El Porsche 911 Flachbau resucita con una preparación japonesa
El preparador nipón Old & New desarrolla un kit de carrocería para reproducir el frontal tipo Flachbau para los Porsche 911 generación 997. El kit ya se encuentra disponible y el resultado, a pesar de ser una interpretación del diseño clásico, es muy acertado.
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Publicado: 01/11/2016 18:00
Un preparador artesanal japonés, Old & New, ha desarrollado un kit de transformación para todos los Porsche 911, de la generación 997, que les dota del icónico morro tipo Flachbau o Slant nose, característico del clásico Porsche 935.
Este acabado frontal, que eliminaba las características formas sobre los pasos de rueda de los nueveonce por un capó delantero completamente plano, nacía en competición los años setenta por motivos aerodinámicos. Más tarde, estas formas fueron trasladadas a los modelos de producción, con la fabricación de unas pocas unidades de la segunda y tercera generación del 911.
El preparador japonés ha empleado un Porsche 997 para esta obra, que salvo su vista trasera queda prácticamente irreconocible. Según Old & New, salvando el techo, las puertas y el capó delantero, el resto de paneles son completamente nuevos.
Evidentemente, la zona delantera es la que dispone de un mayor número de cambios, con la introducción de un morro claramente inspirado en la versión 935 de competición, uno de los modelos más icónicos de la marca. El paragolpes frontal adquiere una imagen muy vertical, en la que podemos ver incluso dos grandes grupos ópticos circulares encastrados en el paragolpes y protegidos por un elemento transparente, que entendemos es metacrilato.
Con un precio de poco más de 13.000 euros, el preparador japonés provee de todas las piezas necesarias para la transformación, que está rematada en su zaga por un enorme alerón fijo y un rediseño del paragolpes, con un estilo muy cuadrado y ochentero.
La saga del Porsche 935 nacía en 1976 como la homologación del 911 Turbo para el Grupo 5 de la FIA. Diversas evoluciones dieron lugar a auténticas bestias de los circuitos, modelos que llegaron a sobrepasar los 845 caballos y que alcanzaron su cenit con el 935 de 1978 “Moby Dick”. Apodado así por su exagerado kit de carrocería, que trataba de alargar la trasera lo máximo posible, rematándola con un imponente alerón.
Además de las numerosas versiones paralelas desarrolladas por Kremer, el 935 también dio lugar a otra leyenda de los circuitos, el 935 2.0 1977, comúnmente apodado como “Baby” Porsche. Este fue desarrollado en un tiempo récord de solo dos meses, el plazo disponible hasta la siguiente prueba del campeonato DRM alemán.
Encuadrado en la división de 2.0 litros, el 935 2.0 contaba con un motor bóxer turbo de solo 1.4 litros, que erogaba unos 380 CV y descendía el peso del 935 original en cerca de 130 kilos.
Solo se presentó a dos pruebas. La primera de ellas la del circuito de Norisring, donde el piloto Jackie Ickx se tuvo que retirar yendo sexto debido al intenso calor que inundaba el habitáculo, y en la siguiente prueba, Hockenheim, donde logró la pole y la victoria, cruzando la meta con cerca de un minuto de ventaja sobre el segundo clasificado.
Tras la cita de Hockenheim Porschese retiró del campeonato, ya que lo único que pretendían era demostrar que eran capaces de ganar en esa categoría, sin más. Solo fue construido un ejemplar del 935 23.0 “Baby”, que permanece aún en la colección de la marca alemana.
Fuente: AutoevolutionFotos: Old & New