Prueba Subaru Crosstrek, sigue siendo la gran alternativa que era

Hoy en día los SUV centran casi toda la atención de la industria. Sus ventas crecen cada día más y nuevos modelos salen a la palestra para intentar hacerse un hueco. Otros apuestan por una vía diferente.

Prueba Subaru Crosstrek, sigue siendo la gran alternativa que era

16 min. lectura

Publicado: 24/01/2024 18:00

La necesidad de adaptación y mejora es algo intrínseco a todas las marcas presentes en el mercado automovilístico mundial. En los últimos años hemos vivido una explosión comercial con la llegada de los SUV modernos. Vehículos todocamino que, en la mayoría de las ocasiones, sólo son aptos para terrenos sencillos y espacios poco complicados. Todavía hay quien se resiste a cambiar su patrón de conducta y para ellos los japoneses nos presentan el Subaru Crosstrek. Puede que su nombre no te suene, pero el resto del coche sí.

Subaru hace grandes cambios en el restyling del Crosstrek, empezando por adopción del nombre americano.

El que seguro que te suena es el Subaru XV. El modelo más pequeño de la casa lleva con nosotros más de una década, desde 2012. A pesar de ser el modelo más asequible de la familia, el XV siempre ha sido un verdadero Subaru. Su presentación no deja lugar a dudas. Un compacto ligeramente distanciado del suelo y con todas las aptitudes fuera del campo que podemos esperar. Una apuesta única si tenemos en cuenta sus rivales. Su segunda generación se presentó en 2017, mejorando lo que ya conocíamos, y ahora nos llega una nueva versión.

Sin embargo, en esta ocasión, Subaru ha decidido romper con lo preestablecido y el restyling de mitad de ciclo comercial viene acompañado de un cambio de nombre. El XV ya es historia y ahora ha llegado el turno de la etapa del Subaru Crosstrek. Son el mismo coche, evolución mediante. De esta forma, los japoneses quieren relanzar un modelo muy importante para ellos por volumen de ventas como para imagen. Aunque Europa no es su mejor y mayor mercado, el XV/Crosstrek cuenta con una gran popularidad en países como Estados Unidos, país del que toma prestada su nueva denominación.

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A pesar del restyling, el Crosstrek mantiene su perfil habitual. Compacto y muy aprovechable.

Como no podía ser de otra manera, el relanzamiento viene acompañado de una actualización estética, muy acertada por cierto. Manteniendo las proporciones que ya conocíamos: 4,49 metros de largo, 1,8 metros de ancho y 1,6 metros de alto, el Crosstrek se ubica perfectamente en el segmento de los compactos. Su nuevo diseño destila buena presencia y elegancia. El morro se ha estilizado y afilado con nuevo parachoques, nuevas ópticas y nuevo capó. La trasera también cuenta con nuevos elementos, como los faros cuyo diseño recuerdan mucho a los del Subaru Outback más moderno.

En persona muestra un aspecto contundente y robusto. No tiene nada que envidiar al de cualquier SUV pues cuenta con elementos habituales de estos como pasos de rueda y bajos con protecciones y defensas delanteras y traseras. Todo ello de plástico. El conjunto se completa con una nueva paleta de colores y llantas de hasta 18 pulgadas. Una medida no muy grande teniendo en cuenta los estándares actuales, pero que resulta perfecta para el desempeño que puede ofrecer en terrenos complicados. Esto también afecta al comportamiento en carretera, haciéndolo más cómodo y agradable.

En cuanto a materiales, el Crosstrek tiene mucho más de premium que de generalista.

Si importantes han sido los cambios introducidos en el exoesqueleto del Crosstrek, no menos atractivas se presentan las novedades en el interior. Aunque mucha gente no lo sabe, Subaru está considerada como una de las mejores marcas generalistas del mercado. Emplea materiales con una calidad superior a la media. No abusa de los plásticos duros y todo está pensado, diseñado y ensamblado para durar. La fiabilidad y resistencia son dos de los mejores argumentos que solemos usar cuando hablamos de Subaru. Su alta tasa de vida demuestra dicha afirmación.

El cambio más evidente se hace patente con una gran pantalla central. Los japoneses eliminan el módulo individual de la climatización, lo integran en el panel y estiran las pulgadas para ganar en vistosidad. La tendencia es la que es. De una discreta pantalla de 8 pulgadas pasamos a un panel de alta calidad con 11,6 pulgadas de tamaño. El sistema multimedia Starlink es sencillo de comprender y fácil de manejar. No hay mil opciones y submenús menos como pasa en otros equipos del mercado. Los japoneses han sido fieles a sus habituales estándares de simplicidad. El único inconveniente que le veo es la climatización debe realizarse de forma táctil, algo que no me gusta.

El panel central se vuelve más grande con muy buena calidad y fácil manejo.

Si eres de los que buscas tener mil pantallas en tu coche, siento decirte que el Crosstrek no ha sido diseñado para ti. La consola central alberga el único panel de gran tamaño pues ni siquiera hay un cuadro de instrumentos digital. Una vez más se nos presentan las dos habituales esferas analógicas, clásicas, sencillas y funcionales. Entre ambas, Subaru integra un pequeño display a color con la información más importante relativa al vehículo, incluyendo ordenador de a bordo y asistentes a la conducción. Se maneja desde el volante multifunción, algo cargado de botones pero de fácil manejo.

Se está muy cómodo en el interior del Subaru Crosstrek. El espacio en todas sus plazas es bastante generoso, incluyendo la segunda fila de asientos. Tres adultos pueden ir en ella con relativa comodidad, aunque la plaza central tiene que lidiar con un abultado túnel de transmisión que obliga a viajar con las piernas abiertas. Las dos fijaciones ISOFIX garantizan la máxima seguridad para los viajeros más pequeños, aunque el volumen del maletero se antoja algo pequeño si acostumbramos a viajar cargados. Son 315 litros de capacidad mínima, ampliables a un máximo de 1.314 litros si abatimos por completo la segunda fila de asientos. No está mal, pero hay rivales mucho mejores en la categoría.

No tiene el maletero más grande de la categoría, pero estamos ante un espacio muy bien aprovechado.

La personalización tampoco es la mejor cualidad del Crosstrek. Al ser un coche traído del extranjero las opciones son limitadas. Sólo están disponibles tres acabados: Active, Field y Touring. Hay que reconocer que de serie llega muy completo con elementos como: faros de LED, pantalla de 11,6 pulgadas, acceso y arranque sin llave, cámaras y sensores de aparcamiento, climatizador bizona, conectividad para dispositivos móviles y un completo paquete de seguridad. En sus versiónes superiores suma detalles como las llantas de 18 pulgadas, el asiento del conductor con reglaje eléctrico, techo solar y la mayor cantidad posible de asistentes a la conducción.

Esas limitaciones de gama también afectan a la parte mecánica. Tan sólo está disponible una única unidad mecánica, denominada oficialmente como Crosstrek 2.0ie. Consta de un motor bóxer atmosférico de cuatro cilindros con dos litros de cilindrada que produce 150 caballos y 182 Nm de par motor. A él se acopla un pequeño motor eléctrico alimentado por una batería de litio de 0,57 kWh de capacidad que le permite homologar la etiqueta ECO de la DGT. Esto permite al Crosstrek moverse de forma 100% eléctrica durante breves periodos de tiempo. Toda la fuerza se transmite a las cuatro ruedas mediante la tracción total simétrica de Subaru, gestionada por un cambio automático de variador continuo.

El equipo de seguridad EyeSight mejora sus ya de por sí excelentes cualidades.

Al volante del Subaru Crosstrek 2.0ie

Como ya he dicho, Subaru es mundialmente reconocida por sus cualidades fuera del asfalto. Gran parte de la gama consta de una tracción total 4x4 simétrica que no sólo garantiza un excelente reparto de pesos, sino también una gran capacidad de agarre y tracción. El Crosstrek demuestra ese buen comportamiento con unas cifras off-road muy interesantes: 19,3 grados de ángulo de entrada, 31,2 grados de ángulo de salida y 20,8 grados de ángulo ventral. A todo ello hay que sumar una distancia libre con respecto al suelo de 22 centímetros.

Como tal, el Crosstrek no dispone de la típica caja reductora de los 4x4 más puros. Esta queda sustituida por un sistema electrónico que gestiona el agarre y transfiere el par y la tracción entre las cuatro ruedas. El programa X-MODE cuenta con varios modos de conducción, ajustables según el terreno que estemos pisando. Es capaz de enviar hasta el 100% de la fuerza a una sola rueda para sí poder sacarnos del problema en el que estemos metidos. Eso sí, la limitación, como es corriente, vendrá limitada por el tipo de neumático que calcemos. A pesar de ello, el Crosstrek es capaz de hacer mucho más de lo que prometen la mayoría de los SUV del mercado.

Bien calzado, el Crosstrek es capaz de llegar mucho más lejos que la mayoría de los SUV.

Ya en el asfalto, el Crosstrek demuestra un excelente tacto de conducción. Un coche muy suave y tranquilo con el que recorrer muchos kilómetros de forma relajada. Subaru asegura haber reducido el impacto acústico interior en un 50% y si bien no sé si esa cifra es precisa, sí que debo reconocer que el grado de rumorosidad es muy bajo. El ruido exterior apenas molesta y sólo al exigir el máximo rendimiento del motor se hace notar alguna molestia. Una vez más los japoneses han confiado la mecánica en su estructura habitual. El problema no es el motor, sino el cambio.

El variador continuo tiene muy buenas cualidades, pero el máximo aprovechamiento no es una de ellas. Es un cambio de respuesta lenta, se toma su tiempo en actuar y cuando lo hace dispara las revoluciones del motor, lo que afea el refinamiento general. Hay un modo secuencial y un programa deportivo, pero sinceramente no cambian casi nada el comportamiento general. Como ya he dicho, es un coche con el que ir tranquilo y que exige medir muy bien las distancias y la velocidad cuando queremos adelantar en carreteras secundarias. A pesar de no ser muy 'gordo' en la báscula, apenas 1.555 kilogramos, el Crosstrek no es un coche de altas prestaciones.

El cambio Lineartronic es algo vago en su respuesta y condiciona el consumo.

Eso a su vez implica que hay que abusar demasiado del acelerador en ciertos momentos. Tampoco se puede decir que sea un modelo especialmente ahorrador, ni siquiera teniendo una parte eléctrica. La media homologada dice que el consumo combinado es de 7,7 litros. Esa cifra se puede obtener, pero siendo muy cuidadoso con el acelerador y contando con la ayuda del tráfico y el terreno. Lo normal es ver medias entre los 8,5 y los 9 litros. Datos que se antojan demasiado altos, se mire por donde se mire. Lo bueno es que tiene tiene la etiqueta ECO y puede entrar en las cada vez más comunes Zonas de Bajas Emisiones.

Hoy en día cuesta encontrar coches baratos o de precio razonable. Las condiciones geopolíticas internacionales han disparado los costes y el precio de los coches se ha disparado. Sin embargo, Subaru quiere seguir apostando por una política de tarifas razonables. En España, el Subaru Crosstrek está disponible en una horquilla de precios entre los 35.500 y los 40.500 euros. Sin ofertas o promociones. Me parecen cifras lógicas teniendo en cuenta lo que se obtiene a cambio. Tampoco es el coche más barato del mercado, pero su precio entra dentro de lo que yo considero lógico a día de hoy.

El Crosstrek se sale de la norma y es una excelente alternativa a los SUV.

Conclusiones

Hoy en día cuesta encontrar coches que se salgan de la norma. Aunque los diseños sean diferentes, todos aportan más o menos lo mismo. El Subaru Crosstrek es una excepción a esa norma. Un coche que no es ni un SUV ni un compacto tradicional. Se ha diseñado para múltiples propósitos y gracias a ello es capaz de llegar más lejos que la mayoría. Entre sus puntos fuertes destacan los acabados de calidad, el amplio equipamiento de serie, las grandes aptitudes fuera del asfalto y su precio razonable. Eso sí, nada es perfecto en esta vida. La parte negativa llega por una oferta muy comprimida y poco personalizada, unas prestaciones muy discretas y un consumo más alto de lo común.

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