Probamos el sistema BlueCruise de Ford, la conducción autónoma está más cerca
La tecnología es hoy un argumento más de venta a la hora de comprar un coche nuevo. Los eléctricos ganan por goleada en ese campo y el Ford Mustang Mach-E lo expone mejor que ningún otro al recibir la tecnología BlueCruise.
13 min. lectura
Publicado: 03/10/2023 07:00
Todos hemos oído hablar de la conducción autónoma. Antes o después, en algún momento a corto o largo plazo veremos circular por nuestras carreteras coches sin conductor o completamente despreocupados por lo que pasa en su entorno. Hoy, por motivos de normativa y regulación, todavía no es posible ir del punto A al punto B sin prestar atención, no al menos sin caer en fallos de seguridad. Hasta ahora. Ahora, por primera vez en España es posible circular sin poner las manos en el volante y ya hay una marca que lo ofrece, Ford.
Cuando hablamos de conducción autónoma siempre solemos hacer referencia a Mercedes o Tesla. Ambas compañías parecen enfrascadas en una guerra comercial por ofrecer los sistemas de asistencia a la conducción más avanzados del planeta, porque, por ahora, sólo son eso; asistentes a la conducción. Hoy por hoy ninguna marca en el mundo es capaz de ofrecer un coche con nivel 5 de conducción autónoma. La tecnología está ahí, es posible y funciona, pero su integración en el mundo real es muy compleja, sobre todo por la coexistencia con coches tradicionales.
Mercedes ha sido capaz de, bajo entornos ultra-controlados, homologar un sistema de nivel 4 para el Clase S, pero eso es ciencia ficción con el mundo real y actual. Hoy, la mayor parte de los coches llegan asociados a sistemas de nivel 2 que avisan al conductor de los principales riesgos de la circulación, así como de tomar el control en caso de no notar una reacción o no una lo suficientemente considerable como para salvar el problema o reducir la incidencia del impacto. Si algo tienen en común todos estos programas es que es obligatorio ir siempre con las manos en el volante. Sí, incluido el de Tesla.
Ahora bien, esta carrera tecnológica ya tiene un corredor destacado, Ford, más concretamente el Mustang Mach-e. La marca americana exporta por primera vez a Europa su sistema BlueCruise. En Estados Unidos y Canadá lleva tiempo operando. Más de 225.000 coches de la compañía ya lo montan y lo usan habitualmente en las vastas tierras americanas. Más de 160 millones de kilómetros acumulados sin que se haya anotado un accidente o incidente. Algo que demuestra la eficacia de un sistema que a partir del 12 de octubre ya está disponible en nuestro país.
¿En qué consiste el BlueCruise de Ford?
Pues para simplificar mucho el asunto, basta decir que se trata de un paquete de asistentes a la conducción de nivel 2 avanzado, lo que muchos llaman nivel 2.5. Consta de muchos de los elementos que ya son comunes en muchos coches modernos. Control de crucero adaptativo, indicador del ángulo muerto, alerta de salida de carril, asistente de mantenimiento de carril, alerta de tráfico trasero, asistente de frenada de emergencia... Términos que hace unos años eran extraños y que hoy son el pan nuestro de cada día.
El BlueCruise de Ford aúna todas estas tecnologías y las mejora para ser el primer sistema homologado por el Ministerio de Industria y la DGT para poder operar sin que el conductor ponga las manos en el volante. Sí, lo que estás oyendo. A partir del 12 de octubre, por primera vez en España, de forma legal, se puede circular sin tener que llevar las manos en el volante y sin estar expuesto a una multa de hasta 200 euros y la pérdida de 3 puntos en el carnet de conducir. La siguiente gran pregunta es ¿cómo funciona?
¿Cómo funciona el BlueCruise de Ford?
Como ya te he dicho, estamos ante un compendio de diferentes asistentes y ayudas a la conducción que constan de dos elementos principales: hardware y software. El hardware también es conocido. Una serie de cámaras y sensores que recogen toda la información. El BlueCruise basa su éxito en ellos y en una cámara infrarroja que apunta al conductor y que determina su grado de atención en la carretera. La lente mira los ojos de conductor y determina si este está mirando la carretera o si por el contrario no está atento.
El software se encarga de compilar, analizar y generar una respuesta para toda la información recopilada por el hardware. Líneas de código que establecen una respuesta y código de actuación. En este punto hay que prestar atención a dos asistentes esenciales: control de crucero adaptativo y asistente de centrado de carril. Son las piezas fundamentales para que Ford haya podido ser la primera compañía en poder homologar este sistema en nuestro país. El ACC regula la velocidad y la distancia con el coche que nos precede mientras que el guiado de carril mantiene el coche perfectamente centrado en la carretera.
Ahora bien, no siempre es posible activar el BlueCruise. Una de las condiciones impuestas por la homologación es que sólo se puede usar en vías muy concretas, autopistas y autovías. La DGT y el Ministerio han admitido un total de 28.500 kilómetros de carreteras en toda la red española, son muchos kilómetros, pero sólo en vías rápidas y siempre y cuando las condiciones del tráfico lo permitan. Es más, el conductor no tiene la capacidad de activar automáticamente el BlueCruise, sino que es el propio coche el que te tiene que dar la opción. Es el mismo protocolo que ya se siguió en Alemania tiempo atrás.
¿Es realmente funcional el sistema BlueCruise?
He de reconocer que soy bastante escéptico en cuanto este tipo de ayudas a la conducción porque la mayoría de ellas más que ayudar, distraen. El conductor recibe tantas alertas visuales y sonoras que pueden crear una confusión notable. Por suerte, el BlueCruise de Ford es muy sencillo de manejar e intuitivo. Cuando el coche entra en un espacio Blue Zone, dentro de esos 28.500 kilómetros de vías, y reconoce que es posible activar el programa, lanza una alerta al conductor y este es el que toma la última decisión. Dos clics y listo. Fácil y rápido.
El cuadro de instrumentos del Mustang Mach-e cambia su diseño y el conductor recibe poca pero precisa información de todo lo que está ocurriendo. A partir de entonces se pueden soltar las manos del volante y los pies de los pedales y dejarse llevar. Me ha sorprendido gratamente la respuesta del sistema por la suavidad de control del coche. Se consigue mantener siempre en el centro del carril sin dar volantazos o ningún tipo de respuesta agresiva. El radar frontal mantiene la distancia con el coche de delante y adecúa la velocidad al límite legal de la carretera.
El conductor puede subir o bajar la velocidad programada mediante los mandos del volante y siempre, en todo momento, tiene el control del coche. Basta con una mínima inclinación del volante o cualquier roce a los pedales para poder coger las riendas. No hay ningún tipo de sobreactuación ni drama a la hora de transferir los poderes. Algo que siempre es de agradecer. Muchos asistentes a la conducción, específicamente los de mantenimiento de carril, obligan a realizar esfuerzos absurdos para poder guiar el coche. Este no es el caso, de hecho es el sistema más suave que he probado hasta la fecha.
Al principio cuesta confiar en la tecnología, pero rápidamente notas que es seguro y muy estable y te relajas. A pesar de sus muchas cualidades, el BlueCruise de Ford no es capaz de tomar el control total del vehículo. Por ejemplo, no es posible adelantar de forma autónoma al poner el intermitente, pero si puede llegar a detenerse y volver a emprender la marcha por sí mismo ante un atasco. Ahí sí que sacará a relucir toda su gloria. Eso sí, como ya he dicho, la única condición es que el conductor no deje de estar centrado en la carretera. Si el piloto aparta la vista o se despista el sistema se desconecta.
Lo hace mediante notables avisos previos, primero de forma acústica con pitidos de diferente intensidad y luego actuando agresivamente en los frenos. Da pequeñas frenadas, sacudidas, para alertar al conductor de que si no presta atención el sistema procederá a desconectarse por completo. Si la respuesta sigue sin llegar el coche empezará a perder velocidad gradualmente hasta los 10 km/h, pero sin llegar a pararse. Es por todo ello por lo que no está considerado como la auténtica conducción autónoma. El que venda algo similar está mintiendo.
¿Qué coche monta el sistema BlueCruise y cuánto cuesta?
Por ahora sólo el Ford Mustang Mach-e es capaz de ofrecerlo. De hecho, todos los Mach-e que se han fabricado ya lo llevan instalado, bueno, sólo los que hayan comprado el paquete de Tecnología +. Esos clientes que lo tengan podrán activar el sistema BlueCruise de forma inalámbrica mediante una actualización OTA a partir del próximo 12 de octubre. Ford ha pensado en un uso por suscripción, como Amazon o Netflix. La cuota mensual será de 24,99 euros y se podrá activar y desactivar por periodos mensuales que el cliente quiera. No hay periodo de vigencia mínimo. En un primer momento se ofrecerá a los clientes un periodo de 90 días de forma gratuito.