¿Preocupado por posibles subidas de impuestos al GLP o GNC?

Los combustibles gaseosos para automoción están beneficiados fiscalmente por su carácter ecológico, y no hay previsión de que incrementen sus cargas a corto y medio plazo. De haber subidas, seguramente sucedan cuando los vehículos ya estén amortizados, pero siempre serán más baratos que gasolina y gasóleo.

7 min. lectura

Publicado: 26/03/2018 21:30

Tanto el gas licuado de petróleo (GLP o autogas) como el gas natural comprimido (GNC) son combustibles alternativos que, además de ser más respetuosos con el medio ambiente, suponen un importante ahorro para el que los usa. Ninguno es mejor que otro a secas, eso depende de las circunstancias de cada uno.

Una de las razones que justifica el bajo precio de estos combustibles es la facilidad con la que se obtiene la materia prima, bien en bolsas subterráneas que contienen el gas encerrado desde que los dinosaurios se "evaporaron", bien como residuo del proceso de refino. Otra de las razones está en su baja carga fiscal, pagan pocos impuestos.

Es una pregunta recurrente de los usuarios actuales y futuros del gas si va a subir la carga fiscal y, por tanto, el precio. A los que más kilómetros hacen al año, es una cuestión poco relevante, pues igualmente ahorrarán, pero los que se mueven menos verían alargados sus plazos de amortización o una menor ventaja respecto a un diésel.

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El gas natural comprimido es el combustible que más barato sale en España, después de la electricidad. Lástima que la red de repostaje sea a día de hoy escasa, casi 1 surtidor cada 10 de GLP

Las medidas habituales de l/100 km que se usan en gasolina no tienen validez directa hablando de consumos de gas, ya que son diferentes las densidades energéticas, es decir, la energía disponible por unidad de volumen. Respecto a la gasolina, el GLP necesita más litros/100 km para el mismo resultado. El consumo de GNC y el respostado se suelen mirar en kilos, no en litros.

La diferencia de litros/kilos queda compensada por un precio de casi la mitad que la gasolina, por lo que más litros no implica más euros, sino al revés. Se puede ahorrar en combustible hasta un 40% con el sistema de precios actual usando GLP, con GNC algo más. Ahora bien, ¿cuánto tiempo permanecerá esa situación? Buena pregunta.

La directiva europea sobre imposición de los productos energéticos (2003/96/EC), adoptada en 2004, reguló esta cuestión. Se impuso un mínimo de impuesto de hidrocarburos a GLP y GNC, y así se mantuvieron durante años, congelados, sin experimentar incrementos. El mínimo europeo es de 125 euros por tonelada, pudiendo los estados miembros eximir total o parcialmente de esa carga si lo desean.

El gasóleo pasó de 302 euros/1.000 litros (2004) a 330 euros cada 1.000 litros (2010)

Todos los vehículos que usan gas en España, si cumplen por lo menos Euro 4, tienen la consideración de ecológicos y tienen más facilidad para circular y aparcar (Madrid y Barcelona)

Hasta el año 2000 en España no era legal tener turismos de uso particular adaptados a GLP, solo se podían usar en vehículos de servicio público. Hasta que no entró en vigor la directiva, los impuestos eran de 796 euros por tonelada, quedando establecidos en 57,47 euros por tonelada. Ojo, no es lo mismo una tonelada (1.000 kg) que mil litros (1.000 l).

A día de hoy, el GLP sigue pagando 57,47 euros por tonelada, o el 1,7% del precio

Veamos qué pasa con el gas natural comprimido. En España se aplica lo mismo que al GLP, casi 58 euros por tonelada. El GNC no se reconoció como apto como carburante de automoción hasta la modificación de la ley de impuestos especiales con la nueva 22/2005. Tanto GLP como GNC se libraron del "céntimo sanitario", que ni era un céntimo, ni la sanidad era su principal propósito.

Dado que tanto el GLP como el GNC tienen una reducción efectiva de las emisiones de efecto invernadero (CO2) respecto a gasolina y gasóleo, parece evidente que estén siempre beneficiados fiscalmente respecto a los combustibles tradicionales, menos refinados y más contaminantes. A día de hoy no hay previstas ni subidas, ni el final del trato fiscal favorable a estos combustibles.

En 2011 se planteó una revisión de la directiva de 2003 para ponerle fin a los beneficios en 2023, pero finalmente no se materializó. Por lo tanto, los bajos impuestos al gas continuarán de forma indefinida.

Surtidor de GLP en Lérida, noviembre de 2017

¿Tan baratos son estos combustibles?

Tomando como referencia los precios del GLP en 2016 en los principales países consumidores, tenemos que el GLP tiene una media de carga fiscal del 34,7% del precio, en el caso español solo el 22,7% (21% solo de IVA), frente a una carga del 47,9% del gasóleo (en España 53,6%) y el 53,4% de la gasolina (en España 57,5%).

Es más, la media de precios del GLP es del 59% del gasóleo (en España 58,7%) y el 52,1% de la gasolina (en España 51,7%). ¿Y sin impuestos, qué? La media fue de 37 centavos por litro (al cambio medio de 2016), siendo España el quinto país con el GLP más caro después de Japón, Francia, Reino Unido y Estados Unidos. Eso es cosa de las empresas energéticas, no del Gobierno ni de la Unión Europea.

En definitiva, incrementar los impuestos al GLP o el GNC no interesa a la Administración, pues le interesa reducir las emisiones de efecto invernadero y las tóxicas, y estos gases bajan las dos. A la Unión Europea tampoco le interesa, al menos hasta 2030, cuando ya el testigo tecnológico se le pasará a los eléctricos y la combustión interna empezará a ser progresivamente marginada.

Fuente: European LPG Association (AEGPL)

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