¿Puede España adoptar el modelo noruego para matricular más coches eléctricos?

Noruega se ha convertido en uno de los países abanderados de la electromovilidad en el mundo gracias a sus políticas, que favorecen mucho a los eléctricos y penalizan a los térmicos. ¿Funcionaría ese modelo en España? No, sería un completo desastre.

¿Puede España adoptar el modelo noruego para matricular más coches eléctricos?
Nissan Leaf circulando por carril bus en Oslo - Fotografía: Norsk Elbilforening (Flickr) CC BY 2.0

7 min. lectura

Publicado: 24/02/2020 23:00

En este artículo no hay espacio para enumerar todas las diferencias que hay entre Noruega y España en casi todos los sentidos: climatología, modelo económico, renta per cápita, densidad de población, clase política, sistema educativo, conocimiento de lenguas no vernáculas, etc.

Por hacer un resumen muy burdo, en Noruega tienen un estado del bienestar muy potente, sufragado con una alta presión fiscal, pero que la población lleva mejor que aquí por ser mayor el pedazo de riqueza que corresponde a cada uno: 88.270 dólares frente a 31.910, un poco más y nos triplican. Además, Noruega gana mucho vendiendo lo que le sobra, como petróleo.

Por esa regla de tres, los noruegos soportan mucho mejor pagar impuestos y contar con buenos servicios públicos. Uno de los colectivos que menos impuestos acaba pagando son ¡premio!, los propietarios de coches eléctricos. Se ahoran el IVA, el impuesto de matriculación, pueden circular por el carril Bus-VAO, exención en peajes y aparcamientos... en algunos casos hay que ser idiota para comprar un térmico pudiendo comprar un eléctrico.

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Resultado práctico de subir el IVA en 3 puntos, desplomar el mercado de coches nuevos y especialmente la demanda de los particulares

Vamos a suponer que el Gobierno de España, en un momento de lucidez, le da por subir el IVA al 23%, que el 21% es poco y hay que cuadrar las cuentas con Bruselas por el rollo del déficit. Nos prometieron que los ricos pagarían más impuestos, es decir, que los vamos a pagar todos, porque el IVA se aplica a todos los consumidores finales.

Por supuesto el IVA afectará negativamente al consumo, especialmente en bienes tan caros como los coches. Solo hay que recordar lo que pasó en septiembre de 2012, cuando el IVA se incrementó del 18% al 21%. En agosto las ventas subieron como la espuma en días, y en septiembre pegaron un frenazo espectacular.

Solo fue un 3% más, pero fue suficiente para estancar las ventas durante unos meses, hasta que el Gobierno de España, entonces en manos del PP, se sacó de la manga el Plan PIVE como una forma encubierta de bajar los impuestos a los coches. El truco funcionó. Ahora mismo al mercado español le vendría "de perlas" volver a matricular 700.000-800.000 unidades al año, preguntemos a los trabajadores de las fábricas.

Coches como este se seguirán comprando sin IVA a través de compras de empresa o contratos de leasing/renting

Mientras tanto ponemos los coches eléctricos una exención del IVA para que tributen al 0%. Las malas lenguas dirán que está mal subvencionar juguetes caros a pilas para minorías, pero otros dirán que es bueno estimular la electromovilidad en España. Eso, claro, sin tener en cuenta la red de recarga pública ni hacer ningún estudio de viabilidad, que es como se hacen las cosas en este país.

El impuesto de matriculación ya están exentos de pagarlo, no generan CO2 directo, 0 gramos. Ya cuentan con bonificaciones y exenciones a la hora de aparcar, aunque eso depende de cada ayuntamiento, y lo de los peajes también depende de la zona, no está regulado a nivel nacional. Y también se pueden colar por el carril Bus-VAO de la A-6 (no tengo constancia de que haya otro) aunque solo vaya el conductor.

A los "ricos" esto les daría igual, porque de la misma forma que se hacía con el IVA al 16%, 18%, 21% y el hipotético 23%, lo tienen tan fácil como comprar los coches como bienes de uso empresarial -aunque sea para uso personal, lo cual es un fraude- y el IVA lo seguiremos pagando los demás. Las empresas se lo deducen con el comodín del vehículo de representación o empresa.

La dificultad para comprar un coche nuevo se refleja en lo que aumenta el mercado de ocasión

Como el lector avezado habrá podido deducir, las matriculaciones de vehículos térmicos caerán, ya que es más difícil reemplazar un vehículo de combustión por uno eléctrico, sobre todo en los segmentos más humildes, donde el intervalo de amortización es muy elevado para el ciudadano que se gasta una cantidad media (ojo, media) en un coche. En alta gama las cuentas pueden salir rápido.

Mientras tanto, el mercado de ocasión seguirá aumentando -ya lo estamos viendo- y la vida útil de los "coches viejos" seguirá alargándose. Algunos afortunados podrán cambiar su coche convencional por uno eléctrico, pero los fabricantes no se pueden sacar de la manga cientos de miles de unidades solo para abastecer nuestro mercado.

Conclusión, el sistema noruego en España sería un desastre total. Las ventas de eléctricos apenas subirá, la recaudación de IVA por térmicos bajará (menos ventas, aunque sea un 2% más de tributo) y se estancará la renovación del parque, llegando pronto a 14 años de media. Acabaría surgiendo la necesidad de estimular las ventas con otro Plan PIVE, lo llamen como lo llamen, para ocultar el fracaso de la medida. Si es que no somos noruegos...

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