Porsche en China, un caso para estudiar
Aunque los SUV de Porsche tienen un peso indiscutible en las ventas de la marca, también crece el interés por los modelos 718 Boxster y Cayman en China, primer mercado mundial para Porsche. Los directivos confían en incrementar las ventas durante este año, y no solo por el nuevo Cayenne.
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Publicado: 28/04/2018 21:00
Porsche pasó en pocos años de ser un fabricante de deportivos con una producción modesta, a ser un fabricante Premium con una gama interesante, combinando deportivos y SUV. Gracias a Cayenne y Macan, Porsche vive un momento muy dulce, y no han dejado de fabricar coches tan apasionantes como 911, Cayman (ahora 718 Cayman) o Boxster (ahora 718 Boxster).
El año pasado se entregaron a clientes 246.000 Porsche, lo que supuso romper el récord anterior -de 2016- en un 4% adicional. Parte de ese incremento se debió al nuevo Panamera, que aumentó sus ventas un 83%. En 2018 también deberían subir por el lanzamiento del nuevo Cayenne, especialmente en Estados Unidos y China.
Y es que el país asíático también se ha convertido en el primer mercado para Porsche, 71.000 entregas (+10%) en 2017, a pesar de que el 100% de los coches se importan y pagan aranceles. Porsche no se ha planteado tener una fábrica en ese país, ni mucho menos asociarse con un fabricante local para hacer coches que no paguen aranceles.
Tal y como reveló el responsable de ventas, Detlev von Platen, durante el Salón de Pekín, el crecimiento de Porsche en China no tiene únicamente con las ventas de SUV. También están creciendo los pedidos de los modelos 718 Boxster y 718 Cayman, de dos plazas y muy poco prácticos para el día a día.
En torno al 11% de las ventas en China corresponden a este tipo de coche. Si se compara esa cifra con la de Estados Unidos, resulta baja, ya que la cuarta parte de las ventas en el país americano corresponden a biplazas. Porsche está trabajando para aumentar esa proporción en China, permitiendo pruebas dinámicas al público objetivo y que vean lo que se pierden.
Al menos en ese país, muchos clientes de Porsche no son conductores, prefieren que un chófer les lleve. Obviamente se están perdiendo uno de los valores de la marca, las sensaciones de conducción. Desde Porsche confían en conquistar más clientes así, a base de experiencias.
El precio de los coches no es tanto un problema, aunque vayan con aranceles, los clientes chinos de Porsche se los compran con y sin aranceles. A raíz del anuncio del Gobierno de China de relajar las normas que permiten fabricar localmente, y de aliviar los aranceles de importación, Porsche no tiene motivación para fabricar allí.
Afortunadamente para Porsche, apenas existe competencia para sus coches por parte de fabricantes chinos, y la que hay no tiene gran cosa que hacer frente a su experiencia y saber hacer en la materia. No hay visos de que eso vaya a cambiar pronto, y los Porsche tendrán precios más competitivos cuando desaparezcan barreras comerciales.
Por otro lado, durante la década que viene habrá Porsche con mecánicas convencionales, híbridos enchufables y eléctricos puros. En un mercado que apuesta tan fuerte por la electricidad, modelos como el Mission E y los que vengan detrás serán muy atractivos para los clientes chinos.
Sin embargo, seguirá habiendo espacio en ese mercado para modelos prestacionales y pensados en el disfrute del conductor, sean eléctricos o no. Porsche está viendo que su tecnología híbrida enchufable está teniendo buena acogida entre aquellos que desean tener lo último en tecnología, no solo hablando de conectividad.
Volviendo a los datos de 2017, la gama 718 Boxster y Cayman acumuló 25.000 entregas a nivel mundial, un 6% más que en 2016. Por otro lado, los 911 se siguen vendiendo un poco más, 32.000 entregas, a pesar de ser mucho más caros y no mucho más prácticos. El modelo que más se vende a nivel mundial es el Macan, 97.000 unidades de un total de 246.000.
China fue el mercado de Porsche que más creció en 2017, muy por encima del crecimiento en zonas como Europa y Norteamérica. Porsche no solo vende más, también está asegurándose una posición que, si nadie lo impide, mantendrá durante una temporada, a salvo de competidores locales.