche presenta el recién restaurado 911 más antiguo de su colección
Descubierto abandonado en una granja alemana en 2014, este es el bastidor más antiguo del 911 que ha logrado conservar la marca. Recién restaurado, este es uno de los pocos ejemplares que fueron fabricados cuando aún se llamaba Porsche 901, semanas antes de que la marca tuviera que cambiar el nombre del modelo.
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Publicado: 13/12/2017 17:00
El museo Porsche está de enhorabuena, pues por fin se encuentra en exposición una de las últimas joyas en incorporarse a la exhibición permanente, el Porsche 911 número de bastidor 57, el ejemplar del nueveonce más antiguo en propiedad de la marca.
Este cuenta con la peculiaridad de haber sido uno de los pocos Porsche 901 fabricados, semanas antes de que Peugeot reclamara la propiedad de dicha cifra, pues tenían registrados todos los números de 3 cifras con un cero en medio, desde 101 hasta 909. Motivo por el cual y con la producción ya comenzada del modelo, la marca alemana tuvo que cambiar el nombre de su nuevo deportivo por el de 911, a pesar de que lo había presentado e iniciado a producir con ese nombre.
Esto provocó que los primeros ejemplares fueran fabricados como Porsche 901, aunque más tarde fueron comercializados con la histórica denominación 911. De esta pequeña pero destacable serie la firma alemana no llegó a conservar ninguna unidad, por lo que este era un vacío muy importante dentro de la colección particular de la marca, que es muy celosa a la hora de preservar su legado. Por lo que la aparición de esta unidad, además en unas condiciones muy particulares, fue todo un acontecimiento.
El ejemplar número 57 apareció en 2014 abandonado en una granja alemana, en muy mal estado y en compañía de un 911 L de 1968. Fue descubierto por el equipo de un programa de televisión alemán dedicado a las antigüedades, quienes se pusieron en contacto con Porsche para poder valorar ambos bastidores.
En cuanto la marca descubrió la existencia de un ejemplar del Tipo 901 con el número de bastidor 300057, lo que le confirmaba como uno de los primerísimos ejemplares fabricados, se interesó por su compra y llegó a contratar a expertos independientes para que lo valoraran, concluyendo en un precio de 107.000 euros por el ejemplar y otros 14.500 euros por el ejemplar del 911 L, una compra que a la postre sería muy beneficiosa.
En solo unos días, la marca tomó posesión de ambos modelos, pasando a restauración el ejemplar #57 y conservando en su estado actual el 911 L.
La restauración de esta unidad fue toda un odisea, pues como podemos ver en las imágenes se encontraba en muy mal estado, solo de la carrocería se había perdido el cincuenta por ciento y del interior solo quedaban algunos elementos hechos jirones.
Los trabajos de restauración han llevado 3 años a la compañía, que los han realizado con unos cuidados excepcionales. La carrocería fue sumergida en ácido hasta dejar el metal al desnudo, para evitar limpiarla con elementos o tratamientos abrasivos, los elementos nuevos fueron recreados con materiales de la época o con recambios idénticos a los de esta primera serie del 901 y múltiples peculiaridades de esta serie fueron redescubiertos por los operarios de la marca mientras restauraban esta unidad, como los asientos, que contaban con un tipo de fijación específica que solo fue empleada en estos primeros ejemplares, además de contar con un diseño de costuras distinto.
El azar quiso que los asientos desaparecidos fueran descubiertos en el segundo ejemplar que habían adquirido junto con el 901 #57, en algún momento del pasado, su propietario había empleado los asientos de este ejemplar para reparar el 911 L. Por lo que la adquisición de este ejemplar, mucho menos valioso que el 901, fue toda una suerte para la compañía.
Solo completar los trabajos de carrocería, antes de recibir la capa de pintura roja, ya supusieron 12 meses de arduo trabajo a la compañía. Todos los elementos posibles fueron rehabilitados o reconstruidos para evitar tener que contar con otros no originales.
Curiosamente, el motor y la transmisión no eran los mismos con los que salió el modelo de la factoría en su día, pero fueron sustituidos por otros con las mismas especificaciones, por lo que tras reconstruirlos y devolverlos a su estado original, siguen siendo los mismos que montaron estos primeros 901 fabricados.
Ya reconstruido y devuelto a su estado original de 1964, el Porsche 901 #57 es la pieza principal de una nueva muestra en el museo de la marca, donde ocupará un lugar de honor al ser el ejemplar del 911 más antiguo en posesión de la firma de Stuttgart y uno de los más antiguos conocidos que se conservan.