El precio de las baterías de litio está en mínimos históricos. ¿Por qué los coches eléctricos siguen siendo caros?
Los coches eléctricos basan su precio en gran medida en el coste de las baterías que llevan. ¿O no? Las celdas de baterías de iones de litio están más baratas que nunca, pero sólo Tesla está siendo capaz de traducir eso en precios más bajos de su producto final.
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Publicado: 28/11/2023 13:30
Tradicionalmente, el precio de las baterías de iones de litio ha incidido directamente en el precio de los coches eléctricos, ya que estas son el elemento más costoso y el que más influye en la rentabilidad de los mismos.
Sin embargo, en los últimos meses, la caída de los precios de las baterías de litio no se han traducido en una bajada equivalente de los precios de los coches eléctricos, quizá, con la excepción de Tesla. ¿A qué se debe esto?
Evolución del precio de las baterías de litio
Según datos de BNEF, en 2013 el precio medio de una batería de iones de litio era de 780 dólares/kWh. Un precio muy elevado comparado con el promedio actual, 10 años más tarde.
Los 139 dólares/kWh actualmente suponen un mínimo histórico y, además, una bajada del 14 % con respecto al año pasado. Algo que los expertos atribuyen a varios factores.
«En los muchos años que llevamos realizando esta encuesta, la caída de los precios ha sido impulsada por los aprendizajes de escala y la innovación tecnológica, pero esa dinámica ha cambiado», declara Evelina Stoikou, asociada senior de almacenamiento de energía de BNEF.
«La caída de los precios este año se atribuyó a un crecimiento significativo de la capacidad de producción en toda la cadena de valor, en combinación con una demanda más débil de lo esperado», añade Stoikou.
Las cifras anteriormente mencionadas representan un promedio de múltiples usos finales de las baterías, incluidos diferentes tipos de vehículos eléctricos, autobuses y proyectos de almacenamiento estacionario.
Si nos centramos en el transporte, en 2023 los precios promedio de las baterías para vehículos eléctricos fueron de 128 dólares/kWh para los paquetes de vehículos eléctricos de batería (BEV), según un promedio ponderado por volumen.
A nivel de celda, los precios promedio de los BEV fueron incluso más bajos, alcanzando los 89 dólares/kWh. Este dato revela que, en promedio, las celdas representan el 78 % del coste total del paquete.
En comparación con los últimos cuatro años, la relación de costes entre celdas y paquetes ha experimentado un aumento desde la división tradicional de 70:30. Este cambio se atribuye en parte a modificaciones en el diseño de los paquetes, como la adopción de enfoques de celda a paquete, que han contribuido a la reducción de costes.
Además, la industria está adoptando la química de cátodos de bajo coste conocida como fosfato de hierro y litio (LFP). En 2023, los precios promedio ponderados a nivel mundial fueron de $130/kWh para los paquetes y $95/kWh para las celdas de LFP, marcando el primer año en el que los precios de estas últimas bajaron por debajo de los 100 dólares/kWh.
Esto hace que sean un 32 % más económicas en promedio que las celdas de óxido de cobalto, manganeso y litio (NCM).
Por qué los coches eléctricos no bajan tanto de precio
La teoría dice que, con baterías más baratas, los fabricantes pueden bajar los precios de sus coches eléctricos. Sin embargo, esto no está ocurriendo así, no al menos a un ritmo ni remotamente parecido al del mercado de las baterías.
Esto se debe a varios factores. Por un lado, son muchos los fabricantes de baterías que deben enfrentarse a un problema de exceso de capacidad que la demanda no es capaz de cubrir. CATL, el mayor fabricante mundial de baterías, terminó 2022 con una tasa de uso de su capacidad de producción del 81,25 %, y esta ha seguido bajando este año, llegando incluso a acometer despidos ante la imposibilidad de mantener activas todas sus líneas de producción.
A esto se le suman las excesivamente optimistas previsiones de ventas de los fabricantes de automóviles eléctricos, que han propiciado que en los últimos meses diversas marcas se hayan visto obligadas a tomar medidas correctoras.
Es el caso de General Motors, que ha retrasado el lanzamiento de varios modelos eléctricos, o el de Ford. La marca estadounidense no sólo ha ralentizado sus planes para la planta de baterías que tiene previsto fabricar en Kentucky, sino que también ha congelado sus planes para Europa.
Muchos fabricantes de automóviles asumen pérdidas importantes en la fabricación de vehículos eléctricos. Pero el hecho de que la demanda de este tipo de automóviles sea más baja de lo esperado hace que dichas pérdidas se agraven.
Esto podría llevar a muchos de ellos a intentar reducir dichas pérdidas manteniendo los precios en un escenario de bajada de costes de las baterías, lo que se traduce en que es la empresa la que se beneficia de ello, pero no el cliente final.
Son múltiples los estudios y análisis que intentan predecir cuándo llegará el momento en que los precios de los coches eléctricos se equiparen a los de sus homólogos de combustión. Sin embargo, la realidad es que resulta muy complejo acertar en un mercado inestable e impredecible.
Fuente: Inside EVsFotos: Motor.es