Cuesta más de 2 millones de euros y tiene más de 1.000 caballos, pero si lo apagas mal el motor se bloquea
Es uno de los coches más exclusivos del mundo. Un hiperdeportivo de calle con tecnología de un Fórmula 1. El Mercedes-AMG One es una proeza técnica, pero tiene sus debilidades como cualquier otro coche normal.
6 min. lectura
Publicado: 25/07/2024 07:00
El mundo del lujo no entiende de crisis o problemas. Los ricos pueden permitirse comprar cualquier casi cualquier cosa a la venta. La industria del automóvil tiene coches extremadamente caros circulando por las carreteras, aunque no suelen mostrarse al mundo. Coches exclusivos y potentes que cuestan mucho dinero. Los amantes del motor tienen un nuevo unicornio ante sí, el Mercedes-AMG One. Un Formula 1 matriculado que, a pesar de su desorbitante precio requiere atenciones y cuidados que no son necesarios con un coche normal y corriente.
Hace ya casi una década que en Mercedes empezó a plantearse una idea muy loca. Aprovechando su hegemonía en el campeonato de Fórmula 1, tomaron la arriesgada decisión de desarrollar un coche de calle con el motor del monoplaza de Lewis Hamilton. Hasta entonces a nadie se le había ocurrido semejante locura y mucho menos producirlo en serie y matricularlo. Tras años de dificultades técnicas el proyecto finalmente fue presentado bajo el nombre de AMG One. Un coche que hoy está a la venta por casi tres millones de euros. Entre sus clientes figuran nombres importantes, el último en recibirlo ha sido el ex-piloto de Fórmula 1, Nico Rosberg, que por cierto ganó un mundial con dicho motor.
Secuencia específica de arranque y parada para el motor de Fórmula 1
La factura final ha sido de 2,75 millones de euros, sólo por el coche sin contar opcionales. Mucho, pero si tenemos en cuenta lo que se lleva a cambio no parece tanto. El Mercedes-AMG One cuenta con un propulsor híbrido con un bloque V6 de apenas 1.6 litros que de forma combinada con sus tres motores eléctricos asociados es capaz de generar 1.063 caballos de potencia. Su velocidad punta alcanza los 352 kilómetros por hora y acelera de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos. Sin embargo, estas cifras no son muy espectaculares por sí solas, pues es en circuito donde el AMG One saca lo mejor de sí. Hoy figura como el coche más rápido en dar una vuelta a Nürburgring con un tiempo de 6:35.183 minutos. Todo un hipercoche con matrícula. Sólo 275 unidades llegarán a fabricarse.
El problema es que estamos ante un coche tan rápido como delicado. Jochen Hermann, director técnico de Mercedes-AMG y padre de la criatura ha especificado que fue muy difícil acondicionar el motor de competición para un coche de calle. Sirva como ejemplo que el ralentí de un Fórmula 1 se sitúa en las 5.000 rpm, mientras que el AMG One las reduce hasta las 1.250 rpm. También fue delicado el tema del escape. El ruido emitido por el tubo de escape es tan atronador que Mercedes entrega tapones a los clientes. Pueden quedarse sordos al encontrarse mediciones de hasta 120 decibelios. Incluso la pintura es especial. La unidad de Rosberg cuenta con 16 capas, cada una de ellas aplicadas a mano.
Ahora bien, los Formula 1 se han diseñado para correr, no para estar parados en un atasco por las calles de Mónaco o Ginebra. En estas condiciones normales un coche de carreras aguanta poco, algo que el AMG-One sí que tiene que ser capaz de soportar. Para evitar problemas, es necesario seguir una secuencia específica tanto para el arranque como para la parada. Pasos concretos que son esenciales para no destruir el intrincado motor. Si se hace mal el coche se bloquea y es necesaria la presencia de un ingeniero de AMG para desbloquearlo. Problemas del primer mundo.
El AMG-One arranca siempre en modo eléctrico. Tarda entre 60 y 90 segundos en arrancar el motor V6, lo que tarda en entrar en temperatura de servicio el convertidor catalítico. Una vez está en marcha tarda otros 5 u 8 minutos en llegar a la temperatura óptima de servicio, tiempo que se reduce a entre 2 y 5 minutos si se circula con él. Durante esos plazos es absolutamente esencial que el motor no se apague. Si se desconecta el motor 5 o 6 veces sin que este entre en temperatura de servicio se bloquea por seguridad. Es tan delicado que sólo se ha diseñado para aguantar 50.000 kilómetros. Superada esa distancia es necesario sustituirlo casi por completo.