El ciclo WLTP en los híbridos y eléctricos: cómo son sus pruebas
Es la gran duda de muchos acerca de las pruebas del ciclo WLTP. Son obligatorias para los vehículos de combustión, pero lo que ocurre con los híbridos y los eléctricos pocos lo sabe. Algunos entienden que, dado que las emisiones de los segundos son cero, están exentos de tales pruebas. Pero es un gran error, también tienen que pasarlas. Te explicamos cómo lo hacen.
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Publicado: 06/12/2019 09:00
La nueva normativa del ciclo WLTP es obligatoria para todos los vehículos, sean turismos o comerciales ligeros y pesados, alimentados por motores de combustión o los más modernos híbridos, híbridos enchufables y eléctricos, a pesar de que las emisiones de este último tipo sean iguales a cero.
La Unión Europea lo estableció así para reforzar a los clientes y propietarios, especialmente en lo que a las cifras de autonomía se refieren, por lo que, al igual que los de combustión tienen que superar las pruebas en carretera y en condiciones reales de tráfico, bajo unos parámetros determinados, en los modelos de movilidad sostenible también. Y te explicamos cómo lo hacen.
En los eléctricos alimentados por batería, los conocidos como BEV, el consumo de electricidad se expresa en kilovatios-hora (kWh) por cada 100 kilómetros, por lo que la mayor velocidad promedio consecuentemente genera un mayor consumo de energía, un dato que también están publicando algunos fabricantes en el caso de los híbridos, aunque no todos.
La prueba de ambos tipos de propulsión se realiza en un banco dinamométrico, en el caso del eléctrico con la batería plenamente cargada. Cuando toda la energía acumulada se ha gastado, entonces se conecta el vehículo a un cargador con el cable equipado con un medidor de electricidad.
Así, se obtienen datos de la cantidad total de electricidad que se acumula en la batería, al mismo tiempo que detectar posibles pérdidas de energía durante la carga. El valor que se obtiene se divide por la autonomía en la prueba del banco.
En el caso de los híbridos enchufables, la prueba se repite varias veces hasta liquidar la batería plenamente cargada midiendo las emisiones en cada ciclo de prueba. El proceso termina con la medición de la batería vacía, solo con la energía del motor de combustión y de la generada por la frenada regenerativa.
De esta forma, se obtienen los datos de consumo de combustible y los valores más exactos de autonomía en modo eléctrico y en híbrido. El valor de las emisiones de CO2 se establece en relación con la autonomía total que ofrece el modelo, introduciendo un coeficiente que se conoce como "Factor de utilidad".
El UF supone la proporción de viajes que se pueden realizar en modo eléctrico. En los eléctricos corresponde al 100%, por lo que en los híbridos este factor es directamente proporcional a la autonomía en modo de cero emisiones.
Fuente: VDA