Probamos la conducción eficiente con furgonetas eléctricas en el Circuito del Jarama

Cuando compiten vehículos que son totalmente iguales entre ellos, es el conductor y el pilotaje lo que marca la diferencia. Aplicamos ese principio con la conducción eficiente en una curiosa prueba en el Circuito del Jarama, donde primaba la eficiencia, pero también la posición de llegada.

Probamos la conducción eficiente con furgonetas eléctricas en el Circuito del Jarama

9 min. lectura

Publicado: 10/10/2022 21:00

En los vehículos eléctricos la forma de conducir es muy importante a la hora de reducir el gasto de energía. Aunque son vehículos extremadamente eficientes, llevan poca energía a bordo (comparando con un depósito de gasolina o gasóleo), por lo que cualquier ahorro se nota fundamentalmente en más autonomía.

Los beneficios de la conducción eficiente están más que demostrados y no entraremos en detalle en este artículo, pero no está de más recordar algunos trucos para lijar el consumo y así aumentar la autonomía de los vehículos electrificados. La práctica totalidad de estos consejos son aplicables a la circulación del día a día.

Hemos participado en una curiosa prueba organizada por una de las principales empresas de renting de España, Northgate, con motivo de su octava edición del concurso «Green Drivers». Para la ocasión, desplegaron en el Circuito del Jarama una flotilla de Citroën ë-Berlingo, totalmente similar a Peugeot e-Expert, Opel Combo, Toyota Proace City y Fiat E-Doblò.

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¿Qué factores influyen en el consumo de energía?

En primer lugar, el conductor, cuyas acciones y elecciones condicionan que el vehículo consuma más (por mayor exigencia) o menos. A continuación, el uso del freno y del acelerador son clave, ya que el freno «destruye» energía y el acelerador la «consume», pero a cambio de algo más útil. La energía ni se crea ni se destruye, pero simplificamos así la explicación.

Otros factores de importancia son el correcto uso de la climatización (la temperatura deber ser confortable, ni muy fría ni muy caliente), llevar las ventanillas subidas sobre todo fuera de población, hacer un adecuado uso del cambio de marchas (incluso en eléctricos, por el uso de la retención), el estrés del conductor y la velocidad (cuanto más alta, más resistencia al viento).

De todos estos elementos, el mayor consumidor o destructor de energía es el freno, por lo cual el conductor debe utilizarlo lo imprescindible, y no abusar innecesariamente de la frenada regenerativa, ya que es un proceso con pérdidas. Es más, el principal modo de ahorrar energía es «No frenar», o lo que es lo mismo, imaginar que conducimos sin frenos.

Cómo reducir el consumo a la mínima expresión en circuito

En virtud de lo expuesto, para lograr un consumo bajo de energía hay que evitar transformaciones y pérdidas. No compensará por tanto obtener velocidades elevadas, ni apurar las frenadas en pista, tampoco castigar los neumáticos con trazadas agresivas. El punto dulce está en una velocidad moderada, como 70-90 km/h, que no nos hacen ni muy lentos, ni muy rápidos.

Habiendo participado ya en competiciones parecidas en el trazado madrileño, me esforcé al máximo en obtener el resultado más eficiente que pude. Desde luego en la vuelta de ensayo me salió la jugada redonda, obteniendo la mejor puntuación de 21 conductores: 6º por orden de llegada, 4º más eficiente, 115 puntos. Cada vehículo tenía un sistema de control de flotas para tener los consumos auditados.

Al ritmo adecuado, los frenos solo hacen falta realmente en la bajada de la curva Bugatti, que siendo previsor se puede usar la frenada regenerativa para no tener que usar los discos de freno, y el giro se hace sin provocar que los neumáticos nos frenen por subvirar (por entrada a velocidad excesiva). En el resto de giros, con una leve frenada regenerativa al soltar el acelerador es suficiente.

Después de la ronda de clasificación, comenzó la competición en sí, que apenas duró tres vueltas. Me concentré en mantener mi ritmo y una media de consumo de 13,8 kWh/100 km. Con 50 kWh de capacidad en las baterías, eso me permitiría recorrer 362 kilómetros, bastante por encima del dato homologado mixto de 275 km WLTP.

Los demás conductores se emplearon a fondo, una vez habían tenido su bautismo en la pista. En la primera vuelta me ganaron una posición, pasando del 6º al 7º, aunque aproveché el rebufo todo lo que pude. Mantuve mi ritmo y elegí bajar hacia la recta principal en punto muerto, no superando en recta los 80 km/h.

Al término de la prueba, quedé en décimo segunda posición (12º), lo cual no me pude explicar en aquel momento. Un responsable técnico me dijo que se había aplicado «cocina» a los datos para aumentar las diferencias entre conductores, añadiendo los resultados de una prueba de slalom que hicimos aparte. Pedí el «VAR» y una revisión de los datos que hemos podido obtener hoy.

Hubo un error al transcribir los datos, pasando de haber consumido 13 kWh a solo 5,3 kWh, por lo que mi posición final mejoraba sustancialmente, me habría correspondido el 5º puesto. Me queda la duda de si los datos de todos los vehículos se habían puesto a cero de la misma forma -contabilizaba el 20%-, pero no pasa nada, que no estaba en juego ningún título mundial.

Fue una experiencia divertida, porque en circuito no todo es hacer tiempos (velocidad pura), también hay desafíos al conductor y la máquina como la resistencia con combustible limitado, sirvan de ejemplo las 24 horas de Ford o de Toyota Hybrid. Además, que para maximizar la velocidad media en pista sigue haciendo falta trazar bien, aprovechar al máximo el ancho y perder la mínima velocidad posible.

Este tipo de eventos, que tienen un propósito más formativo que competitivo, sirven para recordar la importancia de tener controlado el consumo en las flotas, y tanto Northgate como otras empresas usan la tecnología para tener los datos registrados: trayectos, velocidades medias, eventos de frenada excesiva, etc. Así se pueden optimizar los costes.

Estos consejos sirven para todos los días, aunque hay que ser muy cuidadoso con los puntos 1 y 2 en carreteras abiertas al tráfico

Probamos una tecnología similar con la Ford e-Transit, que tiene un sistema de control de flotas integrado por el propio fabricante. El gestor puede conocer cuántas veces un conductor se ha saltado un límite de velocidad, si un vehículo abandona su zona de trabajo habitual, si salta algún código de avería, etc.

Estas herramientas permitirán a los gestores conocer lo que antes no era fácil de tener controlado, ya no solo de cara a evitar multas, sino a hacer que las baterías duren más, que los tiempos de recarga se reduzcan, que los neumáticos y frenos tengan un menor desgaste... y por último y no por ello menos importante, contribuir a la Seguridad Vial.

En la oferta de vehículos eléctricos de Northgate, las ë-Berlingo se encuadran en el segmento de furgonetas pequeñas, por encima está el de furgonetas medias, y aparte hay sendas categorías de turismos, pequeños y medianos. La autonomía publicitada de las furgonetas pequeñas es de 245 kilómetros. Con conducción eficiente, como ha quedado patente, esos resultados se podrían mejorar.

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