Porsche evitará los retrasos de producción con microchips falsos
La escasez de los microchips está volviendo locos a los fabricantes. Mientras algunos alemanes confían en que la crisis se solucione en 2022, otros apuntan ya hasta 2024. Una situación que está suponiendo retrasos en las entregas previstas de hasta un año. La solución de Porsche pasa por la instalación de chips falsos.
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Publicado: 04/08/2021 17:00
La crisis de los semiconductores, los microchips, está causando verdaderos estragos. Fuentes de Mercedes apuntaban a una normalización de la situación a lo largo de 2022, pero otras voces de Volkswagen ya hablan de la regularización a finales de 2023 o principios de 2024. El caso es que las provisiones se están destinando a modelos de mayor margen comercial, retrasando la producción de otros más recientes.
Esto supone también alargar los plazos de entrega, puesto que los fabricantes optaron hace tiempo por fabricar a demanda, y no mantener unidades en stock dada la dificultad a la hora de venderlos, ya que no se ajustan a las configuraciones de los clientes. En Land Rover, la situación es alarmante, dando fechas de entrega de hasta un año. Esto es precisamente lo que quiere evitar Porsche. Prefiere cumplir con los clientes de alguna forma, porque lo contrario generará enormes pérdidas.
Porsche encuentra una solución temporal a la crisis de los microchips
La marca deportiva se ha salido por la tangente, según apunta un diario alemán, el «Stuttgarter Zeitung», anunciando la instalación de chips falsos, temporales para salir del paso que obligará a la firma a una llamada a revisión mundial para instalar los auténticos. El fabricante alemán produce estos microchips que funcionan como un marcador de posición, para luego sustituirlos por los definitivos una vez estén disponibles y se reciban en los concesionarios.
Oliver Blume, gerente de Porsche, ha apuntado que los clientes pueden estar tranquilos porque estas fichas solamente se utilizarán en funciones no esenciales de sus modelos, las que no afectan al verdadero funcionamiento habitual. Unas declaraciones en las que no ha especificado de qué sistemas en concreto se tratan, pero que no comprometen la seguridad a bordo. Es de suponer que Porsche ha realizado las pertinentes pruebas para validar esta estrategia.
Blume ha señalado que no hay otra forma de solventar la cuestión, por lo que los clientes no recibirían sus modelos en un largo plazo, imposible de concretar una fecha. Porsche, como otros fabricantes que cuentan con provisiones, destinarán los microchips disponibles a los modelos que dejan más beneficios, y a los que menores emisiones de CO2 generan para así cumplir con los límites de emisiones.
Fuente: Stuttgarter Zeitung