Los eléctricos de Porsche y Volkswagen sufren un duro revés en USA, el blindaje frente a China es un problema de difícil solución a corto plazo

Porsche y Volkswagen tienen un importante problema en Estados Unidos. Las dos marcas alemanas se enfrentan a un contratiempo que tendrá grandes consecuencias en las cifras de ventas a finales de año, a pesar de que apenas hemos alcanzado los tres primeros meses de 2024. Las nuevas normas federales que tienen por objeto reducir la presencia de coches eléctricos chinos al otro lado del Atlántico ha pillado desprevenidas a las dos marcas que ven cómo sus unidades se amontonan en las aduanas.

Lo peor no es que que no tengan prevista fecha de entrega a los clientes, sino el coste que le va a suponer a Porsche y Volkswagen solventar el problema, porque en absoluto es menor. Estados Unidos ha seguido la misma línea de Francia para evitar la gran invasión de coches eléctricos procedentes de China. El Gobierno dirigido por Joe Biden estableció nuevos criterios para asignar las ayudas a la compra de los modelos de cero emisiones y de híbridos enchufables, exigiendo a los clientes que su decisión de compra fuese de un modelo fabricado en Estados Unidos.

Estados Unidos se blinda ante los coches chinos, eléctricos y PHEV

Es la única forma de poder contar con una ayuda que asciende a un máximo de 7.500 dólares, lo que vienen a ser poco más de 6.900 euros. Sin embargo, esta medida se ha endurecido más en los últimos tiempos, que es la cuestión que ha pillado desprevenidas a las dos marcas germanas, pues Estados Unidos ha incluido una cláusula en la que establece que las baterías y los materiales con los que se producen no pueden provenir del grupo de países FEOC, las «entidades extranjeras de interés». Los cuatro países vetados a nivel mundial, Corea del Norte, Rusia, Irán y China.

La norma es tan clara que ningún coche eléctrico, cuya batería disponga de un componente o gramo de un material que provenga de China, puede contar con la mencionada subvención, por lo que el catálogo se reduce considerablemente. Los eléctricos de Porsche y de Volkswagen contienen un químico que proviene del gigante asiático, razón por la cual las unidades permanecen en las aduanas.

Las ayudas a la compra de coches de bajas emisiones si son «Made in USA»

Dicho de otra forma, los fabricantes que quieran vender coches eléctricos en Estados Unidos están obligados a que, al menos, el 60 por ciento componentes y 50 por ciento materiales utilizados en las baterías, sean producidos bien en Norteamérica o en otro país que esté incluido en el tratado de libre comercio. Los modelos de Tesla, de Rivian o las versiones PHEV de los Ford Escape, Jeep Grand Cherokee y Wrangler son algunos de los que se escapan de esta norma que puede trasladarse al continente europeo como la de Francia se ha exportado.