Porsche 911 GT3 RS Tribute, una edición especial con el espíritu del Carrera RS de 1970

El departamento de Porsche encargado de los homenaje está que echa humo. La marca alemana vuelve a sorprender con una nueva edición especial, esta vez rindiendo un homenaje a uno de los modelos más deportivos de su historia: el Carrera RS 2.7 lanzado en 1970 conquistó a los amantes de las grandes prestaciones con una configuración que, entonces, era la del tope de la gama del icónico deportivo alemán.

Aquel Porsche 911 llamaba la atención por un detalle muy especial, el del spoiler trasero con forma de cola de pato, más que por las llantas de aleación pintadas o por los adhesivos decorativos. Simple cosmética que ahora se ha llevado al máximo nivel en el moderno Porsche 911 GT3 RS Tribute. Una de las versiones más extremas de esta generación del 992 que cuenta con serios argumentos para rendir un verdadero homenaje.

El Porsche 911 GT3 RS Tribute, un homenaje por todo lo alto

Basado en el nuevo Porsche 911 GT3 RS, el deportivo se ha vestido con un traje más propio de la competición. Su carrocería está pintada en un reluciente blanco, contando con las llantas de aleación forjadas pintadas en el atractivo color «Verde Python», al igual que las carcasas de los espejos retrovisores, insertos decorativos en el paragolpes delantero y trasero o el nombre de la marca en la cara interna del ala del gran spoiler posterior.

Las letras RS de las imponentes aletas laterales también son de este llamativo color. El 911 GT3 RS Tribute también cuenta con un par de detalles especiales, las pinzas de los enorme discos de freno bañadas negro brillante o los listones de los umbrales de las puertas con la leyenda «Tribute to Carrera RS», que se iluminan, dando paso a un interior de verdadero ensueño. La deportividad destaca por encima de todo, revestido en cuero con costuras verdes de contraste, fibra de carbono y el paquete interior Weissach.

Mecánicamente, casi nada tienen que ver el homenaje y el homenajeado, pues éste contaba con un motor de seis cilindros boxer de 2.7 litros y una potencia máxima 210 CV con los que llegaba a una velocidad máxima de 240 km/h y aceleraba de cero a 100 km/h en poco menos de seis segundos. El Porsche 911 GT3 RS tiene justamente dos veces y media más potencia, llegando a los 525 CV gracias a un bloque de igual arquitectura pero con 4.0 litros de cubicaje, reduciendo a la mitad la aceleración: solo 3,2 segundos para llegar a los 100 km/h y alcanzar una velocidad punta de 296 km/h.