¿Puede evitar Volkswagen otro lío con sus proveedores?
Una vez solucionada la breve crisis con dos proveedores externos, VW piensa cómo evitar que suceda de nuevo Entre las posibilidades está la de tomar parte del accionariado de algunos proveedores, como hacen otros fabricantes Aún así, ninguna cadena logística está a prueba de balas
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Publicado: 26/08/2016 19:00
Después de una semana muy turbulenta en Alemania, el próximo lunes volverá la normalidad a 10 fábricas de Volkswagen. Se han dejado de producir miles de unidades de Volkswagen Golf y Passat por falta de piezas de dos proveedores del grupo Prevent. Esto supone mucho dinero en pérdidas.
El representante de los trabajadores de la empresa, Bernd Osterloh, ha sugerido que una de las soluciones consiste en que Volkswagen controle total o parcialmente el accionariado de las empresas que les suministra piezas, para tener poder de decisión (voz y/o voto). Eso implica una gran inversión, que no un gasto.
La producción perdida se compensará trabajando más horas
Se trata de una solución parecida a la que tiene Toyota con algunos proveedores, donde la cadena logística es vital debido a la filosofía de producción just in time. En otras palabras, Toyota trabaja con el mínimo posible de stocks, si falla un proveedor, la producción queda comprometida rápidamente.
De hecho, aunque los proveedores de Toyota no tienen precisamente fama de ser muy conflictivos, el gigante japonés ya ha experimentado varios problemas logísticos debido a causas de fuerza mayor, es decir, desastres naturales o accidentes laborales. El caso más claro fue en el terremoto de 2011, cuando sufrió escasez de múltiples componentes a la vez.
A raíz de eso, Toyota reforzó y diversificó su cadena logística, para que un solo proveedor no parase una línea de producción entera. Por ejemplo, el problema que sufrió la empresa metalúrgica Aichi Steel dejó fábricas japonesas sin planchas de acero durante una semana. No fue por un desastre natural, sino por una explosión accidental.
Los desastres naturales son, por definición, inevitables, pero se pueden aminorar sus consecuencias. En el caso de Volkswagen, no ha sido por conflictividad sindical, sino que ha sido la propia empresa la causante del problema, al tensar la cuerda en relación a dos proveedores, ES Automobilguss y CarTrim.
Resulta que Volkswagen canceló un pedido a meses vista para CarTrim, y el grupo Prevent exigió una compensación de 58 millones de euros por las inversiones que se habían hecho para cumplir aquel compromiso. Al negarse Volkswagen a pagar, se interrumpió el flujo de asientos y piezas de acero para cajas de cambio.
Según el Sueddeutsche Zeitung, Volkswagen ha pagado una compensación menor, de 13 millones de euros, y seguirá trabajando con ambos proveedores otros seis años. Eso sí, Volkswagen será capaz de conseguir hasta el 20% de piezas de acero para cajas de cambio por otro lado durante ese periodo.
Ahora mismo Volkswagen se encuentra en una situación económica muy buena si obviamos las consecuencias del Dieselgate. Debido a que el gigante industrial ha apartado 18.400 millones de euros para hacer frente a esas consecuencias, se han tomado medidas para reducir en 1.000 millones de euros los costes. Prevent acusó a Volkswagen de querer externalizar en sus proveedores dicho recorte.
En cualquier caso, los alemanes no son dados a flirtear con los riesgos. Una futura entrada en el accionariado de algunos proveedores puede ser una solución al problema. En esta ocasión la justicia ha colaborado con los fines de Volkswagen, ya que obligó a los proveedores a continuar con los suministros pactados.
La industria de los proveedores o auxiliar es vital para este negocio, ya que los fabricantes no pueden hacer por sí mismos todas y cada una de las piezas que se montan en sus coches, y dependen de terceros. En los últimos meses un proveedor ha dado muchísimo que hablar, Takata Corp, por haber suministrado durante años airbags que pueden convertirse en asesinos de pasajeros si se han expuesto a la humedad varios años.
Otros proveedores han sido multados por pactar precios y elevar costes
A las grandes automovilísticas les interesa mucho estar en paz con sus proveedores, sobre todo si son externos y no los controlan. Una política de estocaje a prueba de desastres puede amortiguar los impactos de una falta de suministros, a cambio de elevar los costes. Se trata de encontrar un equilibrio entre la racionalización de los costes y la seguridad a prueba de fallos.