Los proyectos de conducción autónoma más avanzados no son los que creías

PSA es uno de los grupos más implicadas en esta nueva tecnología.

Los sistemas de conducción autónoma conforman la última frontera tecnológica que la industria del automóvil está tratando de alcanzar. En un plazo muy corto de tiempo ha pasado de ser una mera anécdota más propia de la ciencia ficción a convertirse en el principal interés de los equipos de desarrollo de marcas, proveedores y empresas tecnológicas.

Pero como toda nueva tecnología, por muy publicitada que esté, su desarrollo se está llevando en el más alto de los secretos. Aunque no dejemos de ver anuncios y comunicados a todas horas, ninguna firma relacionada con este campo ha revelado, ni lo hará, el estado real de sus proyectos actuales o iniciativas futuras.

De hecho, hasta ahora, nadie sabía a ciencia cierta el verdadero avance o el estado de los proyectos en marcha relacionados con este campo. Es decir, que compañía o departamento de investigación realmente estaba por delante o más avanzado en este aspecto. Eso es precisamente lo que ha logrado el estudio de Navigant, revelar el verdadero avance de cada compañía, permitiéndonos dibujar un mapa donde situar cada marca según lo avanzado de su proyecto en función de su estrategia y ejecución.

Diagrama de Navigant, las compañías se posicionan tras medir dos valores.

Si realizáramos una encuesta tratando de consultar cuales son las marcas o compañías más conocidas o avanzadas en este campo, la mayoría del público contestaría Tesla, Google o Uber. Ya que en los últimos años estos han sido los proyectos que más información pública han generado. Aunque lo cierto es que esto tan solo significa que son las compañías que más esfuerzos han dedicado a dar a conocer sus proyectos.

El estudio de Navigant ha puesto de relieve que los mencionados proyectos no solo no son líderes en este aspecto, sino que ni siquiera están a la altura de los proyectos más avanzados.

La gráfica publicada por Navigant estudia dos aspectos fundamentales, por un lado estrategia del proyecto y por otro su propia ejecución. Son unos valores muy generalistas y que no nos dan datos empíricos sobre el estado de cada proyecto, pero nos sirven de muestra comparativa entre todos los proyectos conocidos. Atendiendo a la gráfica, cuanto más arriba mejor valor se tiene en cuanto a ejecución del proyecto y cuanto más a la derecha mejor valor en cuanto al planteamiento y desarrollo del proyecto. Para simplificarlo, Navigant ha resaltado el espacio disponible en 4 sectores: líderes, contendientes, aspirantes y seguidores.

Vehículo de pruebas autónomo de Ford.

La primera sorpresa nos la llevamos al descubrir que los proyectos más conocidos no están en el conjunto de líderes, en el cual solo encontramos a General Motors y Ford, que se revelan como los proyectos más adelantados de este campo, lo cual es la segunda sorpresa, ya que estas marcas -sobre todo General Motors- han revelado muy poco acerca de sus proyectos. E incluso GM apenas ha lanzado su primer sistema de conducción autónoma verdaderamente relevante, el sistema Super Cruise que estrenará el Cadillac CT6.

Tan solo Tesla y Google (cuyo proyecto ahora se llama Waymo) los encontramos en el segundo grupo, Uber es además uno de los peor posicionados.

Tras Ford y GM encontramos muy cerca a Daimler y la Alianza Renault-Nissan, estando esta última más avanzada que la propia matriz de Mercedes, y al resto de grandes grupos, como VAG, BMW, Hyundai, PSA o Toyota. En este segundo grupo es donde encontramos un mayor número de elementos, seguidos por el tercer conjunto, donde solo encontramos a Honda, nuTonomy, Baidu y la ya mencionada Uber, que si bien está bien posicionada en cuanto a estrategia, falla en cuanto a ejecución. Cuando curiosamente es uno de los proyectos de los que sus prototipos generan más noticias.

Mapeo de un sensor Lidar, un elemento muy común en estos proyectos.

Esto nos indica que los proyectos de las grandes marcas están mucho más avanzados de lo que pudiera parecer a simple vista, y son precisamente los fabricantes de automóviles tradicionales los que parecen ir por delante en esta nueva tecnología. Lo que evidencia además el secretismo con el que se están llevando a cabo estos proyectos, tanto que la opinión pública tiene una percepción muy diferente de la sitaución que muestra este estudio.