El Porsche Cayenne cambiará radicalmente su diseño

Atrás quedaron aquellos años en los que las marcas de deportivos fabricaban únicamente eso, coches veloces, capaces de matarte en cada curva, vehículos pequeños y bajos acompañados por motores de infarto, automóviles que como el Porsche 911, han visto ampliada su familia gracias a berlinas de lujo y todocaminos de gran tamaño.

En el año 2018,Porsche lanzará la tercera generación del Cayenne, vehículo que junto con el Boxster, salvaron de la quiebra a la compañía alemana. Un modelo que recientemente a superado el medio millón de unidades vendidas a nivel global y que espera un cambio radical en su diseño con el objetivo de competir contra modelos como el BMW X6 o el esperado Mercedes-Benz MLC.

La respuesta de Porsche a la nueva generación de SUVs de aspecto dinámico tomará las bases del diseño que inspiraron a dos modelos de la compañía, el Porsche Macan y el 918 Spyder, siendo la principal característica del coche una caída del techo pronunciada en la zaga del vehículo, manteniendo las cinco puertas del mismo. Además, el habitáculo se encontrará situado en una posición más cercana al suelo, desvinculando la aptitudes off-road que caracterizaron al Cayenne de principios de siglo para reducir el centro del gravedad y mejorar las sensaciones deportivas.

A nivel mecánico podemos afirmar que estará disponible un propulsor híbrido, posiblemente impulsado bajo la tecnología Plug-in Hybrid, así como motores diésel de seis cilindros y gasolina de seis y ocho cilindros(incluyendo versiones Turbo y GTS en la gama). El Cayenne Turbo S rendirá una potencia final cercana a los 600 CV, cifra que definitivamente podría quedar anclada en 580 CV, es decir, 30 más que la actual generación.

A nivel estructural compartirá elementos con los nuevos Audi Q7, Volkswagen Toaureg, así como con Bentley y Lamborghini, enfocados cada modelo del Grupo VAG a un segmento muy diferente del mercado.

Fuente: WCF