El precio de la gasolina y el diésel baja a mínimos, pero el ‘impuestazo’ está cada vez más cerca
Los conductores respiran aliviados con la bajada de precios de la gasolina y el diésel, que alcanzan su nivel más bajo en 2025. Sin embargo, la subida fiscal al diésel sigue en el horizonte, y podría dar un vuelco a la situación en breve.

Buenas noticias, aunque cuando se trata de los precios del combustible esto es muy relativo y, sobre todo, no conviene acostumbrarse. En cualquier caso, el precio de la gasolina y el diésel sigue cayendo y ya encadena su cuarta semana consecutiva de descensos.
En la última semana, el litro de ambos carburantes se ha abaratado un 1,5 %, situándose en sus niveles más bajos en lo que va de 2025. Según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, el diésel cuesta ahora 1,450 euros el litro, mientras que la gasolina se queda en 1,517 euros.
Los precios siguen dependiendo de una ecuación con demasiadas variables: cotización del crudo, impuestos, costes logísticos y, cómo no, especulación del mercado
Este descenso en los precios es especialmente significativo porque rompe con la tendencia alcista que se mantuvo hasta bien entrado el año, tras un periodo navideño en el que los carburantes volvieron a encarecerse.
Aunque, como seguro que sabes, la historia reciente nos recuerda que estos descensos suelen ser efímeros y que cualquier factor geopolítico o económico puede hacerlos repuntar de nuevo en cuestión de semanas.
Llenar el depósito, un poco más barato (de momento)
Este descenso en los precios significa que llenar un depósito medio de 55 litros de diésel cuesta ahora 79,75 euros, unos cinco euros menos que hace un año. Para la gasolina, el coste es de 83,43 euros, lo que supone un ahorro de 5,39 euros respecto al mismo periodo de 2024.
Si miramos el contexto histórico, la situación sigue lejos de los máximos que vimos en el verano de 2022, cuando el diésel y la gasolina superaron los 2 euros por litro. Sin embargo, también es cierto que nunca hemos vuelto a los niveles prepandemia, cuando repostar costaba bastante menos.
Por tanto, aunque los precios actuales sean los más bajos en meses, lo cierto es que siguen siendo elevados respecto a otras épocas.

La sombra del 'impuestazo'
Aquí llega la parte menos amable de la historia: la Unión Europea ha concedido a España una prórroga hasta el 11 de abril para incrementar el impuesto al diésel y equipararlo con el de la gasolina.
Esta medida no es algo nuevo ni un capricho de Bruselas, sino un compromiso que el Gobierno español adquirió dentro del plan de recuperación económica. En la práctica, esto significa que el diésel podría subir de golpe y situarse al mismo nivel que la gasolina o incluso por encima, lo que pondría fin a la histórica ventaja económica del gasóleo.
Aún no hay cifras concretas, pero si la equiparación se lleva a cabo, hablamos de un incremento que podría rondar los 10-15 céntimos por litro. Un golpe directo al bolsillo de los conductores de diésel, especialmente de aquellos que dependen del vehículo para trabajar.

A pesar de los impuestos y fluctuaciones, España sigue teniendo carburantes más baratos que la media europea. Mientras aquí la gasolina sin plomo 95 cuesta 1,517 euros el litro, en la UE la media es de 1,651 euros y en la eurozona, de 1,699 euros.
El diésel también es más asequible en nuestro país (1,450 euros) frente a los 1,573 euros de la media europea. Pero esta ventaja podría desaparecer con la nueva subida fiscal. Si se aplican los cambios, podría darse la paradoja de que repostar en países como Francia o Portugal sea más barato que en España, algo que hace apenas unos años era impensable.
No olvidemos el contexto
A pesar de estos descensos, los precios siguen dependiendo de una ecuación con demasiadas variables: la cotización del crudo, los impuestos, los costes logísticos y, cómo no, la especulación del mercado. Además, las fluctuaciones en el precio del petróleo no se trasladan de inmediato al surtidor, sino con un cierto retraso.
La caída actual podría ser un simple espejismo. Si la OPEP decide recortar la producción, si hay tensiones en los mercados energéticos o si el dólar se fortalece frente al euro, los carburantes volverán a subir en cuestión de semanas.
Así las cosas, si estás disfrutando de los precios a la baja, aprovéchalo. Porque si algo nos ha enseñado la historia de los carburantes es que, cuando bajan, lo hacen en paracaídas, pero cuando suben, lo hacen en cohete.
Fuente: RTVE
