Malestar en M-Sport por los fallos técnicos en Córcega

El Tour de Corse fue un auténtico vía crucis para M-Sport. Sébastien Ogier salvó con bastantes apuros la segunda posición tras sufrir problemas hidráulicos en la jornada del sábado y volver a acusar algún tipo de incidencia técnica en la última etapa de la prueba. El francés completó el rally con una avería intermitente en la electrónica que a priori le dejaron sin tracción integral y que hacían que el Ford Fiesta RS WRC '17 casi se detuviera en cada horquilla. A todos estos problemas, hay que sumar los fallos de motor que sufrió Ott Tänak y los problemas hidráulicos del coche de Elfyn Evans.

Hasta cuatro avería distintas que ponen en tela de juicio la fiabilidad del nuevo Ford Fiesta RS WRC y que sin duda tienen preocupados a los chicos de M-Sport, con Malcolm Wilson a su cabeza: "Ha sido un fin de semana muy exigente para el equipo. Hemos experimentado problemas que no hemos visto antes y puedo decir que el equipo está trabajando muy duro en la preparación del próximo evento. Hay que alabar el trabajo de Ogier e Ingrassia en estas circunstancias. En vista de lo que hemos experimentado aquí en Córcega, es genial ver como Ogier ha extendido su ventaja en la clasificación y mantener el liderato entre los fabricantes".

Sébastien Ogier terminó bastante contrariado con los distintos problemas técnicos que sufrió el Ford Fiesta en el Tour de Corse, aunque el francés se mostró bastante más satisfecho con el rendimiento mostrado por su World Rally Car en asfalto. En este aspecto, las sensaciones con el coche a pleno rendimiento fueron buenas, por lo que M-Sport ya tiene programado un test para intentar enmendar estos problemas, como explica el propio Wilson: "Tenemos una prueba de cinco días la próxima semana. Buscaremos mejorar el rendimiento del coche, así como abordar los problemas que hemos tenido este fin de semana".

Fuente: AutosportFotos: Red Bull Content Pool