Un problema de tamaño y con los SUV como culpables: los coches nuevos ganan un centímetro de anchura cada dos años
Que los vehículos nuevos actuales son más grandes que generaciones atrás es un hecho irrefutable. La popularización de los SUV ha tenido un efecto directo en este sentido, convirtiéndose en un problema más en las ciudades.
6 min. lectura
Publicado: 23/01/2024 18:00
Los coches actuales son, en comparación con los que se vendían hace no mucho, más grandes y más pesados. Una tendencia que no ha dejado de crecer, nunca mejor dicho, en las últimas décadas y que apunta a seguir sí en los próximos años.
Bien es cierto que las gamas de las marcas se han ido expandiendo por más segmentos y que por lo que antes medía un VW Golf, ahora lo tienes en un Polo, por ejemplo, con el compacto alemán ocupando un hueco superior.
Que un vehículo sea más largo y más ancho tiene un efecto directo, sobre todo, a la hora de movernos por la ciudad y al aparcar. Que un coche sea más pesado, repercutirá en su dinámica, su consumo de combustible y el desgaste de las ruedas. Y por último, que un vehículo sea más alto puede tener repercusiones negativas en los peatones o ciclistas en caso de atropello.
Estas son, obviamente, las notas negativas de una tendencia en la que los SUV han tenido mucho que ver. Este tipo de vehículos copa la mayoría de ventas de coches nuevos en España y Europa, superando ya el 50 por ciento de las matriculaciones en el caso de nuestro país.
La anchura de los coches nuevos, un grave problema
La organización Transport & Environment ha puesto el foco en la anchura de los nuevos coches: «la mitad de los coches nuevos son demasiado anchos para el espacio de estacionamiento mínimo».
En los últimos tiempos, la anchura de los coches nuevos ha ido incrementándose en 1 centímetro de media cada dos años. La media actual está ya en los 180,2 centímetros, cuando en 2001 era de 170,5 (esta vez, según datos del Consejo Internacional sobre Transporte Limpio).
Especialmente acusada está siendo la tendencia de ganar anchura en los SUV de lujo o pick-ups, que rondan fácilmente los 2 metros de anchura. Tomando como referencia los 100 modelos más vendidos en 2023, el 52 por ciento superaba el espacio mínimo de estacionamiento de las principales ciudades europeas como París, Roma o Londres (180 cm).
Según ese espacio mínimo para aparcar, está claro que la gran mayoría se pasa de largo, como demuestran las referencias del estudio de T&E: BMW XM (200,5 cm), Mercedes GLS (195,6 cm), Audi Q8 (199,5 cm), Porsche Cayenne (198,3 cm), Land Rover Defender (199,6 cm), VW Touareg (198,4 cm), y ya en clave eléctrica el Mercedes EQS (195,9 cm), Volvo EX90 (196,4 cm) o el Kia EV9 (198 cm).
«Los coches se han ido haciendo más anchos durante décadas y esa tendencia continuará hasta que establezcamos un límite más estricto. El resultado han sido grandes SUV y camionetas estilo americano que se estacionan en nuestras aceras y ponen en peligro a peatones, ciclistas y a todos los demás en la carretera», denuncia James Nix, director de políticas de vehículos de T&E.
T&E reclama medidas urgentes
Quizás no lo sepas, pero en Europa existe una regulación que establece el ancho máximo para los turismos… y este es el mismo que para autobuses y camiones: 255 cm. Desde T&E se reclaman dos medidas principales en este sentido:
- Que las ciudades establezcan tarifas de estacionamiento más altas no solo para los vehículos más anchos, en general para los más grandes y pesados. En París, por ejemplo, este tema se someterá a referéndum público en el mes de febrero.
- Que los legisladores de la UE revisen el límite de ancho para los vehículos: en febrero, se espera que el Comité de Transporte del Parlamento europeo vote una enmienda sobre la Directiva sobre Pesos y Dimensiones que exigirá una revisión del ancho máximo.
«Los 'monstruosos SUV' son una amenaza para el tejido urbano de nuestras ciudades. A menos que actuemos ahora, los vehículos cada vez más grandes arrebatarán más de nuestro valioso espacio público», remata Barbara Stoll, directora de la Campaña Ciudades Limpias.
Fuente: Transport & Environment