Porsche 911 Turbo y Porsche 911 Turbo S 2016, conoce toda su información
Se les estaba esperando y al final ya han llegado. Los Porsche 911 Turbo 2016 y 911 Turbo S 2016 ya están aquí, y aunque no se incluyen muchas novedades su rendimiento ha sido mejorado en todos los sentidos posibles.
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Publicado: 01/12/2015 09:45
La nueva generación del 911, la 991-2, sigue ampliando su familia con la llegada del Porsche 911 Turbo 2016 y Porsche 911 Turbo S 2016. A pesar de no contar con excesivas novedades, el empleo de los turbos en estos miembros ya es de sobra conocido, Porsche se las ha apañado para hacerlos mejores en todos los aspectos.
En ambos casos la potencia crece 20 CV con respecto al 911 Turbo anterior que ya tuvimos ocasión de probar. Esto quiere decir que el Turbo cuenta ahora con 540 CV, mientras que el Turbo S eleva su potencia hasta los 580. Todo ello sin cambiar el motor, pues sigue estando presente el seis cilindros de 3.8 litros instalado en la parte trasera.
Las mejoras de rendimiento, logradas gracias a unos cambios en la admisión, nuevos inyectores y con una presión de combustible mayor, además del empleo de unos turbos más grandes de mayor compresión, permite que las cotas de prestaciones vayan en aumento. El 911 Turbo es capaz de hacer el 0 a 100 Km/h en tres segundos, mientras que su gemelo S es capaz de reducir ese dato en una décima de segundo, 2,9 segundos.
La velocidad máxima también se ha incrementado, llegando a ser de 330 Km/h para el Turbo S y 320 para el Turbo, 12 y 5 kilómetros por hora más respectivamente. Es notable que a pesar de ser más rápido y potente Porsche sea capaz de homologar un gasto menor que la generación anterior, 0,6 litros por cada 100 kilómetros menos para ser exactos.
Esa mayor agresividad viene acompañada de una serie de mejoras dinámicas. En el caso del Porsche 911 Turbo nos encontramos con un nuevo chasis, más afinado que el anterior. Se suma un nuevo programa de estabilidad con diferentes modos de conducción, seleccionables a través del selector giratorio del volante, copiado al del Porsche 918 Spyder, con cuatro modos: Normal, Sport, Sport Plus o Individual.
Además se crea un nuevo programa de gestión de la tracción, PSM. Resulta ser muy semejante al DMD de BMW. Al activarlo el sistema trabaja de una manera más deportiva, desactivando los controles de estabilidad, aunque no de forma total, quedando éstos latentes para intervenir siempre y cuando ellos consideren que la situación es de máximo riesgo y la pérdida de control es cercana. Sin embargo si se presiona el botón PSM de manera prolongada todo esta vigilancia desaparecerá, dejando al conductor con el control total del coche.
Otra de las novedades es la función dinámica de sobreporpulsión, que es más evidente en conducción deportiva (modo Sport y Sport +). Al levantar levemente el pedal del acelerador, la presión en los turbos se mantiene para así cuando volvamos a pisar el retraso sea apenas inexistente, saliendo catapultados hacia delante de una manera salvaje.
Por su parte el Porsche 911 en su versión Turbo S también contará con estos sistemas, pero en su caso se integran nuevas soluciones. Hay que decir que estas unidades llegarán con gestión activa de la suspensión de serie, además de frenos cerámicos. Tan importante es ir rápido como poder detenerse en el menor espacio posible. Para este caso también se incluye un sistema de elevación del morro, pudiendo salvar así los siempre molestos badenes.
En cuanto a diseño, las unidades Turbo hacen gala de todos los cambios aplicados a los nuevos 911 Carrera. Es decir, se modifica ligeramente el frontal, se integran faros de LED, y se modifica la trasera con una tapa del motor con dos aberturas y se integran los pilotos traseros 3D, copiados a los del Porsche Macan. Obviamente las unidades Turbo siguen contado con esos detalles que los hacen particulares, tales como las aberturas laterales y las llantas de nuevo diseño, con un tuerca central única para el caso del Turbo S, y un tamaño de 20 pulgadas.
En el interior tampoco se observan muchos cambios. El principal de todos es el cambio de volante que ya hemos mencionado. A éste se suma una mayor tecnología, la mayoría centrada en el Porsche Comunication Management. Una evolución que permite mejorar la conectividad con nuestros teléfonos móviles, así como disponer de una navegación digital con visión de 360º de la ruta. Por lo demás el interior permanece igual.
La máxima expresión de la deportividad del nueveonce, salvando el Porsche 911 GT3 y la nueva unidad R que ya hemos visto y que pronto llegará, tiene un precio, un alto precio. A finales del mes de enero se espera que las primeras unidades ya estén disponibles para los acaudalados clientes, que podrán optar por las unidades coupé o cabrio desde el primer momento.
- Porsche 911 Turbo - 200.822 euros
- Porsche 911 Turbo Cabriolet - 215.754 euros
- Porsche 911 Turbo S - 232.995 euros
- Porsche 911 Turbo S Cabriolet - 247.927 euros