Porsche Limited Edition: póker de ases de Porsche en París 2018
La marca alemana presentó en París una nueva versión del espectacular 911 Speedster concept y el facelift del Macan, aunque lo más llamativo de su stand no eran estas novedades, sino su impresionante colección de deportivos clásicos de edición limitada.
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Publicado: 09/10/2018 08:00
La firma de Stuttgart aprovechó la celebración del Salón de París 2018 para presentar la última evolución del Porsche 911 Speedster concept, con una versión más cercana a la configuración definitiva de producción, y el nuevo Macan 2019, una actualización del crossover de menor tamaño de la firma alemana.
Sin embargo, a pesar de la evidente importancia de estas novedades, lo más llamativo que podíamos encontrar en el stand de la marca alemana en París no eran estos nuevos modelos, sino la impresionante colección de deportivos clásicos expuesta.
Junto al 911 Speedster concept podíamos encontrar uno de los primeros ejemplares del 356 Speedster, una preciosa unidad de color plata que parecía estar acompañada de 4 magníficos ejemplares de los deportivos de edición limitada más caros y exclusivos de la marca alemana, que parecían ir a juego con el Speedster clásico, ya que contaban con el mismo color de carrocería.
Este impresionante conjunto de raros deportivos clásicos procedía de la colección privada de la propia marca y representan los modelos más raros, tecnológicos y radicales de sus respectivas épocas.
Además del Porsche 356 Speedster, el más veterano de todos era el icónico Porsche 959, el que podemos considerar como el primer superdeportivo de calle de la historia de la marca. Aunque estaba basado realmente en el nueveonce de la época, el 959 cuenta con tantas novedades y modificaciones que pasa por un modelo totalmente nuevo.
Este impresionante modelo fue todo un tour-de-force tecnológico para los ingenieros y supuso para la marca desarrollar varios adelantos técnicos en muy distintas áreas. Tras el lanzamiento del 959, varias de las nuevas tecnologías estrenadas en este modelo de edición limitada fueron inmediatamente trasladadas a la gama 911 Carrera.
Junto a este encontramos una unidad del brutal 911 GT1 Straßenversion, uno de los pocos ejemplares fabricados de la versión de calle del deportivo de competición. Aunque lo cierto es que estas variantes apenas se diferenciaban, pues el modelo de calle era básicamente la versión de circuito con unos pocos cambios. La mayor de las diferencias la vamos a encontrar en que la versión de calle es homologable y por tanto, puede portar matrícula.
Los dos últimos modelos son versiones de calle puras pero desarrolladas con un solo objetivo en mente, las prestaciones puras. Aunque para ello la marca tomó dos caminos muy distintos. Por un lado nos encontramos con el Carrera GT, un biplaza abierto que empleaba un motor V10 atmosférico desarrollado inicialmente para la Fórmula 1 pero que luego fue replanteado para el Campeonato del Mundo de Resistencia.
Por diversos y oscuros motivos, el modelo en el que tenía que ser estrenado este motor no llegó a competir nunca, a pesar de haber sido desarrollado por completo. Con el tiempo, los ingenieros de la marca alemana terminaron desempolvando este bloque de 10 cilindros para dar forma a uno de los modelos de calle sin compromisos más espectaculares creados nunca por la firma germana. Un enorme motor atmosférico, potencia bruta y ayudas a la conducción mínimas, la más clásica de las recetas.
El Porsche 918 Spyder representa exactamente todo lo contrario, ya que es todo un vehículo laboratorio al estilo del Porsche 959, pues llegó al mercado dotado de numerosas tecnologías inéditas para la marca alemana. Este deportivo híbrido combina potencia y eficiencia gracias a la asistencia de los motores eléctricos. Potencia y alta tecnología, la última moda de los más exclusivos hiperdeportivos.
Ninguno de estos modelos puede ser considerado como novedad y de hecho, es habitual encontrar unidades como estas adornando las presentaciones de la marca. Sin embargo, encontrarnos con 4 unidades a la vez, compartiendo el mismo espacio y siguiendo el mismo juego cromático, resulta de lo más espectacular.